Desde que dejó de formar parte del Gobierno de España como ministra de Igualdad, Irene Montero (36 años) se ha mostrado mucho más cercana y desinhibida. Tanto en sus redes sociales como en programas en los que ha sido invitada. El último, el pódcast Yo nunca, presentado por Raúl Massana. 

La mujer de Pablo Iglesias (45) ha sido la primera invitada política al mencionado espacio. Irene Montero no ha tenido reparo en jugar el popular yo nunca. Durante el programa, ha recibido un sinfín de preguntas de carácter personal a las que ha respondido con total sinceridad. En el caso de interrogantes afirmativas, la madrileña ha bebido un chupito y ha dado una breve explicación, dejando así un sinfín de anécdotas. 

Irene Montero, por ejemplo, ha confesado que en alguna ocasión se ha hecho la dormida, obligando a su pareja a levantarse para atender a los niños. Como anécdota familiar también ha recordado que se puso de parto estando en una cena. Sucedió cuando iba a dar a luz a sus mellizos, con 25 semanas de embarazo. Tras una jornada de compromisos laborales, le dijeron que tenía "mala cara" y a las pocas horas nacieron sus hijos. 

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Al margen de anécdotas familiares, Irene Montero ha sido interrogada por cuestiones de las nunca habría hablado. En plena dinámica ha dejado claro que no ha estado en un grupo de WhatsApp con Pedro Sánchez (52) ni tiene redes sociales secretas para "espiar". Cuando le han preguntado por esta última cuestión, ha expresado en tono de humor: "Bastante tengo con las mías". 

En temas políticos, ha revelado que en una ocasión recibió un botellazo y acabó en el hospital. "Llegaron unos nazis, tiraron unos botellazos y me cayó uno en la cabeza", ha relatado Irene. Con 19 años, tal y como ha revelado, también estuvo presente en un tiroteo. Tuvo lugar en Londres y estaba con un grupo de amigas. Entre risas, la mujer de Pablo Iglesias también ha confesado que a veces ha deseado que terminen los actos políticos a los que acude. 

En cuestiones más personales, los presentadores se han interesado por sus problemas con la autoridad "en general". Irene Montero se ha sincerado y ha revelado que sí ha protagonizado algún conflicto. "Con los porros, sí, me ha pasado. Pero de adolescente. Salía con amigos con Vallecas, que más o menos tenían un porro. Yo no, pero...", ha confesado la que fuera ministra de Igualdad. 

La política también se ha declarado como una "viciosa del horóscopo negro", un gusto del que también se ha hecho eco en sus redes sociales después de que dejara de militar en las primeras filas del Gobierno. 

Irene Montero, en una manifestación en Madrid. Gtres

Una de las confesiones que más ha llamado la atención de los presentadores de Yo Nunca ha tenido lugar casi al final del programa. "Yo nunca he pasado una semana sin ducharme", ha pronunciado Patricia Córdoba, actriz cómica y colaboradora del espacio. Acto seguido, Irene Montero ha bebido un shot y ha relatado cuándo y por qué se dio aquella situación. 

"Cuando empecé a militar, íbamos a lugar donde había conflictos o dónde podíamos aprender cosas sobre problemas internacionales. Me fui en el Sáhara y allí no hay mucha agua potable. Y el agua potable que tiene las familias, pensamos que tenían que ser para ellos. Así que la solución era llevarse toallitas y pasamos más de una semana en realidad. Estuvimos allí como 10 o 15 días", ha contado la pareja de Pablo Iglesias, al natural y sin ningún tipo de tabú. 

Sobre este último instante, Irene Montero se ha hecho eco en sus redes sociales, compartiendo un post del programa en sus stories de Instagram. La consultora en estrategia, comunicación y liderazgo Verónica Fumanal, ya explicaba a EL ESPAÑOL que esta nueva actitud de la política, más cercana y personal, responde a tres cuestiones: "Necesidad de contenido, necesidad de reconstruir la persona política y dar un nuevo impulso en su perfil político y público".