Dicen que la realidad supera a la ficción. Y aunque ha habido más de una película en la que el novio (o la novia) ha dejado a su pareja en el altar, la vida también da ejemplos de estos casos. ¿El último? El del torero sevillano Juan Ortega (33 años) que no ha acudido a la iglesia donde iba a contraer matrimonio este sábado, 2 de diciembre.
Los hechos sucedieron durante la mañana. El enlace estaba previsto a las 12:00 horas en Jerez de la Frontera, localidad donde había nacido la novia, Carmen, una cardióloga con la que el diestro llevaba 10 años de relación. Pero cuando tan solo faltaban 30 minutos para la boda, el ingeniero agrónomo de Triana llamó a la novia para comunicarle que no iba a ir.
Según han explicado fuentes cercanas al diestro a la edición hispalense del diario ABC, Juan Ortega Prado ha tomado esta decisión porque ha empezado a "tener dudas" sobre este matrimonio.
Los invitados no dan crédito
La novia, cuando recibió la llamada, se estaba vistiendo para acudir al que iba a ser, siguiendo otro de los tópicos, el día más feliz de su vida. Al enlace estaban convocados alrededor de 500 invitados. Algunos de ellos ya estaban a la puerta del templo cuando el diestro tomó la decisión.
Según las fuentes consultada por el citado medio, el torero "tenía dudas" sobre el enlace. Otros han dicho que el plantón ha sido por "circunstancias personales”. Ante tal inesperada llamada, los invitados de la novia no dan crédito a lo ocurrido. Sobre todo, porque este pasado viernes, 1 de diciembre se llevó a cabo la preboda.
[Juan Ortega o el perfume torero]
Especialmente afectados se encuentran los familiares y amigos cercanos de la novia, que han asegurado que la noticia les ha caído como un jarro de agua fría.
Hasta ahora ni Juan Ortega ni la que fuera su prometida se han pronunciado al respecto. Pero según informa el medio Libertad Digital, el torero ha regresado a Sevilla en su propio coche, y, posiblemente, ponga rumbo a la casa que hasta ahora había compartido con la que sería su mujer.
Juan Ortega se ha interesado en la tauromaquia desde que era un niño. Pero su gran salto a la fama tuvo lugar en 2020 tras hacer una gran faena en el albero de Linares (Jaén) en la que cortó dos orejas. Desde entonces, ha compartido cartel con otras grandes figuras. Entre ellas el peruano Roca Rey, que precisamente fue su compañero hace dos semanas en la localidad ecuatoriana de Latacunga.