"Soy María Pombo y me dedico a las redes sociales". Así se presenta la influencer al comienzo de su docuserie, Pombo, donde enseña su vida como nunca antes. En cuestión de cinco segundos la joven empresaria dice quién es, sentada en el salón de su espectacular domicilio en Madrid, al que se mudó este mismo año y que le sirve de vivienda principal. La creadora de contenido, de 29 años y con más de tres millones de seguidores de Instagram, tiene dos casas más.
Su villa de Madrid ejerce de escenario en gran parte de la docuserie, estrenada el pasado 29 de noviembre en Prime Video. Desde allí no solo se presenta. María Pombo también muesta cómo transcurre parte de su rutina, entre reuniones de trabajo y encuentros con familiares y amigos.
La vivienda se encuentra en una de las urbanizaciones más elitistas de la capital y está valorada en casi dos millones de euros. María Pombo y su marido, Pablo Castellano (37), formalizaron la compraventa en abril de 2022 y reformaron la propiedad a su gusto, ajustándola a sus necesidades. El esposo de la influcencer, a través de su empresa de arquitectura, Grupo Acharray, se encargó de la reforma integral. Se trata de un chalet unifamiliar de dos plantas, sótano y baja, de unos 620 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 1.331 metros cuadrados.
No hay rincón que no llame la atención, pero resulta especialmente atractiva la cocina, completamente equipada con los electrodomésticos más tecnológicos y con una impresionante mesa de mármol que ejerce la función de isla central. Es uno de los pocos espacios que rompe con la estética natural y cálida del resto de la casa, pues su decoración se centra principalmente en los tonos oscuros.
La propiedad se completa con un amplio salón-comedor, varios dormitorios -el de María Pombo con un impresionante vestidor-, sala de juegos y cine y un inmenso jardín con piscina y espacio destinado a hacer hogueras. La decoración es minimalista, acogedora y con delicados elementos que dan un toque cálido y confortable.
Aunque vive en un espacio acogedor, privado y lejos del bullicio de la ciudad, a María Pombo y su familia también les gusta escapar del ambiente cosmopolita y descansar en el campo. Por ello, hace unos años decidieron comprar una villa rural en un pequeño pueblo de Castilla y León. Se trata de Adrados, un municipio segoviano de poco más de 120 habitantes.
Los Pombo no tiene ningún vínculo con el pueblo. Su interés por la localidad es 'heredada' de la familia de Álvaro López-Huerta, el marido de Lucía, quienes tienen una casa allí desde hace muchos años. Como los padres de las influencers, Víctor y Teresa, siempre han sido muy amigos de los suegros de su primogénita, a menudo lo visitaban.
María Pombo, en el pueblo de Segovia donde tiene una villa rural.
Fue Lucía quien un buen día se dio cuenta que a 50 metros de la casa de sus suegros se vendía una propiedad que acabó siendo de los Pombo. Hoy, esta villa de estética rural, es su refugio, su punto de encuentro y el lugar de memorables acontecimientos. Fue allí, de hecho, donde María reveló el sexo y el nombre de su hija, Vega.
De la tercera propiedad de María Pombo se tienen menos detalles y no hay constancia alguna en el documental. La casa está en pleno proceso de construcción y aunque la influencer espera que esté lista antes de Navidad, según ella misma comentó en alguna ocasión, hasta ahora no ha compartido más avances.
La villa en cuestión se encuentra en Cantabria, el lugar favorito de María. Quienes la siguen en redes desde hace mucho tiempo, bien saben que es su destino de verano por excelencia y que fue allí donde se dio el 'sí, quiero' con Pablo Castellano. Es su "sitio", su "cielo en la tierra", como ella misma ha expresado en su cuenta de Instagram.
Lo que era un secreto a voces, la influencer terminó por confirmarlo el pasado verano. "Siempre he tenido dos sueños: ser madre y tener una casa con mi familia para disfrutar. Mi sueño en construcción", publicó una María Pombo ilusionada en sus redes sociales mientras recorría las obras de la futura vivienda que se convertirá, si ocurre, en uno de los principales escenarios de una presumible próxima temporada de Pombo.