Con una infancia rebelde e inconformista a la par que repleta de leyendas urbanas sobre su verdadero origen, Tita Cervera ha hecho de su capa un sayo y llega a los 80 este domingo, 23 de abril, con los deberes bien hechos. La actual baronesa Thyssen vive en su retiro dorado -en Andorra, por motivos fiscales y en Sant Feliu de Guíxols en la Costa Brava, porque es su auténtico hogar- volcada en sus gemelas María del Carmen y Guadalupe Sabina (17 años) -la identidad de su progenitor sigue en el aire, aunque son ya bastantes quienes la saben-. Ya lo dijo en la portada de Vanity Fair: "Elegí muy bien al padre de mis hijas. Es el mejor".
Según Forbes, la Biblia de los milmillonarios, la baronesa Thyssen tendría una fortuna de casi 1.400 millones de euros, lo que la convierte en una de las mujeres más ricas de España y, por supuesto, en una de las más influyentes en el goloso mercado del arte. Posee una de las mejores colecciones del mundo heredadas de su último marido, Hans Heinrich von Thyssen-Bornesmisza, con obras insólitas de Monet, Degas, Goya, Rembrandt, Miró, Picasso, Canaletto, Cézanne y, por supuesto, su propia antología, la Carmen Cervera Collection, compuesta por maestros del siglo XIX y XX de movimientos impresionistas, postimpresionistas y expresionistas de la pintura española, europea y norteamericana.
En 2013, una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) desveló que ocultaba dinero en paraísos fiscales, concretamente en las islas Cook, para comprar piezas en Christie’s y Sotheby’s. Su venerada madre, María del Carmen, fue un apoyo fundamental para convertir a Tita en el personaje que es actualmente. Le incitó a visitar museos, pero lo que siempre ha rondado (según la rumorología de chachas y mayordomos del Turó Park, una de las zonas más exclusivas de Barcelona donde nuestra protagonista posee un piso de 500 m2), es que mamá se encargó de posicionar a su hija gracias a su belleza. Es en esa zona donde la millonaria aristócrata se reunió en secreto con Eduardo Sánchez Junco, el fallecido director de ¡HOLA!, para negociar la venta de su vida por fascículos.
En una nebulosa queda ya su divorcio del playboy Espartaco Santoni en 1978, lo que la dejó sin dinero, sin apartamento y con los muebles vendidos. Encima, la Interpol le busca por supuestos delitos de estafa y falsedad de documento público. La que había sido Miss España 1961 se encontraba en una situación delicada. La alta sociedad madrileña se reía de ella y alguna de sus amigas íntimas, como la actriz del destape Paula Pattier, se mofaba, la criticaba e incluso la traicionó al vender unas fotos de Tita desnuda y embarazada. Hay que retroceder a ciertos eventos en el teatro Monumental, cuando Tita llegaba vestida de una forma humilde, con su rebeca y unos zapatos usados.
En pocos años, Tita les iba a dar con la puerta en las narices. El 16 de agosto de 1985 se casaba con el barón Thyssen en su castillo inglés de Daylesford. Cuatro años antes hubo amor a primera vista cuando se conocieron en Cerdeña, invitados por el matrimonio Davidoff, donde también se encontraba un ex amante de ella, el joyero Fred Horowitz. La otrora actriz y modelo aportó al matrimonio un niño, Borja (43), fruto de su relación con el empresario Manolo Segura, fallecido hace dos años.
Al barón no le importó darle su apellido a sabiendas de que sus otros vástagos soltaban sapos y culebras porque la herencia menguaba. A partir de ese momento, Carmen empezó a involucrarse en el mundo del arte, siendo Villa Favorita en Lugano (Suiza) la sede de su museo (lugar que, tras fallecer el barón, vendió por 60 millones de euros). Necesitaba cash. Por eso también vendió la esclusa de Constable por otros 28 millones de euros.
Desde Mas Mañanas, su mansión en la Costa Brava, edificada por su primer esposo el tartán cinematográfico Lex Barker -también se casó con Lana Turner- sobre un terreno regalado por su padre. Está tan enamorada del lugar que no dudó en comprar las casas de al lado para mantener su privacidad. Aquel matrimonio terminó en divorcio y, poco después, él sufrió una trágica muerte en plena calle en 1972. Eran una pareja de museo, pero no dudaron en ponerse los cuernos.
[La historia detrás del impresionante diamante de la baronesa Thyssen en su entrevista con Évole]
Malas relaciones
Hay que agradecer de forma infinita que gracias a ella el Museo Thyssen esté en Madrid y no en otro país. La tarde-noche de la inauguración fue una victoria para Tita en varios sentidos. Rechazó suculentas ofertas de otros países y eclipsó a la emérita Sofía (84), que no la tenía en gran estima y evitaba ir donde estuviera ella. De hecho, en privado, la monarca la llamaba 'la cortesana'. La venganza se sirvió con elegancia. Entre tantos desplantes, Paco Umbral fue uno de los pocos que la defendió y Terenci Moix la tenía en un pedestal.
Desde que Borja se casara con Blanca Cuesta (49) la relación entre madre e hijo no ha sido muy fluida. Incluso llegaron a estar años sin hablarse con demandas judiciales de por medio. La pareja tiene cinco hijos, Sacha (14), Eric (12), Enzo (10), Kali (7) e India (3).
Hubo situaciones muy crudas, como cuando Tita contrató a unos detectives de la empresa Método 3 para demostrar supuestas infidelidades de Blanca, paternidades ocultas y supuestas irregularidades fiscales. Hace un par de meses se suspendió el juicio por el que la Fiscalía pide al matrimonio tres años de cárcel y un millón de euros de multa por un presunto fraude a Hacienda de 336.417 euros en 2010.
Carmen Cervera sigue volcada en sus hijas y en el buen funcionamiento de los museos que tiene desperdigados por Madrid, Málaga y Andorra. Por cierto, una garganta profunda vinculada a conocidos galeristas barceloneses afirma que a Tita le han encolomado obras falsas. ¿Perpetuamos las leyendas urbanas?