Este pasado miércoles, 7 de junio, Ana Obregón (68 años) presentó el El chico de las musañaras, el libro de su hijo que ella terminó de escribir. Lo hizo en el hotel The Westin Palace, ante más de 50 medios de comunicación. EL ESPAÑOL estuvo presente, siendo testigo de su testimonio y de una inesperada e impactante confesión: la llamada póstuma que recibió en su teléfono de Álex Lequio. Una situación inexplicable que también vivió Paz Padilla (53) tras la muerte de su marido, Antonio Vidal.
Tras conocer el relato de Ana Obregón, la humorista ha querido compartir su historia, dando mayor credibilidad al relato de la bióloga para aquellos haters e incrédulos que no dan crédito a aquella llamada póstuma.
En la rueda de prensa, Ana explicó que, teniendo una reunión con la editora del libro -sin tener muchas fuerzas para llevarlo a cabo- recibió una llamada desde el teléfono de Álex que le pareció inexplicable e interpretó como una señal. Y es que el móvil de su hijo estaba apagado en la mesilla de noche.
La experiencia de Paz Padilla, desconocida hasta ahora, fue prácticamente idéntica. "Quiero contar una cosa que me pasó a mí, que nunca lo he contado, pero que me gustaría que alguien me explique qué es", comienza la actriz en sus stories de Instagram como preámbulo de su relato.
Paz, al igual que Ana, mantenía el teléfono de su marido en la mesilla de noche. Según desvela, estaba sin línea y apagado. La humorista no le daba ningún uso porque hacerlo le hacía "daño" y aún así, un año y dos meses después del fallecimiento de Antonio Vidal, recibió un mensaje con una foto.
"Escribo el libro, estreno el libro, preparo la obra de teatro y el 7 de septiembre de 2021 -él murió el 18 de julio de 2020- y voy a estrenar. La ensayo, me cuesta mucho, mi director me enseña a hacer ejercicio porque revivo momentos tristes, estreno la obra en Madrid y en el día del estreno, por la noche, recibo una foto de Antonio y mía. Miro y pone 'mensaje de Antonio'. Es su número de teléfono y hay una foto de los dos", relata Paz, quien interpretó aquello como "una señal".
"Yo no entiendo qué ha sucedido, porque su teléfono está sin línea y apagado en mi mesilla de noche. Pero, efectivamente, esto para mí simbolizaba muchísimo", dice la actriz de La que se avecina, quien intentando despejar cualquier duda, al llegar a casa hizo las revisiones pertinentes, buscando una explicación.
"Cuando llego a casa, voy a la mesilla de noche, no tenía batería, lo pongo a cargar, está vacío, abro el móvil y el último mensaje que Antonio me manda a mí es esa foto. Nadie sabía sus claves, salvo yo, nadie podía abrirlo. Y además, no había línea. Para mí fue un shock y lloraba. Lo interpreté con una señal", confiesa Paz Padilla.
Para evitar especulaciones, la actriz, consciente de que la línea de su marido podría pertenecer ahora a otra persona, explica: "Recibo la notificación de su nombre y la foto de los dos, que nos hicimos en Portugal. No podía mandarla otra persona aunque tuviera su mismo teléfono".
Tras su relato, la intérprete ha enviado un mensaje de apoyo a la bióloga y a todos aquellos que han perdido a un ser querido. "No cuestiono a Ana en absoluto. Como eso, he sentido muchas veces. Veo mariposas todos los días. He hablado con padres que han perdido a sus hijos y les sucede lo mismo. ¿Es una manera que tienen de comunicarse con nosotros o nos reconforta pensar que en cierta forma ellos están?", se pregunta Paz Padilla, dispuesta a recibir y compartir experiencias similares que hayan vivido sus followers.