Personajes conocidos de todos los ámbitos están dejándose ver por las distintas procesiones que se celebran estos días en España. Es tiempo de devoción y también de reuniones familiares para celebrar esta Semana Santa, que deja imágenes destacables y también curiosas que trascienden lo meramente religioso.
Carlos Herrera (65) y su mujer, Pepa Gea (49), aparecían en público juntos por primera vez después de su boda secreta, el pasado mes de febrero en Nueva York. Sonrientes y muy felices, ambos paseaban por Triana, elegantemente vestidos, ella con un mono negro y alpargatas y él, con traje de chaqueta y corbata negra.
La pareja lleva su relación con absoluta discreción y no son muy dados a mostrarse en público, aunque de vez en cuando convierten las redes sociales en un escaparate de su amor y en ocasiones especiales como ésta asumen con naturalidad el hecho de ser fotografiados por la prensa. Recientemente, Pepa decía en la Gala Top 100 Mujeres en España que su enlace había sido "muy bonito" y añadía: "Estamos fenomenal", refiriéndose al momento que vive con Herrera.
En estas vacaciones de Pascua, el matrimonio también se ha reunido con Alberto (30), uno de los hijos del periodista. También han mostrado un fuerte vínculo familiar Cayetano Martínez de Irujo (60) y su exmujer, Genoveva Casanova (46), que han disfrutado de las procesiones juntos con sus melllizos, Amina y Luis (21). Todos ellos son devotos de la Hermandad de los Gitanos.
En Madrid también ha habido presencia de personalidades. Simoneta Gómez Acebo (54), sobrina del Emérito, presenciaba la procesión de Alabarderos, muy emocionada, acompañada de unas amigas. Allí coincidía con Begoña Villacís (45), que se convertía en protagonista inesperada de la jornada debido a su estilismo. La vicealcaldesa de Madrid llegaba, espectacular, con un look sobrio en cuanto al color, ya que iba de negro de pis a cabeza, pero quizá un tanto atrevido por tratarse de un acto religioso.
Lucía una falda de cuero de talle alto con tejido en relieve, formando escamas, de largo midi. Muy ajustada marcando su silueta. Encima un top de manga francesa y manga abullonada, un bolso de flecos y unos salones negros de tacón alto con aberturas. El pelo recogido en una coleta baja completaba el atuendo. Curiosamente, tuvo que añadirle algo para ver pasar al Cristo. Adornó la parte superior de su outfit con un chal de encaje blanco, tapando sus brazos y rebajando un poco el tono arriesgado de la ropa. Un signo de respecto que no pasó inadvertido y que ha sido muy comentado.