Nunca hubiera querido el diestro sevillano Juan Ortega (33 años) que sus navidades de 2023 se presentasen como serán: lejos de su pareja y razón de amor, Carmen Otte (31), y envueltas en polémica. En cualquier otra circunstancia, de haberse dado el 'sí, quiero' el pasado sábado 2 de diciembre, el torero y su mujer hubieran brindado y festejado su jura de amor a lo grande, tras la luna de miel que tenían programada.
Así estaba dispuesto según el calendario de su enlace. Pero la 'no boda' trajo consigo lo inesperado. Juan y Carmen pasarán su Navidad más triste y dolorosa. Lejos el uno del otro. Tal y como le consta a EL ESPAÑOL, la comunicación entre ellos es inexistente en los últimos días, y sólo saben de la otra parte por terceras personas.
De acuerdo a los datos que maneja este medio, Ortega sigue -en realidad, nunca se fue- en Sevilla. Allí, junto a sus padres, pasará estos días de festividad y las dos noches más especiales: Nochebuena y Nochevieja. Cuenta una fuente de total solvencia que el entorno de amigos de Juan ha intentado hacer planes para arroparlo en este duro trance, pero él ha dicho que no tiene ánimos para celebraciones.
Juan ha encontrado en sus padres el gran apoyo y arropo. EL ESPAÑOL ya adelantó hace unos días que Ortega está "arrepentido" de cómo ha gestionado este tema. En los últimos días, guiado por una especie de plan de reconquista, Juan ha tomado la decisión de dejarle su espacio y su tiempo a Carmen, para que restañe las heridas y puedan enfocar su regreso sentimental sin dolor ni reproches.
Sabe que no ha obrado bien y le brindará a Carmen todo el tiempo que necesite. No quiere que nadie dude de su amor: sigue enamorado de Carmen y queriéndola mucho. Entiende que, decida lo que decida Otte, ambos se merecen una conversación y aclarar algunos puntos de su historia de amor.
Hace unos días, en el espacio Y ahora Sonsoles se puso de relieve la supuesta falta de implicación de Juan Ortega en los preparativos de la boda. Un extremo que habría sorprendido y molestado a la novia y a su familia. De hecho, para apuntalar esta teoría, se habló de una corrida de toros que protagonizó Juan un mes antes del enlace, en Ecuador.
En el país americano, Juan toreó en el marco de la feria de Latacunga, junto a Andrés Roca Rey (27). Según confirma EL ESPAÑOL, existía cierto miedo a que Juan sufriera un percance tan sólo semanas antes de darse el 'sí, quiero', y este contratiempo impidiera que se celebrara la boda.
En efecto, Ortega sufrió dos cornadas que resultaron en "fuertes contusiones en cuerpo y mandíbula, además de la rotura de dos piezas dentales", tal como rezó el parte médico. Pese a esto, Juan regresó a España y cumplió con sus obligaciones personales. Al menos, hasta el viernes 1 de diciembre, día en que se celebró la preboda.
Las dudas no le surgieron, según relatan a este medio, en el último momento: Juan llevaba meses cavilando y barruntando sobre su futuro matrimonial. Una indecisión que le trasladó a su razón de amor en más de una ocasión. La boda es un proyecto que no veía para su vida en esta etapa vital. Ortega es un hombre de firmes valores y que se negó a jugar con la palabra de Dios.
En otro orden de cosas, EL ESPAÑOL ha podido confirmar que tanto Juan como Carmen están detrás de los posibles topos -personas que filtran información a la prensa- de su núcleo más íntimo de amigos. Están convencidos, por separado, de que alguien muy próximo a ellos está facilitando información. Más allá de su turbulenta historia de amor, Juan tiene gran ilusión en su regreso a los toros.
Es, en realidad, lo único que lo motiva y estimula en estos momentos. Según su calendario laboral para 2024, será en febrero cuando se vuelva a poner ante un toro, en el marco de la Feria de San Blas y la Candelaria de Valdemorillo. La expectación, como no podía ser de otro modo, será máxima. Confía una persona que bien lo conoce que ya ha comenzado a entrenar.
Desea que las semanas terminen, que 2023 quede atrás y que el nuevo año traiga, sobre todo, paz y conciliación. Es verdad, tal y como se ha publicado, que Juan Ortega, gran creyente y católico, está rezando mucho en estos días. "No es que lo esté haciendo tras lo de Carmen, Juan siempre ha rezado y ha encontrado consuelo en Dios", apuntan a este periódico.