Enrique Ponce (51 años) ha comenzado el año 2024 con la mejor de las noticias: la confirmación de la fecha de su regreso a los ruedos en la que será su última gira taurina. Su gran despedida del coso. El diestro de Chiva arrancará este adiós a las plazas el viernes 17 de mayo de 2024, en Nimes, Francia.
Será la primera de varias faenas que lo llevarán por diferentes puntos de España y allende los mares. Ese día 17 es el pistoletazo de salida a su broche de oro en el mundo del toro. Y el 9 de octubre, en su querida Valencia, tendrá lugar la última faena, la más especial y emotiva: en su tierra, en su casa.
EL ESPAÑOL ya pudo confirmar hace unas semanas que el torero está "ilusionado como un crío chico", en palabras de alguien que lo conoce bien. Han sido meses de entrenamiento, llamadas y acuerdos. Pero antes de que lleguen esos frenéticos e ilusionantes días, este periódico ha tratado de dar respuesta a cómo ha vivido el exmarido de Paloma Cuevas (51) esta Navidad que acaba de tocar a su fin.
Sólo su pareja sentimental, Ana Soria (25), compartió hace unos días una instantánea en las redes sociales donde se veía a la dupla, feliz, compartiendo una comida con amigos y con José Soria, el hermano de Ana.
Más allá de este material gráfico, silencio sepulcral en torno a Enrique y Ana. Frente a esta postura, Paloma Cuevas ha celebrado su festividad más especial junto a su razón de amor, el cantante internacional Luis Miguel (53). Según pudo acreditar este medio, la diseñadora pasó junto a sus dos hijas, Bianca y Paloma, tanto Nochebuena como Nochevieja.
El día 24 de diciembre lo festejó Cuevas junto a sus hijas, sus padres, su hermana, Verónica, y Luis Miguel en su casa de Madrid, en la zona de Pintor Rosales. Allí se reunió la familia y el intérprete de La chica de bikini azul vivió su primera Navidad al lado de la mujer que le ha devuelto la ilusión.
Fin de Año, 31 de diciembre, Paloma hizo las maletas, junto a sus hijas, y acompañó hasta México al cantante, que recitaba allí su último concierto. EL ESPAÑOL puede confirmar a este respecto que, pese a que en un principio se barajó la posibilidad de que los progenitores de Paloma también viajaran, éstos se quedaron en Madrid.
Sea como fuere, lo que es un hecho es que Bianca y Paloma pasaron tanto Nochebuena como Nochevieja con su madre y con Luis Miguel, y recibieron el año 2024 allende los mares. Entonces, ¿cuándo han visto a su padre, Enrique Ponce? EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con el entorno más próximo al diestro valenciano, quien confirma que Ponce sí ha podido ver a sus hijas.
El torero ha viajado a Madrid en los últimos días de la Pascua, y ha disfrutado de la compañía de Bianca y Paloma. Lo cierto es que la fuente con la que se contacta sostiene que los desplazamientos desde Almería a la capital de España por parte de Enrique son más frecuentes de lo que trasciende.
Es el modo más habitual en el que Ponce ve a sus hijas desde que instaló su residencia en Almería, junto a Ana Soria, en aquel pandémico 2020. Conviene recordar en este punto que la única hija de Ponce que, de momento, conoce a Ana Soria es la pequeña, Bianca. Así se pudo demostrar con el material gráfico que vio la luz el pasado mes de julio en una revista del corazón.
Según confían a este medio, Ana Soria aún no conoce a Paloma hija. Esa relación aún tiene que esperar. Al margen de su separación, Bianca y Paloma siempre han sido la prioridad del torero y Paloma Cuevas. Han intentado mantenerlas en un segundo plano y alejadas del interés público. Por ello, aquellas fotos de la hija menor del exmatrimonio disfrutando con Ana Soria fueron, como poco, sorprendentes.
Hace unos meses, se explicó a este medio que la relación actual entre Enrique y Paloma es mucho más cordial de lo que muchos pudieran imaginar. Tanto es así que la fuente con la que se contactó el pasado verano deslizó que Cuevas se mostró feliz tras las imágenes de Bianca en Almería, y "celebró" que, por fin, existiera una normalidad afectiva tras el tsunami que supuesto su separación de Enrique Ponce.
El regreso de Ponce
En lo que respecta al regreso de Ponce a las plazas de toros, se cuenta a este medio que su felicidad es inmensa. Quiere que cada una de sus faenas sea única, y así pretende vivirlas. En esa línea, se detalla que Ponce ha trasladado a la familia Soria su deseo de que lo acompañen en los cosos más importantes de su última temporada.
Al menos, en Nimes y en su gran adiós en Valencia. Una propuesta muy significativa que habla de la gran complicidad que existe entre Enrique y la familia de su pareja sentimental. Al cierre de este artículo, lo único que EL ESPAÑOL ha podido confirmar es que Ana estará al lado de Ponce en Francia.
Soria ha sido el mayor y principal apoyo de Ponce en esta determinación crucial de vestirse -por última vez- de luces. "Ana es generosísima y ha antepuesto la felicidad y el desarrollo de Enrique a su propia tranquilidad", se aclaró hace unas semanas. No se esconde que para la estudiante de Derecho ver a su pareja en una plaza de toros le produce miedo y gran inquietud, pero ella enfoca esta gira como la última y definitiva.