Faltan poco más de tres meses para que ambas cumplan su sueño de formar una familia, por lo que éste es el momento más dulce de su relación. Aunque siempre han sido discretas, se conocen algunos detalles de la preciosa historia de amor de María Casado (45 años) y Martina diRosso que, según ha confesado la propia periodista, le ha cambiado la vida y se considera afortunada de tenerla a su lado.
Mientras se preparan para recibir a la pequeña Daniela en su casa de Málaga, ambas continúan con sus respectivos trabajos. La cantante, nacida en Tarragona pero criada en Andalucía desde pequeña, prepara su primer disco, que saldrá a la venta probablemente en octubre y recientemente ha participado en un festival de música para la visibilidad LGTBIQ+ femenina en Fuengirola. Es una artista comprometida con el movimiento. Por su parte, María también está pensando en nuevo proyectos con Teatro Soho Televisión, la productora de Antonio Banderas (62).
Pero el proyecto más importante para ambas es el nacimiento de su primera hija, que supone la guinda a su relación. Casado la hizo pública en septiembre de 2021, unos meses después de conocerse en Málaga, a través de una amiga común, como suele suceder muchas veces. Ahí empezó un viaje que ellas definen como "una aventura maravillosa".
Así lo contaba la presentadora de Las tres puertas en una entrevista con la revista Shangay: "A través de una amiga en común, apareció en mi vida Martina. Viene a Málaga y… tuve la inmensa suerte de conocer a su lado lo que yo pensaba que era el amor y no lo había conocido nunca. Ahora tengo esa inmensa suerte".
Por su parte, Martina también ha hablado de su relación ante los medios y también a través de su música. Cuenta su romance con María Casado en la canción titulada Oye donde escribe: "He aquí la historia de cómo terminé viviendo en Málaga. Estaba en una plaza que se llama La Merced, esperando a una chica muy canijita. Era rubia catalana ojos verdes 1’70. Y yo, me enamoré". La cantante asegura que su novia le aporta estabilidad y felicidad de una manera tranquila: "Con María me he dado cuenta de que el amor es otra cosa, es acostarte y levantarte feliz, tener respeto mutuo, dar y sentir libertad, hablar y entendernos y ser generosas la una con la otra".
Desde que dieron a conocer su noviazgo, han asistido juntas a varios eventos y también han dado a conocer alguno de sus momentos de su vida privada en sus respectivas redes sociales. Comparten su amor por los animales (a Martina le encantan los gatos), por los viajes (la pasada Navidad estuvieron en Ámsterdam) y también son dos apasionadas futboleras, aunque de equipos rivales. Se dedican piropos y románticas palabras de amor en cada una de sus publicaciones.
La normalidad es la clave de su relación a nivel mediático; ésta es la manera de la reputada periodista y presidenta de la Junta Directiva de la Academia de Televisión de darle visibilidad al colectivo LGTBI al que pertenece. Así lo contaba a EL ESPAÑOL en una reciente entrevista: "Desde esa normalidad lo único que te llega son cosas buenas. Entonces yo creo que he vivido siempre con esta naturalidad y no he vivido nunca escondida de nada. Esa naturalidad creo que ayuda a llegar a más personas que se puedan sentir identificadas. El feedback ha sido bueno, positivo y muy cercano. Está bien tratarlo con normalidad porque es normal o debería serlo". Reconoce que, pese a los avances en ese terreno, "las relaciones entre mujeres se ven menos".
El 14 de febrero de este año anunciaron que iban a ser madres y María espera con paciencia a que las musas vengan a visitar a Martina para componerle una canción a su primera hija. Y quién sabe si también pondrá la banda sonar a su próxima boda que llegará pronto. La artista también es fotógrafa, así que el book familiar está más que asegurado. La llegada de Daniela, después de verano, marcará el inicio de otra etapa diferente en su relación y supone la culminación de un sueño cumplido de ambas. "Es una niña muy buscada", confesó María a este medio.