No están siendo unos meses fáciles para Genoveva Casanova (47 años) tras la publicación de las inesperadas fotografías junto a Federico de Dinamarca (55), el inminente rey Federico X, por las calles de Madrid. Unas imágenes que le han mantenido alejada del foco mediático desde entonces.
Las informaciones sobre cómo se encuentra, con quién ha pasado las navidades o cuándo va a ser su reaparición pública no han cesado en las últimas semanas. Cuando parecía que las aguas volvían a su cauce después de lo ocurrido a principios de noviembre, su nombre ocupaba más titulares tras el anuncio de abdicación de la reina Margarita (83) y la proclamación del heredero como nuevo monarca de Dinamarca.
Tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, durante todo este tiempo ha habido una persona que se ha convertido en su gran apoyo y que ha acudido a su llamada cada vez que lo ha necesitado: la influencer Katia Gutiérrez-Colomer (22), pareja de Daniel Illescas (30), que acumula más de 100.000 seguidores en su cuenta de Instagram.
Daniel y Katia se conocieron durante la grabación de un anuncio de un perfume. Al principio, solo surgió una amistad entre ellos que con el tiempo se convirtió en amor. Ambos comparten la pasión por las redes sociales y amigos, como es el caso de Genoveva Casanova.
Su relación de amistad comenzó durante las grabaciones de MasterChef Celebrity 8, edición en la que coincidieron la empresaria -primera expulsada- y el influencer -tercer finalista-. Desde entonces, la mexicana y la madrileña se convirtieron en amigas inseparables y en confidentes en uno de los periodos más tormentosos de su vida.
Estas navidades, Katia Gutiérrez-Colomer fue captada por las cámaras de Europa Press llegando al refugio que Genoveva Casanova tiene en el barrio de los Jerónimos, en Madrid. Aunque evitó dar detalles sobre cómo se encontraba su amiga, sí que subrayó que estaba "todo bien". Sin embargo, no se conocía que el nexo de unión entre ambas era tan fuerte.
Desde entonces, las visitas no han cesado, convirtiéndose la influencer en su gran apoyo en uno de los momentos más difíciles de su vida. Es una amistad de la que no se conocen muchos detalles, ya que la empresaria mexicana lleva casi medio año poco activa en las redes sociales: primero, por la embolia pulmonar que sufrió en agosto; después por la exclusiva de Lecturas. Desde su publicación, la mexicana solo ha compartido una imagen para felicitar el cumpleaños de la duquesa de Alba.
De hecho, todos sus compañeros del programa de cocina de la cadena pública han querido protegerla tras el suceso con el heredero al trono danés, creando una barrera para evitar poner en una tesitura más complicada a su amiga.
La gran polémica
El 7 de noviembre de 2023 se desataba la polémica del encuentro entre Federico y Genoveva que traspasó fronteras y que ocupó titulares en todo el mundo. No tardaron los protagonistas en salir a defenderse, en el caso de Genoveva, y evitar las declaraciones, en el caso de la Casa Real danesa.
La popularidad del actual príncipe cayó en picado tras volver a ver la luz algunas de sus capítulos más oscuros y que estaban olvidados. Hace años se le acuñó en Dinamarca el título de 'El príncipe turbo', por su gran afición a las motos y a los coches. Ahora lo han vuelto a utilizar para hablar del tema y sacar, de nuevo, aquellas informaciones que mancharon su nombre durante la juventud.
En tan solo dos meses, las cosas han cambiado para ambas partes: Genoveva se encuentra recluida por voluntad propia para evitar volver a ser el foco de la polémica; mientras que Federico está a horas de convertirse en el nuevo rey danés.
La decisión de abdicar de la reina Margarita II de Dinamarca parecía haber zanjado la polémica con su hijo, al menos en su país. Pero también se ha entendido como una manera de proteger a su primogénito convirtiéndolo en Rey y fortaleciendo así su matrimonio deteriorado con Mary Donaldson (51).
Sin embargo, son muchas las fuentes que afirman que la australiana fue quien pidió a su suegra que esa abdicación se produjese lo antes posible, saltándose así la tradición nórdica de fallecer en el reino, para continuar con su matrimonio.