Divertida, espontánea y natural, estos son los tres calificativos que podrían definir a Cristina Tárrega (54 años), un auténtico animal televisivo que triunfa con su nuevo programa, La vida sin filtros. Su energía desbordante se trasmite a través de su voz en cuanto coge el teléfono para atender la llamada de EL ESPAÑOL y responde a cada cuestión como si conociera de toda la vida al entrevistador.
Entre risas y confesiones sin remilgos, la periodista valenciana habla de su vida profesional, del paso del tiempo y de su matrimonio con el exfutbolista Mami Quevedo (54), con quien lleva casada más de 25 años y tiene un hijo, Marco. Volver a presentar, después de un tiempo ejerciendo de colaboradora en varios programas, es una alegría para ella.
Lo explica con un simil de lo más tierno: "Es como una maternidad en la madurez. Tenía ese instinto maternal de tener un bebé programa y como tal lo cuido". El próximo 9 de agosto cumplirá 55 y se encuentra en un momento dulce y mágica. Aquí llega la Tárrega, en estado puro.
[Cristina Tárrega presentará en Telecinco 'La vida sin filtros', sin guion ni información previa]
Vuelve al primer plano con programa propio, que además está obteniendo buenas audiencias, ¿cómo recibió la propuesta?
No te voy a decir que por sorpresa, pero sí con la nueva era Mediaset. Yo estaba esperando un formato que se adaptara a mí, porque lo que había visto hasta el momento no me encajaba. Cuando tú sales otra vez en la primera línea tienes que estar muy convencido de lo que tienes entre manos.
Eso evidencia que ha dicho que no antes a algunas propuestas...
Digamos que ha habido cositas y no he dado pie a más porque no era lo que me gustaba o donde me gustaba. Soy bastante prudente para eso. Además, como también tengo una agencia de comunicación, que es mi trabajo, y además cuento con mis colaboraciones, la verdad es que no estaba a la desesperada. Estaba con muchas ganas, pero no a la desesperada.
Es una de las afortunadas que puede rechazar ofertas.
Sí, lo soy. A mí me gusta mucho el periodismo y la comunicación de empresa. Llevo la firma de cosmética Sesderma nacional e internacional, luego todo el tema del vacuno con mi agencia. Eso me mantiene con mucho trabajo y viajo mucho al extranjero.
Parafraseando el título del programa... ¿tiene filtros Cristina Tárrega?
He tenido muchos menos filtros de joven, ahora tengo muchos más. Creo que soy una persona consecuente, respetuosa y con educación, aunque dentro de eso me gustaría poder hablar
con más normalidad porque últimamente todo el mundo tiene la piel muy fina. Pero bueno, yo me adapto a todo y si me equivoco no me cuesta pedir perdón.
¿Ha necesitado alguna vez una cura de humildad?
No, a mí ya me la dieron en casa. Mi padre y mi madre me han situado siempre en mi sitio e incluso me he llevado algún cachete. Soy una persona muy humilde, soy igual de feliz contigo tomándome un refresco al borde del mar, que en el mejor restaurante de París.
Tiene una carrera larga y exitosa a sus espaldas. ¿Hay algo que le hubiera gustado hacer y que no ha hecho?
Sí, estudiar Medicina, soy una médico frustrada, pero no me dio la nota para estudiar esa carrera. Soy una friki de este campo y me encanta leer el Vademecum (la enciclopedia médica). Me sé los principios activos, los pesos moleculares... me rechifla. Me gusta acompañar a la gente cuando está enferma, soy muy coach en eso.
También ha hecho algunos cameos en la interpretación, ¿se ha perdido España una gran actriz?
Pues no descarto hacer algo más. Ha habido algunas propuestas, pero es que no me gusta madrugar y los rodajes empiezan muy pronto. Me encantaría hacer un papel muy dramático.
Pese a ser un personaje conocido, su vida privada siempre ha estado un poco al margen del foco público, ¿cómo lo ha conseguido?
