La enfermedad de Ruth Lorenzo que arrastra desde la adolescencia y que la llevará a quirófano por tercera vez
La cantante se ha sincerado en un podcast sobre su problema de salud que le ha obligado a operarse ya dos veces.
3 junio, 2023 02:26Mayo ya es historia, un mes que ha dejado numerosas noticias en diferentes ámbitos, tanto en el plano político, como en el deportivo o el cultural. A pesar de ello, una de las buenas nuevas más deseadas desde hace años tampoco se dio en este 2023. España volvió a pasar de puntillas en Eurovisión, con un discreto decimoséptimo puesto. Un poco más arriba, concretamente en la décima plaza, terminó Ruth Lorenzo (40 años) en la edición de 2014.
Su Dancing in the rain no pudo colarse entre las canciones favoritas del público pero, tras aquella decepción, la artista murciana sí ha sabido mantener una carrera musical. Esa trayectoria y su exitosa participación en el televisivo The X Factor hacen que su nombre siga siendo sobradamente conocido y, por tanto, un reclamo para determinados programas como el podcast Freeda Doc.
Por este espacio pasó recientemente Ruth Lorenzo para "hablar de tetas". El perfil del podcast en Instagram explicaba que "hablar de tetas, y más en redes sociales, no es algo que se suela hacer abiertamente y sin censura. Por eso, hemos invitado a estas mujeres increíbles para que nos cuenten sus experiencias con sus tetas y dar visibilidad a todo tipo de formas, tamaños y decisiones sobre nuestros pechos". A partir de esa premisa recogieron testimonios de Lucía Arestegui, Carolina Moura (23), Lucía Torres o Cristina Gómez, aunque ninguna de ellas ha dejado un titular con tanta difusión como el de Ruth Lorenzo.
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"Mi cuerpo es muy sensible a las hormonas femeninas y me crece el pecho sin parar". Así de sincera se mostró la artista murciana a la hora de hablar sobre la hipertrofia mamaria que padece, un problema con el que lleva conviviendo desde la adolescencia. "Me creció el pecho tan rápido, tan rápido... De estar muy plana a que, de repente, los niños en el colegio pensaran que me ponía calcetines", detalló antes de contextualizar que "no te da tiempo mentalmente a desarrollarte de una manera para comprender lo que te está pasando en el cuerpo. Tu cuerpo se desarrolla mucho antes que tu mente".
Esta es la razón por la que Ruth Lorenzo ha pasado en dos ocasiones por el quirófano, tal y como ella misma ha confesado. Aunque ha adelantado que las intervenciones no se quedan ahí: "Voy a por la tercera, que lo más seguro es que tengan que retirarme la mama completamente para tener que evitar seguir operándome".
Hay que destacar que la hipertrofia mamaria también es conocida como gigantomastia y consiste, efectivamente, en el desarrollo excesivo de las mamas. En este sentido, los especialistas precisan que un seno medio suele pesar 500 gramos, mientras que en estas pacientes el tejido puede superar los 1.500 gramos. A partir de este dato queda claro que los problemas que surgen afectan a dos apartados, el físico y el psicológico, tal y como ha apuntado la propia Ruth Lorenzo, quien comentó en este podcast una anécdota que lo ilustra a la perfección: "Cuando coincidí con Amy Winehouse en 'The X Factor' me puso el mote de tetona".
Respecto a los problemas de índole física, uno de los más importantes tiene que ver con la columna vertebral. El tamaño de las mamas puede provocar que se adopte una postura incorrecta, afectando al cuello, los hombros y los nervios intercostales. Sobre el ámbito psicológico, el hecho de desarrollarse la gigantomastia durante la adolescencia, una etapa vital donde las críticas al aspecto físico son más dañinas, puede derivar en una autoestima baja y rechazo al propio cuerpo.
Por los motivos ya expuestos, y al tratarse de un problema de origen hormonal y genético, la solución para este tipo de problemas suele pasar por la intervención quirúrgica, siempre a partir de la valoración de si la hipertrofia se da solo en una de las dos mamas (unilateral) o en ambas (bilateral). A partir de ahí, la operación consiste en reducir el volumen a través de una mamoplastia, donde se reducen la glándula mamaria y los tejidos de alrededor. En la mayoría de los casos suelen quedar unas cicatrices en algunas partes externas del pecho, pero su recuperación suele ser menos problemática que la de los aumentos de pecho.