Hubo una época en la que un programa de la televisión de nuestro país acaparaba la atención de 20 millones de espectadores cada semana. Se trataba del legendario concurso Un, dos, tres… responda otra vez por cuyo plató pasaron algunos de los humoristas más populares como Edmundo Bigote Arrocet (74 años), Fedra Lorente, 'la Bombi' (72), Miguel Gila, Antonio Ozores, Beatriz Carvajal (74), Raúl Sénder (80) y, por supuesto, el recientemente fallecido Arévalo.
De todos ellos se ha escrito largo y tendido durante décadas, pero EL ESPAÑOL quiere recuperar la figura de Raúl Sénder, que en pocas semanas cumplirá 81 años. Desde que se retiró en 2007 poco se ha sabido sobre uno de los principales artífices de la banda sonora de la risa en España.
Nació en Zaragoza por casualidad, pero a los pocos meses sus padres se trasladaron a vivir a Málaga y, desde entonces, la lleva tatuada en su corazón. En la playa Sitio de Calahonda, entre Marbella y Mijas, posee una casa con piscina donde da rienda suelta a hobbies tan diversos como nadar, leer, escuchar música y escribir. Ojo al dato. Es un erudito. A veces traduce y adapta comedias bajo el seudónimo de Pedro Corre. El italiano es un idioma que le vuelve loco y provocara escaparse al país transalpino a menudo.
No hay cosa que le gusta más que coger las maletas y perderse por el mundo. Desde que está jubilado da rienda suelta a este capricho que le ha llevado a cruzar mares y océanos para visitar lugares tan distintos como Argentina, México, Vietnam, Grecia, Inglaterra…
Ha sido hijo único y, por tanto, sus progenitores le colmaban de ciertos antojos y atenciones. Desde su más tierna infancia dejó patente su faceta más pícara y pilla porque en su colegio de los Agustinos se disfrazaba de monaguillo para pasear a sus anchas, se comía las hostias o jugueteaba con la sotana del cura.
Sus ademanes tiraban ya hacia el espectáculo, pero como su padre era aparejador y dueño de una empresa constructora se vio en la obligación de estudiar arquitectura en la Universidad de Sevilla, donde por arte de magia descubrió el TEU (Teatro Español Universitario) donde llegó a coincidir con Alfonso Guerra (83), lo que provocó que abandonara los estudios. Aquello provocó un gran disgusto a su padre que le había visto como su digno sucesor, pero la decisión de Raúl no le terminó de sorprender del todo ya que desde que tuvo uso de razón le habían llevado a ver infinidad de revistas y zarzuelas.
Aunque ha pasado a la historia como uno de los grandes cómicos, sus orígenes artísticos estaban en las antípodas ya que se subió a los escenarios con obras dramáticas y sesudas. En 1962 inauguró el teatro ARA cuyo mecenazgo corrió a cargo de Ángeles Rubio-Argüelles -el acrónimo se debe a ella-, condesa de Berlanga de Duero y exmujer de Edgar Neville, uno de nuestros dramaturgos más egregios que trabó una gran amistad con Charles Chaplin e incluso trabajó como guionista en los estudios de la Metro Goldwyn Mayer en Hollywood.
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En 1966 se mudó a Madrid, donde a los 20 días de llegar le contrató el Teatro Español para la obra El burlador de Sevilla, donde interpretaba siete papeles. Su insaciable apetito por seguir aprendiendo le llevó incluso a trabajar en tres teatros al mismo tiempo. La televisión llamó a su puerta a mediados de los 70 donde hizo innumerables obras teatrales en Estudio 1 e intervino en el clásico Historias para no dormir, de quien sería su íntimo amigo Chicho Ibáñez Serrador, que en la década siguiente le contrataría para el Un, dos, tres…
El año 1980 no pudo empezar mejor ya que debutó en la sala Xenon donde estuvo cinco años ininterrumpidos sin días de descanso a excepción de su mes de vacaciones, por lo que no tardaron en apodarle El rey de la Gran Vía o El Completo, porque agotaba todas las entradas al mostrar públicamente su don para la versatilidad.
En 1982 llegó el punto de inflexión de su trayectoria profesional al aparecer en el Un, dos, tres, que entonces presentaba con un inconmensurable éxito Mayra Gómez Kemp (75). La simbiosis entre el programa y el cómico fue tan perfecta que allí surgió uno de sus personajes más queridos, Moyra, la hermana gemela de la presentadora.
Nunca se ha casado ni ha tenido hijos. Entre sus amigos más leales se encontraban Lola Flores, Raffaella Carrà, Rocío Jurado, Concha Velasco y, por supuesto, Lina Morgan, a quien solía acompañar en los eventos sociales madrileños más notables.
Casualidades de la vida, tras 41 años de carrera, decidió colgar las botas en el teatro La Latina, propiedad entonces de Lina, con la obra La venganza de don Mendo. Su última aparición pública tuvo lugar en octubre de 2022, en Málaga, en el estreno del musical Godspell. A pesar de llevar tanto tiempo retirado aún le paran con cariño por la calle, le dan besos, abrazos y firma innumerables autógrafos. Esa es la mejor cosecha cuando se ha sembrado tanto y tan bien.