Laura Sánchez (42 años) es de esas personas que no te puedes creer que existan. Es imposible que su día tenga las mismas 24 horas que tiene para el resto. Vive a caballo entre Huelva, Madrid y Bilbao, ciudades a las que llega conduciendo su propio coche, dirige GO! Eventos y Comunicación, una compañía que ya tiene 13 años y desde la que crea increíbles producciones de moda como la pasarela anual We Love Flamenco.
Además, diseña lencería y ropa de baño para su firma Bloomers&Bikini, colabora en TardeAR, el nuevo programa de Ana Rosa Quintana (67) y se erige como embajadora de un sinfín de marcas que se la rifan para que promocione sus productos y servicios. Y todo eso con una sonrisa en la que "cabe la luz del mundo", como diría su paisano Carrasco (42). Laura Sánchez, definitivamente, no es obra humana.
El último de sus éxitos profesionales tuvo lugar hace apenas unas semanas. Como guinda del pastel a la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, el equipo de la empresaria onubense cerró el nacimiento de la calle Alcalá de la capital para llevar a cabo un impresionante desfile magno de moda flamenca.
Este fashion show se engloba en el plan dinamizador del destino Andalucía GO! Eventos con el patrocinio de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, cofinanciado con Fondos Europeos. Con motivo de este último proyecto y de su reciente incorporación al cartel de tertulianos del flamante formato vespertino de Telecinco, EL ESPAÑOL se cita con Laura Sánchez y con ella habla sobre televisión, amor y su hija Naia, su gran orgullo, que en agosto de 2024 cumplirá 18 años.
Empecemos por algo fácil, ¿quién es Laura Sánchez?
De fácil no tiene nada esa pregunta. Si hablamos de Laura Sánchez, sin segundo apellido, imagino que Laura Sánchez es la profesional de 42 años que lleva 25 años trabajando en la moda, en muchas facetas y versiones, delante y detrás, y que cada día disfruta más de su trabajo.
¿Y si le ponemos el segundo apellido, López?
Una tía de Huelva que disfruta mucho de la vida.
Modelo, actriz, empresaria... Laboralmente, ¿qué le ilusiona a usted ahora mismo?
Estoy con una faceta nueva que me pone mucho las pilas: colaborar con Ana Rosa Quintana en su mesa de actualidad y hacer un directo. El directo es como para los actores el teatro. Ahí vamos a pelo. No hay segundas oportunidades. Y aprender de una gran maestra, como es Ana Rosa.
Esta pregunta es un clásico, pero de todos los palos laborales que ha tocado, ¿cuál prefiere? ¿En cuál se siente más cómoda?
Le voy a dar la vuelta a tu pregunta. Te voy a decir el que menos me gusta y el que más satisfacciones me da. El que menos me gusta es el de empresaria. ¡El que menos! Tomar decisiones que pone en riesgo la vida laboral de otra gente me pone muy nerviosa. Pero cuando hacemos una producción como la del otro día en la calle Alcalá, que conlleva tanto trabajo, y después sale como sale, pues me da satisfacciones increíbles.
¿Y eso no hace callo?
Sí hace callo, sí. Y lo que antes era un mundo ahora se hace mucho más fácil. Sin mi equipo, Laura Sánchez sola no hace nada. Y es mi equipo de siempre, de hace muchos años. Yo antes montaba y cargaba percheros, ahora lo hago cuando es necesario, pero en la empresa lo he hecho todo. Yo siempre intento apagar los fuegos antes, los incendios siempre van a estar en un evento. Siempre me pongo nerviosa antes de un evento, pero prefiero que esos nervios nunca se me quiten.
¿Se plantea volver a la interpretación?
Depende del proyecto. Me llegan cositas, pero es incompatible con todo lo que hago. Confío en que llegue un proyecto que pueda encajar en la agenda. La interpretación para mí es un reto. Aprendo mucho y me gusta mucho y lo disfruto mucho. ¿Vuelves a las pasarelas a desfilar? Sí, me quito el mono, pero no es lo mismo.
[Y el premio a la mejor vestida de la Feria de Sevilla 2023 es para... Laura Sánchez]
En 2008, empezó a trabajar en Los hombres de Paco y sentó un precedente al ser la primera -o al menos de las primeras- lesbianas en una ficción española. ¿Qué siente respecto a esto?
Mira, la serie terminó hace 12 años, pues la semana pasada me vino una chica y me dijo: "Te voy a confesar una cosa. Gracias a ti tuve el valor de decirle a mis padres que me gustaban las mujeres".
Tenía esta pregunta prevista. Permítame que se la repita. ¿Se le ha acercado alguna vez alguna mujer para decirle que la ayudó con sus propias barreras emocionales a la hora de salir del armario, por ejemplo, o aceptarse a sí misma?
