Hace unos días, EL ESPAÑOL informaba en exclusiva de que la actriz y presentadora Ana García Obregón (68 años) tiene la intención de realizar obras en su domicilio de Madrid, situado en la urbanización La Moraleja. De acuerdo a los datos que manejaba este periódico, la presentadora lleva tiempo barajando la posibilidad de remodelar algunas estancias de su casa, como ya hiciera en el año 2012.
Un deseo que, con la llegada al mundo de su nieta, Ana Sandra Lequio Obregón, se ha convertido en toda una necesidad. Ahora, este medio ha podido confirmar nuevos datos acerca de otro inmueble de la familia García Obregón. Se trata de la residencia donde vivieron los últimos años los padres de la actriz, Antonio García Fernández y Ana María Obregón Navarro.
Pese a que el empresario Antonio García fue uno de los constructores de la selecta urbanización La Moraleja -donde levantó no sólo su hogar, sino también el de sus cinco hijos-, hace unos años la familia tomó la decisión de que Antonio y su mujer, Ana María, se trasladaran a vivir al centro de Madrid. En concreto, a la avenida Alberto de Alcocer. Allí el longevo matrimonio vivió feliz y rodeado de amor sus últimos años de vida.
Tras el fallecimiento de ambos, sus cinco hijos han tomado una dolorosa y dura decisión: "recoger" el domicilio y deshacerse del mismo. Así lo ha podido confirmar EL ESPAÑOL a través de varias fuentes, tras el avance de Sandra Aladro en AR.
Tal y como se desliza, Ana García Obregón junto a sus hermanos llevaron a cabo este trámite hace unas semanas, en la más absoluta de las discreciones, y antes de que la guionista de Ana y los 7 volara a Estados Unidos para dar la bienvenida a su nieta, Ana Sandra.
Como es lógico, se hace constar que este proceso fue "durísimo" para los García Obregón. No en vano: los recuerdos se les agolparon en esa casa en la que tantos buenos momentos se vivieron. Quien bien lo sabe apunta a que, más allá del valor sentimental, en la residencia había "grandes obras de arte".
En otro orden de cosas, Ana Obregón continúa su estancia en Miami junto a su nieta, que acaba de cumplir tres semanas de vida. Está feliz y comenta a su entorno más íntimo, a modo de desahogo, que el linchamiento al que se la está sometiendo en España a nivel político obedece a una "cortina de humor" de cara a las próximas elecciones.
A Ana no le preocupa en absoluto lo que de ella y la bebé se diga. Quien la llama y ve casi diariamente a través de videollamadas sostiene que la presentadora "está igual de guapa que cuando nació Aless. ¡Parece que ha vuelto a ese 1992!". Se desvive por Ana Sandra y no es cierto que no abandone Obregón su apartamento con Anita -como ella la llama- para dar paseos y despejarse.
Claro que esos paseos existen -como el que se mostró hace unos días en Viernes Deluxe-, pero, salvo excepciones o pilladas de fotógrafos, se llevan a cabo lejos de los focos, como confirma una fuente de total solvencia. La pequeña Ana Sandra pasea en su carrito con Obregón por las zonas comunes del edificio donde vive.
Estos paseos casi siempre lo hace la pequeña Anita con su madre legal, pero cuando Ana va al gimnasio -acude casi todos los días al que está en la planta baja del edificio, según deslizan a EL ESPAÑOL-, a Ana Sandra la pasea la nanny. En esa línea, se sostiene que Obregón sabe que la zona de la playa -su edificio tiene acceso directo- está "controlada" por los paparazzi, y evita visitarla.
Tal y como informó en su momento este medio, García Obregón alquiló un exclusivo apartamento en la zona de Miami Beach por varios meses. Allí, cría a la pequeña Ana Sandra alejada del escándalo mediático.
El regreso de García Obregón, se apunta a este periódico, tendrá lugar, finalmente, "a mediados de mayo". En otro orden de cosas, Ana Obregón no está pendiente del día a día de las informaciones que de ella se vierten en los medios españoles, aunque tampoco vive completamente ajena.
Tiene claro que nada le va a afectar en estos excelsos momentos. No obstante, pese a que en su ánimo, a priori, no está en iniciar procesos judiciales o emprender ningún tipo de acción legal, sí le ha dado una orden clara a sus abogados: "estar pendientes de todo lo que se dice". Y es que, la también bióloga tiene claro que "no va a tolerar difamaciones de ningún tipo".
Las últimas palabras de Lequio
Desde que se desveló la llegada a la familia Obregón de la pequeña Ana Sandra, hay un tercer protagonista de la historia: Alessandro Lequio (62). En el punto de mira tras sus declaraciones "matizando" la definición que Ana Obregón hizo del "testamento ológrafo" en las páginas de la revista ¡HOLA!, Alessandro tomó la palabra de nuevo, este pasado jueves, en El programa de Ana Rosa para acabar con la polémica.
Si bien días antes, el martes, puntualizó que "un testamento ológrafo es un testamento escrito, no hablado. Lo que diga verbalmente no es un testamento ológrafo" -que para muchos fue una confirmación de que su hijo no había dejado por escrita su voluntad de ser padre-, en su última intervención de esta semana Lequio ha dejado claro que sí "existe un documento ológrafo" de Aless.
"En ningún momento dije que no existiera el documento. Simplemente he dicho que se equivoca ella al explicarlo porque es un documento escrito de puño y letra por el propio testador. Pero por supuesto que existe", ha añadido, zanjando así la polémica y confirmando, por fin, que su hijo hizo testamento ológrafo y dejó por escrito que quería ser padre antes de fallecer.
No es el único asunto sobre el que se ha pronunciado el italiano. Al ser preguntado por El chico de las musarañas, libro que comenzó a escribir Aless y ha terminado Ana Obregón -saldrá a la venta el próximo 19 de abril-, Alessandro ha revelado que él tiene "las páginas que escribió mi hijo. Son 20 páginas, están muy bien escritas. Él escribía muy bien. Era un tipo muy leído y le encantaba leer y escribir".
Y terminó su exposición detallando lo que sigue: "Son reflexiones muy simpáticas, a decir la verdad. Poco más te puedo decir porque el resto no lo conozco".