Es uno de los lugares más buscados en relación con Daniel Sancho (28 años), el protagonista indiscutible en los medios de comunicación desde las últimas dos semanas. Se trata de su refugio secreto en Madrid, la casa que el hijo de Rodolfo Sancho (48) utilizaba como plató improvisado para los vídeos de cocina que grababa para su canal gastronómico de YouTube.
A pesar de que se especuló con la idea de que Daniel compartía piso con su abuela paterna, Noela Aguirre, en la zona de Arturo Soria, donde ésta vive, EL ESPAÑOL ha localizado y fotografiado en exclusiva el lugar desde el que, sin lugar a dudas, Sancho llevaba a cabo su trabajo como creador de contenidos en su canal de YouTube. Las pistas son claras.
Desde la calle se ve a simple vista la barbacoa de diseño con la tapa de color rojo que Daniel utilizaba en sus vídeos para asar carne. Según ha podido averiguar este diario, se trata de la barbacoa Kamado Joe Big Joe III, que tiene un precio de 3.200 euros. Además, se observa la encimera de madera que el joven utilizaba como decorado para llevar a cabo sus recetas de cocina para su canal de YouTube.
100 m2 y 1300 euros
El domicilio, situado en uno de los mejores barrios de la zona norte de Madrid, es un piso dentro de un edificio de seis plantas construido en el año 2005, con estilo moderno y las más altas calidades. El joven ocupaba un piso de 100 metros cuadrados con terraza en la cuarta planta y con vistas a las Cuatro Torres Business Area (CTBA). La terraza, decorada con abundante vegetación, está presidida por una zona soleada cubierta por un toldo que permanece abierto a día de hoy. Desde la calle se ve una solitaria luz que ilumina el acceso a la terraza y que permanece encendida día y noche.
Fuentes consultadas del sector inmobiliario indican que el precio medio del alquiler en el edificio, dependiendo de los metros cuadrados, rondaría los 1.300 euros de renta mensuales. Un alquiler que el joven costearía en su mayor parte con su trabajo como chef en el cáterin donde trabajaba. Su canal de YouTube sería una fuente de ingresos menor. Daniel había abierto su propio canal hace algo más de tres años, concretamente el 20 de mayo de 2020.
En el canal, dado de alta con el nombre de Puro Disfrute, Daniel Sancho ofrecía a sus followers recetas para cocinar al punto exacto de parrilla la mejor hamburguesa, o el mejor modo para cocinar un taco porkbelly o un tuétano hecho a la brasa y acompañado de guacamole y salsa chipotle con cebolla encurtida. Un real foodie que consiguió llamar la atención de más de 119.000 suscriptores. Aunque la continuidad no era lo suyo a la hora de ofrecer contenido en su canal, algunos de sus vídeos acumulan 143.000 visualizaciones en la red.
El vecino del cuarto
Ninguno de los habitantes del inmueble podía imaginar que el vecino de la cuarta planta, que solía ahumar chuletones en la terraza, se haría célebre este verano por convertirse en el asesino confeso de Edwin Arrieta, un médico estético colombiano. A pesar de que este medio intentó charlar con varios vecinos, ninguno quiso hablar del mediático Sancho ni hacer referencia a su vida en la comunidad. Al contrario que en su bloque, su fama ha crecido en los últimos tiempos como la espuma en las redes sociales.
El interés -y muy probablemente también el morbo-, ha hecho que sus seguidores en Instagram se dispararan tras la noticia, pasando de tener apenas 500 a más de 12.000 en unas pocas horas. Una fama que en muchos casos ha ido acompañada por comentarios de haters, salpicados al mismo tiempo con mensajes contra la comunidad LGTBI, algo que ha hecho que la familia -o el propio Dani, que tuvo en sus manos su teléfono y habló con una periodista de Telecinco- bloqueara su cuenta de Instagram.
El futuro se dibuja incierto para Daniel Sancho, que permanece encarcelado en prisión preventiva desde el pasado lunes 7 de agosto en la cárcel de Koh Samui a la espera de que las autoridades tailandesas terminen de instruir el caso para presentar una acusación formal contra él.
En estas dos semanas, en las que Daniel ha confesado ser autor de la muerte y posterior desmembramiento del cuerpo de Edwin Arrieta, con quien presuntamente mantenía una relación amorosa, la policía de Tailandia se ha afanado en reconstruir los hechos contando con la colaboración del acusado. A pesar de que creen haber atado todos los cabos que apuntan a una acusación formal por homicidio premeditado del joven, la dimensión mediática del caso ha hecho que la propia policía tailandesa haya convocado a los medios a una rueda de prensa que ofrecerá este martes, día 15 de agosto, para revelar nuevos detalles de la investigación.