Han pasado más de 20 años desde que Hugo Salazar (45 años) saltó a la fama tras convertirse en uno de los concursantes de la segunda edición de Operación Triunfo. Gracias a su carácter, sentido del humor y su arte, consiguió conquistar a los espectadores y se hizo con un puesto en la final del exitoso concurso.
Pero no todo ha sido fácil tras su paso por el talent show. El sevillano, que nunca ha renegado de sus raíces y ha llevado por bandera la etiqueta de triunfito, ha sabido compaginar su carrera como artista con su profesión como nutricionista.
Este viernes, 1 de febrero, Hugo Salazar publicó su nuevo sencillo, Mil kilómetros con el que vuelve a demostrar esa sensibilidad que le caracteriza. Se considera una persona insegura, algo que ha acabado convirtiéndose en una losa durante este camino. Con motivo del lanzamiento de su nuevo trabajo, EL ESPAÑOL habla con el cantante de su música, su familia y sus próximos proyectos.
Acaba de lanzar su último sencillo, ¿cómo se siente?
Estoy muy contento. Siempre que sacas una canción nueva lo afrontas con ganas e ilusión. Hacer una canción no es fácil. Llevo años trabajando en varias canciones, pero es que no es sólo la composición. Hay que cocinarlas, retocar la letra, la melodía, luego la grabo, la vuelvo a retocar. Tienes esas ganas, por no decir ansiedad, de que la gente la escuche y ver qué tal la aceptan.
¿Los comentarios son positivos?
Sí, pero soy una persona incrédula, me cuesta mucho creerme las cosas... sobre todo cuando son cosas buenas. Me suele pasar eso. Es una cosa que va intrínseca en mi persona y no lo puedo remediar. Soy así y no lo puedo evitar.
¿Qué significa para usted?
He intentado empatizar con esas personas que han vivido una relación a distancia. Sobre todo por la cantidad de tiempo que se pasa sin ver esa persona. No es una canción que haya escrito en primera persona, porque no estoy pasando por eso, pero sí que lo he vivido alguna vez y he querido empatizar con la gente que por lo que sea, trabajo o geográfico, no puede estar cerca de las personas que quiere. También puede dedicarse a las relaciones familiares.
¿En qué se basa a la hora de componer?
Suelo escribir sobre cosas que me cuentan, que conozco, historias vividas en primera persona. La mayoría de mis canciones son cosas que he vivido yo y he experimentado y que he tenido que verbalizar a través de las letras. Te mentiría si te dijera que todo lo que me surge en la mente y voy grabando es maravilloso. Hay muchas cosas que son para tirar a la basura, de verdad.
¿Le cuesta escoger las canciones?
Totalmente. Hay quienes dicen que sus hits les salen en una noche, pero te puedo asegurar que si alguna vez tengo algún hit, de esos que tienen nombres y apellidos, no me habrán salido de la noche a la mañana porque le daré 20.000 vueltas. Los artistas de por sí somos inseguros. A eso, súmale que lo que veo perfecto hoy mañana lo veo diferente. Soy inconformista.
¿Es difícil escribir sobre experiencias personales?
Todos hablamos de lo que sentimos porque es una manera de expresarnos. La gente que me conoce bien sabe que hay cosas que no soy capaz de expresar con palabras y sí con canciones. Soy tan inseguro que no me veo capaz de componer para otros. ¿De dónde saco yo la valentía para llamar a un cantante y decirle que tengo una canción para él? Me da mucho reparo. Para mí, tiene mucho más mérito componer una buena canción que cantar una buena canción. Me llega más la historia que la voz.
¿Siente que ha cambiado desde los inicios?
Si echo la vista atrás, quizás el Hugo de hace 15 o 20 años me gusta un poquito menos que el de ahora. Los artistas somos así, siempre nos va a gustar más la última canción que hagamos. Soy muy exigente e inseguro. A lo mejor la inseguridad se puede confundir con exigente, pero es que no me conformo con cualquier cosa.
¿Le molesta que le sigan preguntado por sus inicios y por Operación Triunfo?
Para nada. No me molesta que me pregunten por una cosa que fue maravillosa en mi vida. El pasado también pertenece a nuestra historia, así que sería una solemne tontería renegar de él. Una persona que ha vivido algo tan especial como meterse en una casa, una academia, y durar hasta el final. No me imaginaba que me fueran a dar una oportunidad así en la vida. Nunca había entrado en mis planes y nunca pensé que yo podía ser uno de los elegidos. Vamos, hubiera hecho cualquier apuesta en mi vida menos esa.
