La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al bailaor Rafael Amargo (49 años) de las acusaciones de vender droga desde su casaEl juicio al artista, al productor Eduardo de Santos y a su socio Manuel Ángel Batista León se celebró el pasado mes de abril.

La Fiscalía pedía para los dos primeros nueve años de cárcel y seis para el tercero, mientras que los acusados defendieron que consumían droga pero no vendía y solicitaron su absolución.



Amargo, que ha acudido con su abogado a la Audiencia Provincial para conocer la sentencia ha asegurado que estaba "contento" y "muy nervioso". Al acabar el juicio, el artista y el productor -que estaban en la cárcel desde noviembre porque no cumplieron con la obligación de firmar en el juzgado- quedaron en libertad hasta que se dictase sentencia.

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Rafael Amargo, durante su salida de la cárcel, hace unas semanas. Gtres

La sentencia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, señala que aún sin este material probatorio "no existen elementos independientes que permitan acreditar el tráfico de drogas y la asociación y organización entre los acusados, ni el intento de financiación de producciones artísticas derivadas de la comisión de actividades ilícitas". 

Así las cosas, y al margen de que el material probatorio no puede ser valorado, la resolución añade que "no existen elementos probatorios independientes que permitan acreditar la posesión de sustancia preordinada al tráfico por parte de dos acusados". 

Como tampoco parecía evidenciarse con una mínima consistencia la hipótesis apuntada por los investigadores de la existencia de algún intento de financiación de producciones artísticas en que participaban Jesús Rafael y Juan Eduardo con los ingresos derivados de esa presunta actividad común de tráfico o, en definitiva, la existencia de un delito común de tráfico ilícito de estupefacientes.

Esta resolución aún no es firme y contra ella cabe la interposición del correspondiente recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Rafael Amargo, en una fotografía acudiendo a los juzgados, en junio de 2023. Gtres

El artista quedó en libertad el pasado 12 de abril, al acabar el juicio en el que se le acusaba, junto al productor Eduardo de Santos y un socio, de vender droga desde su piso de Madrid, pero con la obligación de firmar cada 15 días en la Audiencia.

Amargo y De Santos estaban en prisión desde el pasado 3 de noviembre, cuando la Audiencia Provincial de Madrid decretó que ingresaran porque habían incumplido, reiteradamente, con la obligación que tenían de firmar cada 15 días en la sede judicial.

El artista reconoció en el juicio que eso le pasó "por imbécil", ya que en esa época no estaba bien y debió de haberlo hecho. Al igual que dijo cuando salió de la prisión de Soto del Real, el artista reiteró, cuando acudió, días después, a firmar, que confiaba en la justicia y creía que sería absuelto porque es inocente. Finalmente, así ha sido. 

Admitiendo que no acudir a firmar fue uno de sus grandes errores de su vida, el pasado 15 de abril, el artista asistió a la Audiencia Provincial de Madrid, acompañado por su abogado, Marcos García Montes, y por su mujer, Luciana Bongianino, para firmar por primera vez desde que recuperó la ansiada libertad.

"Ya no se me olvida. ¡Quién me mandaría no hacerlo!", se lamentó. Como confiesa, todavía se está "aclimatando" a su vida fuera de prisión. "Casi seis meses que he estado ahí, entonces, poco a poco. Estoy como... bueno, esto de entrar en la cárcel te cambia por completo muchísimas cosas. Parece que no, pero hay que vivirlo, hay que vivirlo. Espero que no lo viváis, ¿no?", afirmó. 

Sostuvo Amargo que lo que quiere hacer ahora es "lo que he hecho toda la vida, bailar, porque llevo seis meses sentado ahí". "Mis padres y mis hijos están bien, felices porque estamos juntos otra vez", agregó, emocionado.

"La cárcel tiene sus cosas malas y tiene sus cosas buenas. Yo creo que soy en muchas situaciones otro hombre diferente. La rapidez, desde luego he trabajado la paciencia muchísimo. He trabajado muchísimas cosas que tenía que trabajar y que me han venido muy bien", manifestó. 

También reveló el de Granada que su "lucha ahora ya es de abajo a lo más alto que se pueda". "Primero queda la sentencia. Pero vamos a soñar bonito y vamos a soñar positivo, ¿no? Porque si no, la vida...", reflexionó, reconociendo con un "evidentemente" que ha tenido miedo de volver a la cárcel.

"Pero creo que sería una injusticia muy grande. Yo confío en la justicia y en lo que ellos digan, pero... yo como que ni lo cuento", remachó.