No vendiendo nada. Jamás he comerciado con mi vida privada. Creo que eso es una parte y luego que tampoco soy ansiosa de salir en los medios, ni en las portadas. A mi marido no le interesa y mucho menos a mi hijo. De hecho, una de las mayores broncas que hemos tenido en mi vida fue porque subí una foto suya a mis redes en su 18 cumpleaños y se hicieron eco algunas revistas. ¡Estuvo sin dirigirme la palabra 15 días! Yo he sabido mantenerme callada incluso ante los rumores sobre mí y mi vida de pareja y me he mordido la lengua. Mi marido siempre dice: "Cariño, la vida nuestra es de puertas para adentro".
¿Ése es quizá el secreto de su matrimonio con Mami Quevedo? Aunque dice que al principio muchos no daban un duro por ustedes.
En mi caso, el mérito es de él. Yo creo que Mami tiene muchísimo
mérito conmigo, porque yo tengo lo mío. Él es mi centro, me contiene. Es un tío de fútbol, acostumbrado a salir al campo y a enfrentarse, entonces tiene esa contención. Toda esta emoción mía que yo tengo, de pronto me para y me pone la cabeza en el sitio. El secreto es que yo he tenido mucha suerte de casarme con un andaluz, muy gracioso, sin pretenderlo encima. Hasta cuando dice. 'Pásame el plato' tiene arte. Es una maravilla.
¿Cómo es Tárrega de puertas para adentro?
Soy muy trasto y muy divertida. Soy de esas personas que intento que la gente esté a gusto conmigo.
También tiene pinta de ser de armas tomar cuando se enfada.
Bueno, tengo mucha paciencia, aguanto mucho, pero cuando digo hasta aquí, he acabado para toda la vida, sin rencor. No tengo vuelta, a no ser que me hagas el camino de Santiago. No tengo maldad y no me cuesta pedir perdón, aunque trato de no hacer las cosas mal para no tener que pedirlo. Eso me lo enseñó mi padre, que es el marcaje de mi cabeza. Mi madre es el humor; entre los dos han hecho este híbrido que soy yo.
Aunque a su hijo no le gusta que hable de él, ¿cómo se ve en su faceta de madre?
Soy dura en lo que tengo que ser, pero comprensiva, dejando espacio. Mi hijo es lo único que me hace eterna. Ojalá hubiera tenido más hijos, aunque a veces pienso que casi mejor no.
En agosto cumplirá 55 años, ¿le pesa el tiempo?
Claro, pero ahora hay muchas cosas para combatirlo. Yo no soy de operaciones, porque soy una cagada. Sólo me he hecho una reducción mamaria y el pobre médico acabo de mí hasta el moño. Me joroba mucho cuando llega un hater y me dice que estoy operada. ¡Ya quisiera yo! Sin embargo, hay un montón de tratamientos estupendos y yo los prueblo todos: microblading, maderoterapia, Bótox, hilos tensores... Pero no abuso y luego cremas, todas las que pueda me las echo. Yo tengo los mismos morritos que cuando nací, tengo la misma cara.
¿Y el deporte?
Bueno, he tenido épocas donde entrenaba más, ahora no hago nada, tengo que volver. Es cuanto a la alimentación, la doctora Niño Aragón me ha puesto una pauta coherente y correcta para mí y la llevo a cabo. De todos modos, confío en mi buena genética, que he heredado de mis padres, porque ellos están espléndidos y muy activos, con 85 y 86 años. Los amo, son mi vida.
Para terminar, ¿cómo afronta las elecciones del domingo?, ¿tiene claro a quién votar?
Me gustaría que ganara la codura y el progreso para este país. Que se entendiera la gente mejor y que no se malinterpretara todo. Para mí la política es complicada, porque yo estoy criada en el equipo, en mi casa y con mi marido. Entonces creo que trabajar en equipo es lo mejor. Ojalá la política fuera como el fútbol que son muchos unidos para meter el gol.