¡Sí, y me sigue pasando! ¡Y en redes! Muchas chicas de Sudamérica. Te puedo decir que a lo largo de estos años más de un centenar de mujeres me han confesado que han tenido la valentía de salir del armario gracias a mi personaje en la serie. Eso traspasa el simple papel de Pepa Miranda. Es increíble que un personaje de ficción ayude a una chica, a una adolescente a la que le cuesta, a normalizar su orientación. O poder hablar sin tabú de este tema con la persona que quiere.
A veces no somos conscientes del impacto que podemos tener en la vida de las personas, ¿no?
Mi padre me preguntó una vez, mientras se estaba haciendo la serie, si a mí me gustaban las mujeres. Me acuerdo perfectamente. Estábamos los dos en el coche, ya sabes que en las conversaciones en el coche no hay escapatoria... y me dijo: "Te voy a hacer una pregunta y quiero que me digas la verdad. Que no importa, que no importa. Dime si te gustan las mujeres". Le dije: "No, papá, no me gustan las mujeres". Y me dijo: "Es que cuando yo te veo en la serie te veo con tantas ganas y con tanto amor...". Y le dije: "Eso es bueno, que te lo creas".
Laura, ¿es fácil ser una mujer guapa o se les exige más a las mujeres guapas precisamente por eso?
Cuando yo entré en el mundo de la interpretación me dio mucho miedo no por ser guapa, sino por venir de la moda. Por el intrusismo. Si tienes talento, ¿por qué no puedes cantar si presentas en televisión y cantas? ¿Por qué no podemos tener más facetas? No me considero guapa. Yo me gusto, pero no me considero guapa. Yo veo a Nieves Álvarez y digo "qué guapa", veo a Eugenia Silva y digo "qué guapa". Veo algunas fotos mías y digo "salgo guapa", pero no me considero una tía guapa.
La película más taquillera de este año es Barbie. ¿Se sienten las modelos presionadas por ese canon imposible de belleza sobre el cuerpo femenino? ¿Estamos educando mal a nuestras hijas con ese referente de supuesta perfección estética?
Hace década y media a las modelos ya nos cayó la responsabilidad de la anorexia. Ahora estamos haciendo una labor de perfeccionismo imposible de alcanzar por culpa de las redes sociales. Yo con 40 y pico años ya sé lo que hay. Soy capaz de ir a un programa de televisión sin maquillar o a un evento pero porque no le doy al aspecto físico la importancia que las jóvenes le dan ahora. ¿Me gusta estar bien? Claro, pero no es mi prioridad salir más guapa. Mi prioridad es haberme informado para hablar bien, haberme documentado. Me da mucho miedo el bisturí, muchísimo.
¿No ha pasado nunca por quirófano?
Me hice una operación de cirugía estética en el pecho cuando fui madre. No cambié de talla, sólo recolocamos lo que había perdido con la maternidad. Pero en la cara, no. Ahora me está cayendo lo más grande por dejarme el pelo canoso.
La reina Letizia dice que se niega a ser una esclava del tinte. ¿Y usted?
Me he dejado las canas por ser práctica. No pienso que me quede mejor o peor estar teñida, pero es que mi tiempo lo quiero dedicar a otras cosas. Yo me tenía que teñir cada 12 días, lo que implica tres horas de peluquería, un coste económico y nunca estaba bien. Siempre tenía raíz. Ahora tengo el pelo más blanco que castaño, se veía muy rápido. Si no me gustara como me queda, me sacrificaría. Mira, mi peluquero me dijo: "No estás mejor teñida". Me gusta estar lo mejor posible para la edad que tengo, pero no quiero aparentar menos.
¿Por qué los hombres somos más atractivos con canas y las mujeres son unas dejadas?
¡Eso es! En las mujeres parece dejadez. Es muy injusto eso.
¿Y en redes sociales la atacan con este tema?
¡Bueno, bueno! No sabes... tengo mitad y mitad, pero tengo mucho hater de la cana. "Con lo guapa que eras", me dicen. ¡Eras! Yo respondo a todo, ¿eh? Les digo: "Es una decisión personal, muchas gracias, pero yo me veo bien así". A mí me cansa ver a la gente en Instagram con tanto filtro, con las mismas caras. ¡Tienen el mismo cirujano! Nunca he sido presumida, y ya con los años menos todavía.
El año que viene su hija Naia, su gran orgullo, cumple 18 años. ¿Hay miedos?
No hay miedo ninguno porque el trabajo ya está hecho. Ella es una tía muy sensata, muy consciente de ser hija de quién es, tanto por un lado como por otro. Ha pasado la época en la que se sorprendía de que nos pidieran fotos a su padre y a mí. Ahora lo ve normal. Sabe que sus padres son conocidos por su trabajo y ya está. No tengo miedo. No creo que entre en juegos de corazón porque ni su padre ni yo hemos entrado nunca. Tiene muy claro quién es y lo que quiere ser. Ella sí que es mucho más presumida que yo, a su estilo. Tiene sus redes, lleva sus redes y yo tengo control sobre eso. Sube un contenido muy adecuado para la edad que tiene.
Inevitablemente llegará el momento en que los medios publiquen la típica noticia de hijos de famosos: "Despixelamos a Naia, la hija de...". ¿Le agobia a usted esto?
