Los últimos meses no han sido fáciles para Joaquín Torres (53 años). Todo comenzó el 4 de diciembre de 2023 cuando sufrió un fatal accidente en moto, que lo ha obligado a pasar varias veces por quirófano. El pasado 15 de abril, el arquitecto se sometió a una nueva y delicada operación en la que le colocaron una prótesis de cadera.
Él mismo lo desveló en sus redes, desde el hospital. "Hoy tengo una nueva cirugía, la cuarta en cuatro meses y medio", escribió Joaquín Torres junto a la instantánea en la que se le ve tumbado sobre una camilla. "Mi querido doctor Ángel Villamor me va a colocar una prótesis de cadera, pues la mía, debido a la necrosis, es inservible. Estoy seguro de que esta intervención será el principio del fin, expresó.
No obstante, una vez ingresado, sufrió una infección en los huesos que lo ha tenido en el hospital más tiempo del previsto. Este pasado jueves, por fin, Joaquín ha abandonado el centro médico tras recibir el alta hospitalaria. Feliz, exultante y enérgico, así se ha mostrado a las puertas del hospital. En silla de ruedas, y acompañado por una amiga, Torres ha atendido al programa Y ahora Sonsoles, de Antena 3.
"Estoy muy feliz. Estoy pletórico, se me cae la baba. No sabéis lo que es esto, no os imagináis. Agradezco muchísimo el cariño, porque es alucinante. Me siento Rambo", ha comenzado explicando, visiblemente feliz por poder volver a su hogar junto a su marido, Raúl Prieto (48).
En esa línea, ha relatado el calvario que ha vivido tras la operación para colocarle la prótesis. "Mi médico estaba convencido de que yo tenía una infección de huesos. Al final tenía razón, estaba -la infección- en las placas que me habían instaurado el 12 de diciembre y no se detectaba", ha revelado.
Sostiene Joaquín que, de no haber sido por la rapidez de los médicos, la infección podría haber acabado en algo mucho peor: "Podría haber causado incluso un cáncer de huesos y hubiera pervertido la prótesis, porque todo el mundo decía que no había nada. Pero mi médico pidió por precaución unos cultivos y ahí salió todo, un virus muy complicado".
Tal y como relató el propio Joaquín, días atrás, en el programa de Sonsoles Ónega (46), una llamada de su marido lo cambió todo tras la operación, que había salido bien. "Me llamó Raúl, mi marido, preocupado. Me dijo que volviera, que había un problema. Recibo un mensaje de Ángel que dice que hay una infección que tendremos que tratar dos semanas más con antibióticos, y tienes que estar ingresado. Es lo que sé, me he quedado un poco en shock, me puse a llorar".
En los últimos meses, tras el accidente y las anteriores cirugías a las que se sometió, Joaquín Torres tuvo que apoyarse en muletas y analgésicos para intentar mermar el dolor. Así lo comentó el mismo en diferentes publicaciones en redes.
En todo este tiempo, además de lidiar con este bache de salud, el marido de Raúl Prieto ha sufrido varios golpes personales. El pasado 2 de marzo falleció su madre, Joaquina Vérez Vivanco, tras una larga enfermedad. Aunque se trató de una muerte esperada, el dolor por la pérdida volvió a azotar al arquitecto que ha tenido que hacer frente a otra difícil situación.
Precisamente, la muerte de su progenitora desató otra polémica en torno a su vida. Según explicó públicamente, su hermano pequeño, Julio, presuntamente estafó y arruinó a su familia. "Dejó todo embargado, incluso su pensión", reveló en el pódcast Lo Que Tú Digas, grabado días después del fallecimiento de su madre.