En el último mes, la vida de Julián Contreras (38 años) ha dado un giro radical. Después de vivir durante un periodo de tiempo en un pueblo de la provincia de Cuenca junto a su padre, el hijo de Carmina Ordóñez volvió a hacer las maletas en busca de tranquilidad y de un nuevo hogar.
La ciudad escogida fue Córdoba, a donde también se trasladó con su progenitor, Julián Contreras, y donde está comenzando una vida nueva. Su deseo era mudarse a un destino que estuviese cerca de la playa, pero finalmente se decantó por esta localización.
Fue el programa Así es la vida quien dio con su paradero y consiguió las primeras imágenes del youtuber paseando a su perro, Rocky, por la zona de su nueva vivienda. EL ESPAÑOL consiguió localizar el inmueble en el que ahora reside y en el que cuenta con todo tipo de comodidades. Sin embargo, sigue atado a su nuevo proyecto que le impide tener una vida menos dependiente.
Su andadura en las plataformas de streaming comenzó el 22 de noviembre de 2022. Desde entonces, Julián Contreras no falla con sus seguidores o, si lo hace, es por motivos de peso. Sin embargo, los problemas de salud le hicieron ausentarse del directo nocturno de este pasado miércoles.
"Estoy teniendo ciertos problemas en la cama con las almohadas. Me dejé llevar y me está arruinando las noches. Llevo semanas mal. Me afecta todo y no tiene sentido que yo haga como que no es así. Me está amargando la vida", comienza el relato del streamer en su canal de YouTube.
El hermano de Fran Rivera (50) está teniendo algunos problemas que no dependen de él y que le están afectando a su día a día. Aunque se trasladó a su nueva casa en Córdoba hace un mes, todavía sigue reformando y recibiendo paquetes. "Por un motivo que desconozco, estoy teniendo problemas con cosas que he pedido. Al final, tantos días mata la magia. Me genera estrés y últimamente todo se me va a las cervicales", reconoce antes sus seguidores.
"Ayer estuve verdaderamente fatal y si a eso le sumas lo de las almohadas... no era viable. No tiene sentido contar otra cosa. Por suerte estoy aquí, con todas las ganas del mundo", afirma a cámara, a la vez que uno de sus seguidores le plantea que se tome un descanso de estos directos para recuperar energías y mejorarse.
Ante esta pregunta, él respondió de manera tajante: "No puedo descansar. Hago eso y las suscripciones se paran, se frenan... no me lo puedo permitir. Soy un perfeccionista, pero son días complicados y todo se nota". Julián Contreras tiene instaurado en sus canales el modelo de pago: sólo se puede comentar si se está suscrito a la mensualidad.
Durante meses se ha estado hablando de la falta de trabajo y de las complicaciones que ha tenido para encontrar una nueva vivienda. Sin embargo, sus canales de YouTube y Twitch se han convertido en una manera de recibir algo de dinero y poder hacer frente a los gastos del día a día. Precisamente ahora, necesita de estas suscripciones más que nunca después de mudarse a una casa de lujo cuyo alquiler asciende a los 700 euros mensuales.