Matthew Perry murió el pasado sábado, 28 de octubre. El actor, conocido principalmente por su papel de Chandler Bing en la serie Friends, fue encontrado sin vida en el jacuzzi de su casa de Los Ángeles. Desde entonces se han llevado a cabo homenajes y despedidas públicas. Además, se han publicado un sinfín de mensajes en redes sociales por parte de sus fans, compañeros de oficio o personalidades del gremio. También han dejado flores en la puerta de la casa del actor y se han emitido secuencias con sus actuaciones.
Una semana después de su fallecimiento se ha celebrado su funeral en la más estricta intimidad. Al sepelio apenas han acudido algunos de sus familiares y sus amigos más íntimos. Entre ellos, sus compañeros de Friends: David Schwimmer (57 años), Lisa Kudrow (60), Courteney Cox (59), Jennifer Aniston (54) y Matt LeBlanc (56).
Hollywood dispuso de un espacio para celebrar su entierro, en el cementerio de Forest Lawn, donde también se encuentran los restos de Marilyn Monroe, Bette Davis, Stan Laurel o Carrie Fisher, entre otras estrellas. Según la revista People, el servicio religioso solo duró dos horas y contó con 20 personas.
Tras conocerse su fallecimiento, han sido muchas las personas que han vuelto a poner el foco en la tormentosa vida de Matthew Perry, marcada por las adicciones. El actor desveló en Amigos, amantes y aquello tan terrible, su libro de memorias y una especie de catarsis literaria publicada en 2022, que a sus 49 años se debatió entre la vida y la muerte después de que su colon estallara por el uso excesivo de opioides.
En esa línea, durante una entrevista en People, narró que sufrió una perforación gastrointestinal por la que estuvo dos semanas en coma y cinco meses en el hospital. Todo aquello lo obligó a usar una bolsa de colostomía durante nueve meses. "Me pusieron una cosa llamada máquina ECMO, que hace toda la respiración de tu corazón y tus pulmones. Y eso se llama Ave María. Nadie sobrevive a eso", reflexionó en su libro.
"Los médicos le dijeron a mi familia que tenía un 2% de posibilidades de vivir", contó. Pero aquel pasaje fue uno de muchos, pues Matthew Perry estuvo más de 15 años en rehabilitación. Según contó él mismo, ese episodio del hospital fue un punto de inflexión por el que tomó la decisión de dejar las drogas: "Mi terapeuta me dijo: 'La próxima vez que pienses en tomar Oxycontin, sólo piensa en tener una bolsa de colostomía por el resto de tu vida'".
En aquella época, su aspecto físico ya comenzaba a cambiar, a causa de la ingesta de pastillas. Perry contó que sus compañeros de reparto "fueron comprensivos y pacientes" con él. "Es como los pingüinos. Los pingüinos, en la naturaleza, cuando uno está enfermo o cuando uno está muy herido, los otros pingüinos lo rodean y lo sostienen. Caminan alrededor de él hasta que el pingüino puede caminar solo. Eso hizo el elenco por mí".
Fue en 1997 cuando Matthew Perry comenzó a coquetear con las drogas tras un accidente. Los facultativos le recetaron Vicodin, un fuerte analgésico al que se hizo adicto. No obstante, cuando probó por primera vez aquel medicamento, Matthew ya sufría problemas con el alcohol. Llegó a consumir un total de "30 pastillas y un litro de vodka al día", según reveló, y en diversos capítulos de su carrera tuvo que ser ayudado o directamente no recordaba nada.
Incógnitas sobre su muerte
Perry fue hallado ahogado en su jacuzzi, según la información oficial. A partir de su adicción a los opiáceos, se especuló con que había consumido y, producto de ello, sufrido un infarto con posterior ahogamiento. Sin embargo, las investigaciones fueron contundentes: los exámenes toxicológicos indicaron que Perry no había tomado ni fentanilo ni metanfetamina. A pesar de esa confirmación, las investigaciones siguen y los resultados finales de las pruebas se conocerán dentro de cuatro o seis meses. Será entonces cuando se determinará cuál fue la causa del deceso.
La información oficial del motivo de la muerte del actor se brindará cuando finalice la autopsia. Por otro lado, los estudios que realizan los forenses tienen que ver con las dosis consumidas de medicamentos recetados que fueron hallados en el domicilio del actor. Había fármacos para tratar la ansiedad, la depresión y síntomas vinculados al EPOC, enfisema y bronquitis.