Esta semana no está siendo fácil para María del Monte (62 años) ni tampoco para su mujer, Inmaculada Casal (60). Este pasado lunes, 20 de mayo, se conocía la noticia que ha dado un giro de 180 grados al robo que la cantante sufrió en su casa, el pasado mes de agosto: los detenidos por aquel asalto quedaban en libertad provisional sin fianza.
Entre ellos, su sobrino, Antonio Tejado (36), considerado el autor intelectual. En el mismo momento en que la libertad provisional de todos ellos era radiada por los medios de comunicación y los programas de televisión, María del Monte y su esposa se encontraban en su casa de El Rocío, en Huelva.
Ambas trataban, pese a todo, de disfrutar de unos días de desconexión junto a algunos amigos. Desde este pasado lunes, ambas han decidido mantenerse en un discreto segundo plano, evitar aparecer públicamente y no hacer ningún tipo de declaraciones al respecto. Este jueves, 23 de mayo, María del Monte ha reaparecido por primera vez después de la salida de la cárcel de Antonio.
[Antonio Tejado acude a firmar a los juzgados en su primer día en libertad tras salir de la cárcel]
Tras días desaparecida, la cantante ha sido captada por las cámaras de Europa Press en su vehículo. Con semblante serio, no ha querido contestar a ninguna pregunta formulada por los reporteros asfálticos. Una actitud que llama la atención teniendo en cuenta que siempre ha atendido a la prensa con educación y amabilidad a pesar del mal trago que estaba atravesando.
De esta manera, Del Monte confirma que quiere mantenerse al margen de la noticia de la semana. La puesta en libertad de los detenidos ha sido un duro golpe tanto para la artista como para su mujer, que en todo momento se habían negado a esta petición por parte de la defensa de los acusados.
A pesar de que han pasado nueve meses del asalto, el matrimonio y el resto de personas que se encontraban en aquel momento en el domicilio siguen arrastrando secuelas psicológicas de lo que definen como la noche más traumática de sus vidas.
Desde el momento en el que se conoció la detención de Antonio Tejado, María del Monte ha recalcado insistentemente que confía en la presunción de inocencia y que confía en la justicia. Tal y como han transmitido a su entorno, la pareja no se ha alegrado, enfadado o entristecido por su salida de Sevilla 1.
Además, tía y sobrino no podrán ponerse en contacto teniendo en cuenta una de las medidas cautelares impuestas por el juez. A todos los implicados se les ha puesto una orden de alejamiento de 500 metros de las víctimas y la prohibición de intentar hablar con ellas por cualquier vía.
Fuentes cercanas al entorno de Tejado han asegurado que, por el momento, no quiere saber nada de su tía.
Habrá que esperar para ver si el sobrino de la artista se sienta próximamente en algún plató de televisión para contar su versión de los hechos. Por el momento, se ha afirmado que ya se le han ofrecido cantidades desorbitadas de dinero y ha dicho que no.
El día a día de Antonio
Aunque se especuló con que Tejado estaría planteándose romper su silencio vía exclusiva previo pago de una importante cantidad económica, su abogado le habría recomendado que no hable, puesto que lo único que podrían conseguir sus declaraciones sería perjudicarle de cara al juicio, cuya fecha se desconoce aún.
Sin embargo, y a pesar de su actitud esquiva -y en momentos parece que desafiante ante las cámaras-, su entorno desliza que está "derruido" y "absolutamente devastado" tras su paso por prisión. Y como ha revelado la periodista Isabel Rábago, la máxima preocupación de su familia ahora mismo es intentar recuperar al Antonio que perdieron hace tres meses cuando fue detenido.
Al parecer, a Antonio le está costando mucho conciliar el sueño. Pasa gran parte del día con su madre en la casa que María José posee en el centro de Sevilla, pero por la noche regresa al piso que tiene alquilado cerca del domicilio familiar para dormir con su novia, Samara, su gran pilar en estos momentos.
Entre sus planes más inmediatos, como ha contado Kike Calleja en VAV está volver al gimnasio, y retomar sus estudios para opositar a Guardia Forestal, que 'aparcó' tras su entrada en la cárcel.