¿La salida fue complicada?
Por la naturaleza y por la educación que me han dado, el entorno en el que he vivido... fue fácil. Siempre he querido estar cerca de mis costumbres, de mis raíces, de mi ciudad... Eso lo tenía claro y fue así, quizás de manera gradual. Mi familia y mis amigos son los encargados de devolverme a la realidad, porque la realidad no era estar en una casi happy flower.
¿El entorno es muy importante?
Es importantísimo para que no se te vaya la olla. Siempre habrá algún miembro de la familia que se lo tome de alguna manera más friki, pero todo el mundo me trató y me sigue tratando como siempre.
No ha sido un camino fácil.
La música es una profesión muy complicada: hoy estás arriba, mañana estás en el medio, habrá un día en que estés abajo, intentes subir y sólo subirás dos peldaños o, de repente, pegarás un pelotazo. Es una suerte inmensa, como una montaña rusa, pero sabía las reglas del juego. Desde un primer momento sabes a qué juego vas a jugar. ¿Es una profesión fácil? No lo es. Es una profesión bonita, tremendamente bella, pero dura y hay que saber tener los pies en el suelo y mantener la cabeza fría y saber qué es a lo que te enfrentas.
Ahora compagina su profesión como nutricionista con ser cantante.
No se me caen los anillos. La nutrición era una de mis pasiones por culpa de la música. Fue cuando empecé a querer cuidarme físicamente y a estar fuerte. Quien te diga que no hay que cuidar la estética porque no es importante, te está engañando. Me metí en el campo de la nutrición y todo lo veo desde un punto de vista de salud. Estoy muy contento porque estoy haciendo otra cosa que me gusta que es poder ayudar a la gente en distintas facetas.
¿Cómo es Hugo en lo personal?
Soy malo, muy malo (ríe). No, hombre... Soy un tipo corriente. Soy muy básico, muy pillo y extremadamente desordenado. Soy feliz con mis amigos de siempre, con el deporte, con mi ciudad. Soy extremadamente despistado y tengo muy mala memoria. Amo a mi familia y a mi núcleo familiar, son mi tesoro. Intento cuidarlas y que me cuiden, porque al final en una familia todos nos tenemos que cuidar. La familia es muy importante en todos los aspectos y hay que cuidar lo que uno tiene.
¿Cómo es con su hija, Julieta?
Con Julieta intento ser un superpapi, que lo consiga o no ya es otra cosa... pero lo intento.
Y lleva muchos años junto a su pareja, Almudena.
Me sigue aguantando, que no es poca cosa. Como todas las parejas, con sus idas y venidas... pero si haces un cómputo global de todo, está bien. Llevamos muchos años juntos y tenemos algo en común muy bonito que es Julieta. Intentamos preservar todo lo que hay que preservar en una pareja para que siga sobreviviendo. Como la canción de Jorge Drexler, todo se transforma. En el amor pasa igual, va pasando fases y se va transformando. Pero el amor por una hija nunca cambia. Es como el amor de una madre, que te va a querer para toda la vida. El amor de un padre a una hija es tres o cuatro veces mayor que el amor de una hija a un padre.
Se le cae la baba...
A mí se me llena la boca y no me equivoco si te digo que es lo más importante que he hecho en mi vida. No te voy a decir que es la mejor canción de mi repertorio, porque es algo que he dicho muchas veces. Sí te digo que es lo más grande que he hecho en mi vida y es la cosa más bonita que tengo en mi vida.
¿Es de los que canta en casa?
No canto para que me escuchen. Mis mayores aliados y mis mayores críticos los tengo en casa. Hay una frase que dicen de que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, y a mi hija si no le gusta, no le gusta.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Estamos desgranando un poco los próximos singles. Ahora estoy en el proceso de hacer llegar esta canción a todo el mundo. Lo que toca ahora, a la vez que seguir componiendo es promocionar y me encantaría hacer muchos conciertos. Esto es una rueda que no para y en esta fase también es muy importante seguir componiendo.
Me encantaría que los días tuvieran 36 horas para aprovecharlos al máximo y tener más horas para hacer cosas.
¿Se atrevería a participar en algún programa de televisión?
El mayor error que he cometido en mi vida, que son muchos a nivel profesional y personal, es haber declinado ofertas televisivas que tuve por considerar que no se me iba a tomar en serio como cantante. Hace años estaba equivocado y tendría que haberme embarcado en algunas aventuras que me propusieron.