El fallecimiento de María Teresa Campos, desgraciadamente, se ha visto eclipsado por una nueva polémica familiar. La primera sin la figura de la legendaria Campos con vida. En esta ocasión, el momento convulso ha tenido que ver con el fichaje de Gustavo Guillermo, el que fue chófer y asistente personal de Teresa durante 34 años, por la octava edición de Gran Hermano VIP.
Esta sorpresiva participación en televisión del que fue el hombre de confianza y guardián de los secretos de la mítica María Teresa ha sorprendido a propios y extraños, y ha zarandeado los cimientos de la familia Campos en su trance más débil y delicado. Al baile de comentarios y versiones sobre cuándo y de qué forma informó Gustavo a las hijas de Teresa Campos -y de cómo reaccionaron éstas-, se une el testamento y la herencia que legó.
Pese a que a EL ESPAÑOL se le informó inicialmente que Gustavo tendría una importante mención en la -menguada- herencia de María Teresa, finalmente no será así. Las únicas herederas legítimas de la comunicadora malagueña serán sus hijas, Terelu y Carmen, y tan sólo el bien inmueble que la presentadora poseía en Málaga será repartido entre sus descendientes.
De acuerdo a la información que se traslada ahora a este medio, nada más aparece a nombre de María Teresa Campos en el Registro de Últimas Voluntades. Terelu y Carmen ya están al tanto de toda la realidad hereditaria. Este periódico, además, confirma que Campos no dejó un testamento redactado de forma oficial por su carácter supersticioso.
Ahora bien, ¿en qué lugar queda Gustavo en el legado de la que fue su jefa y segunda madre? Desliza una fuente cualificada a este periódico que Gustavo "nunca esperó nada de la herencia porque ella se lo dio todo en vida". A lo largo de esos 34 años de profesión y, muy especialmente, en el último tramo de la existencia de Campos.
No se está hablando de bienes materiales legados, sino de otro tipo de herencia igualmente cuantiosa y valiosa. De entrada, Gus -como lo conoce su entorno más cercano- "tuvo un sueldo más que decente y muy apañado hasta hace pocos años. Es verdad que cuando Teresa dejó de ingresar tanto las condiciones de él cambiaron, pero ha sido un hombre muy bien pagado, acorde a las horas que invirtió".
Al este montante mensual ha de sumarse, sigue relatando la persona con la que se contacta, los viajes que Gustavo realizó con María Teresa "a muchos puntos del mundo". Y recibió Gustavo "regalos muy generosos". No hacía falta que llegaran fechas señaladas, cumpleaños o navidades: Teresa ejerció de segunda madre y le procuró a Gustavo todo lo que pudo, como a ese "hijo que nunca tuve", como reconoció ella misma en diversas entrevistas.
En los últimos años, María Teresa se preocupó muy mucho por el futuro de Gustavo Guillermo cuando éste dejase de trabajar a su lado. "Le puso todas las facilidades del mundo. Eso no puede negarlo Gustavo, ni lo hará. Es un chico de buen corazón y sabe que esto es verdad".
Campos intentó ayudarlo para que se especializara en alguna rama televisiva o sintiera inquietud por algo: "Le decía que estudiara algún curso de realización o producción y recuerdo que cuando ella estaba en ¡Qué tiempo tan feliz! le decía que se fuera a la parte técnica y aprendiera". Un testimonio éste que ha secundado recientemente en televisión Alejandra Rubio (23), nieta de Teresa.
Termina explicando la fuente consultada: "Teresa siempre fue muy espléndida". No sólo con Gustavo, también, aunque indirectamente, con su pareja, Ainhoa.
"No se ha sentido querido"
Entretanto, la pareja sentimental de Gustavo, Ainhoa, ha detallado esta semana en el plató de Gran Hermano VIP que unos 20 días antes de entrar a la casa Gustavo había mandado un email presentando su dimisión, y que en los últimos meses "ha habido muchas cosas que no le han gustado, no se ha sentido cómodo y no se ha sentido querido".
Ha sostenido esta mujer que el trabajador de la veterana comunicadora "hay momentos que es familia y otras veces que es el chófer", y eso había producido un distanciamiento entre Gus y las hijas de María Teresa. Eso sí, "es verdad que cuando ella se pone malita, todo se olvida y todo queda atrás", admite Ainhoa.
Un extremo que Alejandra Rubio ha desmentido de pleno en los últimos días. Aclara la nieta de María Teresa que dimitió "porque va a entrar en Gran Hermano". Puntualizaba que "Gustavo es un trabajador de mi abuela al que se ha tratado como familia".