El mes de agosto del pasado año 2023 quedará para siempre marcado en la vida de la familia Sancho Bronchalo como el peor, sin lugar a dudas, de toda su vida. El joven y aventurero Daniel Sancho (30 años) confesaba -al menos esa era la versión que siempre se manejó hasta la última rueda de prensa- el asesinato y descuartizamiento de quien se supone era su pareja sentimental, el cirujano colombiano Edwin Arrieta, con el que pasaba unos días en un resort de lujo en la isla de Koh Phangan, en Tailandia.
A este lado del mundo, sus padres, el actor Rodolfo Sancho (49) y la gestora de patrimonio Silvia Bronchalo, no daban crédito ante lo que su único hijo en común confesaba haber hecho. Si bien la relación entre ellos se presumía fría y distante -ella vive en Madrid y él en Fuerteventura, además de que su vástago en común ya es mayor de edad- lo que se desconocía por completo es que había más suciedad bajo la alfombra de su hogar.
Este viernes, 9 de febrero, todo saltó por los aires cuando se conoció que Silvia Bronchalo, madre de Daniel Sancho, denunció un día antes, el 8 de febrero, a su expareja y padre de su hijo, Rodolfo Sancho, por "insultos y vejaciones". El medio de comunicación Caso abierto accedió a la denuncia, en la que Bronchalo asegura que el protagonista de El ministerio del tiempo se habría dirigido a ella como "pirada", "incapaz" o "bipolar", entre otros descalificativos vejatorios.
Unos mensajes que la madre de Daniel Sancho afirma que no serían puntuales, sino bastante recurrentes: "En otro de esos mensajes, enviado esta misma semana, el actor llegó a acusarla de sufrir un trastorno bipolar y le recordó que dicha enfermedad tiene tratamiento psiquiátrico", según consta en la denuncia. El asunto no queda ahí.
En la noche de este pasado viernes, el periodista Nacho Abad expresó en De viernes, de Telecinco, que Silvia Bronchalo había denunciado por presuntos malos tratos psicológicos a Rodolfo Sancho hasta en dos ocasiones. "Entendió que en ese momento era lo más correcto por una serie de circunstancias", declaró Carolina Castro, abogada de Bronchalo, confirmando la información de Abad. Hay que dejar claro que "son denuncias anteriores a la detención" de su hijo Daniel en Tailandia, "pero posteriores a su relación sentimental. Es decir, no estaban juntos", expresó Castro. "El paso que ha dado le ha costado muchísimo", dijo.
En conversación con Europa Press, la letrada ha desvelado en la mañana de este mismo sábado, 10 de febrero, que Silvia "ha llegado un momento en que no puede más" y ha decidido poner punto final a una conducta que le está haciendo daño por parte de su expareja: "Ella está cansada, se ha cansado, nadie tiene derecho a verter ningún tipo de vejación hacia nadie, se llame como se llame y sea quien sea el uno o el otro".
Además, Carolina ha defendido que esta nueva denuncia no es ningún tipo de estrategia para desviar la atención del caso de su hijo, que permanece en la prisión de Koh Samui a la espera del juicio por el que podría obtener cadena perpetua. "Ella no ha pretendido desviar ni un ápice la atención de su hijo, de apoyar a su hijo, de dar fuerza a su hijo y de ayudarle", ha señalado la abogada.
Cabe recordar que Silvia Bronchalo "fue la primera en viajar a Tailandia para ver a su hijo y siempre ha luchado por tener buena relación con el actor", apunta su abogada. "Ella siempre ha cooperado para que, efectivamente, al menos dentro de este proceso jurídico de su hijo, tener una buena relación o al menos cordial".
También ha dejado claro que "lo deseable" en estos casos es que ambos padres pudieran "tener una unión", pero no es el caso. Ahora, "el juzgado tiene que admitirlo a trámite, en su caso se considera que los hechos denunciados pueden revestir caracteres de delito, pues se citará a las partes a un juicio rápido u otro tipo de declaración y seguirá su trámite y su procedimiento".