María Pombo (29 años) y Pablo Castellano (37) forman uno de los matrimonios con más repercusión en redes sociales gracias a la familia que han creado juntos, y que les ha convertido en figuras muy queridas por el público. Sin embargo, como dice el dicho, no es oro todo lo que reluce y detrás de su idílica vida en redes también habitan problemas.
Una cuestión que, en ocasiones, han intentado esconder de la prensa y vivir en la intimidad de su hogar. Sin embargo, en la nueva temporada de Pombo, la serie documental que relata su día a día, la dupla habla abiertamente de esas dificultades en la convivencia. La tensión entre ellos es palpable en varios momentos de la mencionada ficción.
Las desavenencias de María y Pablo comenzaron en agosto del pasado año, cuando se filtró una nota en la que Pombo pedía "deseos a la luna": "Mi matrimonio, que estaba en la cuerda floja, está mejor que nunca. Más enamorados y más felices que nunca". Estas palabras no dejaron indiferente a nadie y pronto comenzaron las habladurías y la polémica.
"No te digo que esté siendo maravilloso. Estamos aprendiendo de nuestra vida con un nuevo integrante en la familia, pero no estábamos al borde del divorcio como se dijo", confiesa María Pombo en el segundo capítulo de la nueva temporada. Aunque ellos intentan demostrar, tanto a través de sus redes sociales como de la docuserie, que todo es perfecto, sus acciones dicen más que sus palabras.
En un momento dado del episodio, Pablo Castellano le prepara una cena sorpresa a su mujer. "¡Qué sorpresa! Me voy a emocionar", comienza a decir la influencer. Sin embargo, instantes después la situación cambia: "¿Y qué más hay? Me parece una tristeza enorme comerme un tomate. Estoy empezando a estar un poco de mal humor".
Es Pablo quien suele ser el más discreto a la hora de hablar de sus miedos e inseguridades, pero en esta nueva remesa de capítulos se abre en canal. "A medida que van pasando los años, esa pasión del primer año de atracción de todo tipo va disminuyendo. No es que el amor sea menor, sólo va evolucionando. No estamos en el mejor momento, pero estamos luchando y ella está aguantando cosas que yo no aguantaría", sostiene el empresario.
Otro de los momentos más tensos de la docuserie tiene como protagonistas al matrimonio y Marta Pombo (32), una de las hermanas de María. Los tres relatan cómo vivieron su experiencia en los Latin Grammys, entre risas. Pero en un momento dado, él se enfada con su mujer y su cuñada: "Me has puesto de mala hostia. Me has tocado los cojones. Prefiero que estéis vosotras dos solas. No me apetece estar, no pinto nada y no estoy hablando. Estad vosotras dos y os reís vosotras dos".
Tras pronunciar esas palabras, el arquitecto se levanta del sofá y se marcha del plano muy enfadado. Minutos después, ya situados en otro día y en otro momento temporal, Pablo acude al psicólogo donde se desahoga y habla por primera vez de lo que le preocupa y que ni siquiera sabe su familia.
"Cuando te sobrepasan las cosas, hay veces que te afecta a la salud. Tengo una vida que ni en mis mejores sueños, pero no es todo lo que se ve, porque detrás hay problemas. Soy buena persona, pero muchas veces mi forma de ser con la gente no es la más correcta", reconoce a cámara.
Pablo Castellano, a pesar de estar muy vinculado a las redes sociales, no es una persona a la que le guste mostrar sus intimidades. Sin embargo, quiere aprovechar el altavoz que le ofrece esta plataforma para visibilizar lo importante que es la salud mental. "He querido tirar para delante y pensar que puedo yo solo y, a lo mejor, no puedo yo solo. Llevo sin dormir bien un año. Ese es el primer problema que tengo y que hace que vaya vinculado al tema personal con María, amigos, hermanos, suegros, cuñados... Necesito ser yo. Se han juntado muchas cosas", admite.
Instantes después, reflexiona qué es lo que, realmente, le preocupa de su matrimonio y que le ha llevado a situaciones límite en ocasiones. "Cada día tengo más claro que María es la mujer de mi vida y que estoy ultraenamorado de mi mujer. Pero necesito poder demostrarlo y con mi actitud no lo hago. Me jode verla sufrir. No lo ha pasado nada bien y no he podido estar a la altura como me hubiese gustado a mí", explica, entre lágrimas, en referencia al posparto.
Durante estos meses, ambos han estado trabajando en mejorar su matrimonio y reconstruir aquellas partes que se han ido debilitando con el paso del tiempo. El hecho de exponer estos problemas ayuda a entender que en las redes sociales sólo se muestra lo bueno y lo malo no suele tener lugar.