Hace justo un año, la viuda del torero Jaime Ostos, María Ángeles Grajal (69), y su único hijo en común, Jacobo Ostos (38), decidían poner a la venta la que fue durante años la casa familiar. Una mansión ubicada en la localidad de Villaviciosa de Odón, al suroeste de Madrid, llena de recuerdos de toda una vida que destacaba por su carácter acogedor y hogareño.
Una vivienda que cuenta con una parcela de 1.145 metros cuadrados en la que se levanta la casa, de piedra y 368 metros de superficie repartidos en tres alturas. Además, cuatro habitaciones, sótano, piscina privada y un gran jardín. Todo ello por un precio de 841.500 euros que acabaron rebajando, con el paso de los meses, hasta los 695.000 euros.
Sin embargo, ni con ese cambio de precio han logrado quitar el cartel de 'se vende'. Doce meses después, la doctora ha desvelado cómo va el proceso de venta, confirmando que Rosa López (42) ha estado incluso interesada, yendo a visitarla.
"Fue a verla, sí", ha explicado a las cámaras de Europa Press, desvelando que "pero al final yo creo que no (está interesada) porque está otros". Al parecer, la cantante no llegó un acuerdo con Jacobo Ostos, que es quien se está encargado de la negociación. "Creo que no. Yo no trato con los interesados, no hago yo el trato, es Jacobo. Pero sé que ella estuvo allí".
A estas alturas, a María Ángeles Grajal no le importa quién acabe comprando la casa, pues lo que desea es que se formalice lo antes posible y pueda empezar una nueva etapa de su vida... "Pues mira, a mí me da igual. No tengo ningún interés por vendérselo a nadie en especial". Al preguntarle si es cierto que el último interesado en su casa es un empresario de origen chino, ha respondido que "por ahí va", sin confirmar nada.
Pese a este retraso en la transacción, ella ya ha empezado a planear la nueva etapa en la que se quiere sumir. Para ello, se encuentra mirando pisos en el centro de Madrid: "Sí, esa es mi intención. Ahora no se puede porque vivo al día... No quiero hacer planes", ha dicho. Lo que sí tiene claro es que al dejar atrás la mansión no podrá llevarse todos los recuerdos y pertenencias de su difunto marido ya que "todo no me cabe".
Ubicado en la localidad de Villaviciosa de Odón, el chalet está situado en una parcela de casi 1.200 metros cuadrados en la que se levanta la vivienda, de 368 metros y repartida en tres alturas, junto a amplísimo jardín con piscina y zona de solarium y un porche de 60 metros cuadrados. Tiene cuatro dormitorios, cuatro cuartos de baño y un apartamento independiente ubicado en el sótano, donde también hay una discoteca.