El juicio contra Daniel Sancho (29 años) comenzó el pasado martes, 9 de abril, en el tribunal de Samui. Han sido tres sesiones en las que han declarado testigos de la Fiscalía y los policías que comenzaron la investigación e interrogaron al cocinero tras su detención. La última tuvo lugar este pasado jueves, día 11. El proceso no se reanudará hasta el próximo miércoles.
Las sesiones se han paralizado hasta el 17 de abril porque en Tailandia se celebra el Songkran, el año nuevo budista. Tiene lugar entre los días 13, 14 y 15, pero el periodo festivo se extiende desde este viernes 12 y hasta el martes 16.
Aunque Tailandia se rige por el calendario gregoriano y el 1 de enero marca el comienzo del calendario, el país asiático sigue celebrando el año nuevo budista.
Mientras se reanuda el juicio, Daniel Sancho permanecerá en la cárcel de Koh Samui, donde se encuentra en prisión provisional desde el pasado agosto tras el presunto asesinato de Edwin Arrieta. Se le imputan tres delitos: asesinato premeditado, ocultación del cadáver y destrucción de documentación ajena, por el pasaporte del colombiano. Pero el cocinero sólo se declara culpable del segundo.
El juez encargado del caso, cuya identidad se mantiene en el anonimato, ha prohibido a todos los asistentes que informen de lo que ocurre dentro de la sala. De lo contrario, conllevaría penas de cárcel.
Pese al veto del magistrado, se han filtrado ciertas cuestiones que indican cómo se ha comportado Daniel. Engrilletado de pies y manos, y con numerosas heridas y moratones a causa de las cadenas, el joven está ejerciendo de su propio abogado, ya que en Tailandia está permitido que los acusados realicen preguntas a los testigos.
Según ha trascendido, Daniel Sancho estaría comportándose de una manera "vehemente", introduciendo preguntas "capciosas" con "miradas desafiantes" y emitiendo "juicios de valor", por lo que el juez le habría llamado al orden. El joven, por otro lado, habría cometido un grave error.
Después de que Marcos García Montes haya explicado que intentarán invalidar el proceso porque no se respetaron los derechos de Daniel, entre otras cosas porque durante los interrogatorios y la reconstrucción del crimen no se le proporcionó una traductora al español, el cocinero manifestó quejas vehementes por la traducción de la persona designada por la corte tailandesa y pidió al juez permiso para que ejerciese de traductora la mujer que acompaña a su padre, que no traduce al español sino al inglés, idioma que el acusado habla perfectamente. Este paso en falto resulta llamativo, pues desmonta la estrategia de sus letrados.
Durante las tres sesiones que se han llevado a cabo, Daniel ha contado con el apoyo de su padre, Rodolfo Sancho (49). Su madre, Silvia Bronchalo (48), sólo acudió los días 11 y 12 de abril, pues la jornada en la que comenzó el juicio se encontraba indispuesta.
Está previsto que Daniel Sancho declare el próximo 25 de abril y el 3 de mayo, cuando terminarían las sesiones. En estás mismas jornadas también hablará su padre. Hasta ahora, los testigos que se han sentado ante el juez han buscado demostrar que el crimen que cometió el cocinero contra el cirujano colombiano Edwin Arrieta fue un asesinato premeditado.