Con permiso de Shakira (46 años) y Gerard Piqué (36), la ruptura de Rauw Alejandro (30) y Rosalía (30) puede ser el acontecimiento del corazón más importante de la escena musical en los últimos años. La pareja formada por el cantante puertorriqueño y la artista catalana anunció hace dos semanas el fin de su relación, dejando a sus seguidores en shock. Hasta conocer este desenlace inesperado, ambos se habían mostrado más que unidos: acababan de lanzar tres canciones sobre su historia de amor, corrían vientos de boda y no dejaban pasar un día sin hacer referencia el uno al otro.
Rosalía y Rauw Alejandro (de nombre original Raúl Alejandro Ocasio Ruiz) publicaban vídeos domésticos imitando al otro, paseaban por las alfombras rojas de la mano y hasta aseguraban entre risas que se avecinaba un enlace. Además, publicaban una trilogía romántica con Beso, Vampiros y Promesa, donde dejaban claro ese sentimiento exacerbado que se profesaban.
Hace unos días, sin embargo, llegaba el jarro de agua fría: se habían separado. Incrédula, la gente buscaba motivos. Y no se sabía a ciencia cierta cuándo ocurrió ni por qué. Pero quedaba claro que se había puesto un punto final. Lo confirmaban ambos en sus redes, aunque no daban detalles sobre el cisma. Y surgieron las teorías. Todo apuntaba a una infidelidad por parte del puertorriqueño, al que relacionaban con una modelo colombiana o hasta con la cantante Camila Cabello (26).
Incluso se llegó a revelar que había compartido, hace años, una noche con la actriz española Ester Expósito (23). Pero él lo negaba. Sin ser explícito, dejaba caer que no había terceras personas involucradas y que venía de hacía tiempo. También se estudió el comportamiento de Rosalía. Se retomaron vídeos de su gira, donde se la ve cantar emocionada o posar con tristeza ante las cámaras.
Ahora, el romance suma un nuevo episodio. Rauw Alejandro ha asombrado a medio mundo con una canción dedicada de forma íntegra a Rosalía. Son cinco minutos de frases de arrepentimiento, de elogios hacia la catalana, de negación de la infidelidad. Hasta se da a entender que él no quería romper y que la echa de menos.
Se titula Hayami Hana, dos palabras que en japonés significan "flor rara y hermosa" y viene firmada como Raúl y no con el apodo artístico. En ningún momento menciona a la que ha llamado "la Rosi" en otras ocasiones, pero no hay dudas de que es para ella: habla de Motomami, de Los Ángeles, el primer disco de la artista, de tatuajes mutuos, de la casa donde vivían juntos...
El puertorriqueño repite que nadie sabe "un carajo" de lo que sucedió y suelta un arsenal de sentencias amorosas. "Aquí no hay rencores, esto no es un reclamo", "To'l mundo sabe que te voy a llorar" y hasta una justificación no pedida: "Yo seré muchas cosas, pero nunca infiel". "Hemos discutido, me cuesta expresarme, todas mis carencias ya tú te las sabes. Yo también tus cosas tengo que aguantarme pero nunca por mi mente pasó la opción de quitarme", afirma.
Todo el tono de la canción es agridulce. Por un lado dedica alabanzas a su excompañera. Por otro, ratifica que se ha acabado. Habla de "sus ojos preferidos" o de que terminará la casa de los dos por si a ella le da por volver. "La vida que llevamos no es pa’ todo el mundo: la prensa, las redes, presiones de grupo. Estando lejos es más difícil, más fácil juntos. Trabajamos sin parar, ¿pero hasta qué punto? Estar en nuestro campito vale más que to’ el dinero y la fama", pregunta.
Un bombazo para sus seguidores, que aún lamentan este acontecimiento sociológico y musical. Las redes se han llenado de menciones al tema del artista, de plegarias por el regreso o de lágrimas por ese sentimiento latente que expresa: "Hoy te dejo de escribir, no de querer", apunta Alejandro. Puede que al relato aún le queden más capítulos.