Desde que en 2012 se supo que Carmen Sevilla (92 años) padece alzhéimer, han sido pocos los detalles que han trascendido sobre su estado de salud. Su enfermedad, de hecho, se dio a conocer tres años después del diagnóstico y en más de una década no se ha compartido ni una imagen de la actriz. Su situación se ha mantenido en la más estricta intimidad y son contadas las veces que su entorno más cercano ha querido hablar públicamente.
Hasta que este lunes, 26 de junio, se dio a conocer que había ingresado en estado grave en un hospital de Madrid, según informó Fórmula TV, lo último que se sabía de la intérprete era cómo había celebrado su 92 cumpleaños el pasado octubre.
"Está estupenda, tranquila. La he dejado recién peinada, como dice la canción, escuchando La bella de Cádiz. Carmen necesita paciencia y tranquilidad. Sigue estando delicada de salud, pero en general, dentro de lo que es bien está bien, exactamente fantástica dentro de lo fantástica que se puede ver", dijo entonces Moncho Ferrer, su amigo más fiel y uno de sus pilares en este duro trance.
[Carmen Sevilla, ingresada en estado grave en un hospital de Madrid]
Desde 2015, cuando ingresó en el centro de mayores Orpea, en Aravaca, Carmen Sevilla ha recibido la visita de su amigo, constantemente. Moncho, quien también trabajaba como actor, llegó a desvelar que ve a la intérprete "casi todas las semanas". Es el único, además del hijo de la presentadora, que tiene permiso de hacerlo.
Aunque no lo reconoce, debido al alzhéimer que padece, Moncho Ferrer siempre ha estado a su lado. En su último cumpleaños le llevó un gran ramo de flores y compartió unas horas con la veterana actriz. Se conocieron trabajando en 1985 y desde entonces no se han separado. Para él, Carmen es una figura imprescindible en su vida y, aunque ella no lo recuerde, se lo hace saber con cada visita.
Moncho Ferrer es una de las pocas personas que ha informado sobre el estado de salud de la veterana actriz, así como de su rutina, desde que ingresó en la residencia de Aravaca. La familia de Carmen, en cambio, ha optado por apartarse de los focos y llevar el tema con absoluto hermetismo. Al menos así fue hasta que el pasado octubre, antes de su 92 cumpleaños, su único hijo, Augusto José Algueró, fruto de su primer matrimonio con el compositor Augusto Algueró, concedió una entrevista a la revista Diez Minutos, confesando que la artista ya no lo reconocía.
EL ESPAÑOL confirmó que es una delicada y triste situación que tiene asumido y lo entiende como algo irreversible y propio de su estado. Eso sí, nada quita que el dolor siga siendo el mismo. Augustito, como le conocen en su entorno, "adora y admira a su madre", tal y como aseguró a este medio una fuente cercana a la familia.
Aunque su vida profesional ha estado ligada al mundo artístico -es compositor y ha trabajado en laSexta-, Augusto Algueró siempre ha preferido mantenerse alejado del papel couché. En lo que respecta a su vida personal, tiene dos hijos adolescentes -uno de 18 años-, fruto de su matrimonio con su exmujer, Marta Díaz. Actualmente está soltero, centrado en su faceta de padre y en su progenitora que, en su caso, "ejerció de padre y madre en una etapa clave".
A igual que Moncho Ferrer, Augusto Algueró visita a su madre todas las semanas y en cada fecha especial, como su cumpleaños. Ambos son los únicos que tienen contacto directo con Carmen Sevilla, por expreso deseo de su propio vástago. En su estado, conviene llevar una rutina marcada y medida, tanto de tareas como de visitas.
Si bien parece ser la mejor decisión por el bienestar de Carmen Sevilla, el hecho de que Augusto Algueró restrinja las visitas que recibe su progenitora, ha incomodado a aquellos amigos que también formaron parte de los mejores momentos de la actriz. "Yo en el año 2015 le pedí a Augusto que me dejara ver a su madre porque yo quiero despedirme de ella y no tengo respuesta. Desde aquí le hago un llamamiento para que me deje despedirme de Carmen Sevilla. Quiero verla y abrazarla, no quiero despedirme delante de un ataúd", manifestó ese mismo año Norma Duval (67), dolida, en una conversación con este periódico.