Yo nunca he subido una foto de Naia, pero su padre sí ha subido muchísimas. Con lo cual ya hay muchas fotos de Naia en todas partes... Miles, miles.
Laura, este año, tristemente, estará marcado para usted y su familia por la pérdida de su padre. ¿Cómo está respecto a eso y cómo recuerda a Eulalio?
Ha sido un año bastante feo. No me lo esperaba. Él llevaba ya tiempo con cáncer, pero que fuera tan rápido... nadie lo esperaba. Era muy joven, tenía 71 años. Estoy aprendiendo a vivir con su ausencia. Me queda mucho por aprender en este sentido porque aparte de mi padre era mi compañero. Hacíamos muchas cosas juntos. Muchísimas. Echo en falta a mi padre y a mi compañero. Hablábamos durante horas, me ha enseñado todo lo que sé de la huerta, me iba con él a los toros, de concierto... Me agarro a que siempre va a estar conmigo. Ahora mismo no me vale el nivel espiritual que me he trabajado, porque lo echo mucho, mucho de menos. Estoy aprendiendo a vivir con su ausencia. Me parece todavía mentira. La semana que viene hará tres meses y todavía no me lo creo.
¿Cómo está su madre?
Ella me ha sorprendido en este sentido porque, al final, quien se queda es a quien hay que cuidar. Llevaban 50 y tantos años juntos, llevándose muy bien. Ahora tengo una unión con ella que antes no tenía. Ninguna de las dos éramos hortelanas y ahora nos llevamos todo el día hablando de cosas de la huerta. Él nos ha dejado un legado que nos ha unido mucho en algo de lo que antes no teníamos ni idea. Es maravilloso.
¿En la huerta encuentra su conexión con Eulalio?
La huerta es mi paz. Viviría en la huerta. Es el sitio en el que yo más en paz me encuentro ahora. Vivo en Madrid, estoy viajando a Bilbao para estar cuatro días con Naia, pero la semana que viene me voy a Huelva porque mi huerta me necesita y esos ratos con mi madre son maravillosos. Yo creo que eso nos lo ha dejado él para que valoremos lo que realmente importa en la vida.
Si no me equivoco, mantuvo más de nueve años de relación de novios con David Ascanio y ahora ya son cinco de casados. ¿Cuál es el secreto de este amor tan inquebrantable?
¡Llevamos 15 años! Nuestro secreto es que nos vemos muy poco, eso es muy importante, cada uno tiene su vida laboral y personal, y cuando estamos juntos lo disfrutamos mucho. No es que no estemos juntos porque no nos apetezca, es que nuestra vida no nos lo permite. Nuestro secreto es que tenemos los dos una vida separada y cuando estamos juntos lo disfrutamos mucho.
¿Qué les gusta hacer en esos momentos en los que están juntos? ¿Qué planes les refuerza como pareja?
Siempre un viaje. Somos los mejores compañeros de viaje. Él y Naia. Los dos. David y yo viajamos muy bien porque yo soy alemana y lo llevo todo en un Excel y no me salgo de ahí. El plan A siempre está cerrado. Y David se lo salta mil veces, pero yo estoy tranquila porque el plan A está hecho. Nos gusta mucho el mismo tipo de viaje. No somos de hotel con pulserita, somos aventureros.
¿Dice que con Naia también?
Lo mismo. Empezamos a viajar solas hace cuatro años y es mi mejor compañera.
¿Cuál ha sido el último viaje juntas?
Nueva York, fuimos ocho días en julio. Lo que nos reímos y disfrutamos...
David es ese tipo de persona que hace mucho está en la esfera pública, pero poca gente lo conoce bien. ¿Cómo es él en la intimidad?
David es muy sensible, supersensible, criado con mujeres, tiene un lado femenino muy desarrollado y, por tanto, es muy empático con las mujeres. Es un gran cocinero. Y es un tío que vive en su mundo. Te explico, pierde las llaves 20.000 veces a la semana. Es el mundo de David Ascanio. Después de darle de baja dos veces a su tarjeta de crédito, ya no lo hago más porque al final termina encontrándola. Es caótico, como buen bohemio.
¿Qué le gusta a Laura Sánchez cuando los focos se apagan?
Bailar en casa. Siempre. Me despierto, música, bailar. Cocinar, música, bailar. Me llevo unos sustos... Esta mañana estaba en el baño con la música, ha entrado David y me he asustado. Y me ha dicho: "Tía, vives conmigo". Y le he dicho: "¡Ya, pero no te he escuchado!" (Risas).
Para concluir, ¿un deseo personal y otro profesional con vistas a este nuevo curso que acaba de empezar?
¿Personal? Que llueva. Soy hortelana y necesito agua para mi huerto. Salud y que llueva. Y profesional, te lo juro, disfruto tanto porque no pido nada. Cada llamada que me llega de un proyecto nuevo me ilusiona muchísimo. Son regalos. Un deseo profesional es que sigan llegando proyectos bonitos.