Las piezas del puzle comienzan a encajar y ya habría explicación a la tristeza que invade a Alejandro Sanz (54 años) y que él mismo hizo pública la pasada semana a través de sus redes sociales, aunque sin precisar el motivo. El cantante y su novia, Rachel Valdés (33), han roto su relación sentimental después de tres años juntos. La noticia ha sido publicada por la revista ¡HOLA! y viene a confirmar los rumores de que algo no marchaba bien entre ellos.
Al parecer, la pareja atravesaba una grave crisis que finalmente no han podido solucionar, decidiendo tomar caminos separados. El pasado sábado 27 de mayo, Alejandro publicaba un inquietante mensaje que preocupaba a sus seguidores y también a su entorno. "No estoy bien. No sé si esto sirve de algo, pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado. Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano", empezaba diciendo.
Luego añadía: "Estoy trabajando para que se me pase… Llegaré a los escenarios y algo dentro me dirá qué hacer. Pero a veces no quiero ni estar. Literalmente. Sólo por ser sincero, por no entrar al ruido inútil. Sé que hay gente que se siente así. Si te sirve, yo me siento igual". En ningún momento hacía alusión a su estado sentimental, ni nombraba a la que era su pareja. Rachel tampoco interactuaba con él en redes.
Parece que entonces la ruptura ya se había producido o al menos estaba a punto de tomarse una decisión definitiva. Según publica LOC, unos días antes de ese mensaje Valdés había abandonado la casa de Somosaguas (Madrid) que compartían, llevándose sus objetos personales. La determinación de separarse habría partido de él. Por el momento, ninguno de los dos se ha manifestado públicamente al respecto.
Alejandro está volcado en sus conciertos y trata de recuperarse de este bache. Él mismo lo decía en Twiitter al tiempo que agradecía el apoyo de sus seguidores: "Estos días he recibido mucho cariño por diferentes vías y las agradezco muchísimo todas. He tenido un brote fuerte este fin de semana y aunque aún no termina de llegar la luz, parece que se ha despertado una luciérnaga en mi pecho".
Se había especulado con la posibilidad de que cancelase alguna actuación, pero el trabajo le ayuda a mantener la cabeza despejada. "No quiero suspender la gira porque creo que con la ayuda correcta y un poco de comprensión y apoyo en los shows, lo vamos a sacar adelante. Además, creo que encerrarme no es buena idea. Gracias por el calorcito. Vamos a por el día de mañana. El sol está de camino", decía poco antes de que se conociera su ruptura con Rachel Valdés.