Si hay algo que está muy presente en la segunda entrega de la docuserie es la moda y los caprichos de lujo que Georgina Rodríguez (29 años) se da continuamente. Aunque se define como una persona ahorradora que mira mucho lo que gasta, lo cierto es que contemplar desde el otro lado de la pantalla cómo es un día normal de compras para ella resulta sorprendente.
En el capítulo tres de Soy Georgina S2, al que EL ESPAÑOL ha tenido acceso antes de que se emita, la pareja de Cristiano Ronaldo (38) decide irse de tiendas con su grupo de amigos durante sus vacaciones en Cerdeña, el verano pasado. La escapada empezaba a todo tren, ya que la modelo había alquilado una impresionante villa en el complejo de lujo Fort Village para ella, sus hijos y Las Queridas, como llama a los íntimos que siempre la acompañan. No faltaba de nada, piscina y jardín incluido.
Aunque cuesta pensar que Gio viaje con poco equipaje, durante su estancia en la isla pensó que no tenía suficiente ropa de playa para poder lucir palmito y se dispuso a solucionarlo yendo de compras. Eligió una tienda multimarca del resort y casi le hace falta un camión para meter todo lo que se llevó. "Me gusta todo y en estos momento todo me viene bien", empieza diciendo.
Vestida de manera casual con vaqueros, una camiseta básica y el pelo recogido, Rodríguez se dispone a inspeccionar todos los burros del local seguida de cerca por Iván García, Mamen Morales y Elena Pina. Primero fija sus ojos en un vestido blanco tipo ibicenco y ahí empieza el festival de compras. "Me lo llevo", dice y a continuación se queda prendada de un conjunto de top y pantalón de campana en blanco de Tom Ford y también de un vestido de punto de la misma firma. Empieza fuerte con etiquetas de varios miles de euros.
No repara en gastos, se lo cuelga directamente en el brazo y continúa el recorrido. La cesta de su shopping se va llenando con un conjunto estampado, un pantalón rosa de raso a juego con un top, un polo negro de Yves Saint Laurent, una blusa con detalles de encaje, un top verde de Jacquemus de 350 euros, un abrigo de cuadros de 5.000 euros... La lista era interminable. Ya lo dicen sus amigos en el reality: "Cuando ella va de compras es como que no hay límite".
Apuestas sobre la factura, bolsos y relojes
Pero no sólo adquiere prendas para ella, también para su pareja, para quien elige un conjunto deportivo. "Siempre que voy de compras, no puedo evitar comprar ropa para Cristiano", dice frente a las cámaras. La jornada fue productiva, aunque hay algo que Georgina no se animó a llevarse, a pesar de que le gustó mucho. Se trata de un chándal gris con una gorra, que finalmente le pareció demasiado caro. "Amo los chándales sobre todas las cosas. Me enamoré de uno que costaba 6500 euros, pero no me lo compré", dice orgullosa. Pese a todo, Georgina reconoce que se le fue un poco de las manos: "Fui a comprarme un modelito para la playa y me llevé media tienda".
Una de las cosas sorprendentes es que ella no se prueba nada de lo que elige, prefiere hacerlo tranquilamente en casa y así se lo hace saber a las dependientas. Llegada la hora de pagar la factura, la modelo y Las Queridas hacen apuestas sobre la cifra. Georgina cree que la factura rondará los 35.000 euros, Iván García considera que 27.000 y Mamen opta por 22.000. ¿El precio real? No lo revelan, aunque la dueña de todo ese arsenal fashion tiene experiencia y sabe bien cuánto cuestan las cosas, así que no podía ir muy desencaminada.
Este inteso día de shopping no es la única muestra de los exclusivos caprichos de la modelo. En los tres primeros episodios muestra uno de sus sueños de moda hechos realidad: su Hermès de piel de avestruz gris, cuyo precio superaría los 40.000 euros y que se añade a su amplia colección, donde también tiene diseños de Chanel y Prada. "Hace años me lo ofrecieron y dije que no y me arrepentí en el mismo momento. Soñaba con ese bolso desde hace cuatro años", dice entusiasmada al recibirlo en casa.
Otra de las piezas que saltan al reality es su reloj de diamantes de Chopard, firma de la que es embajadora global, con correa en satén en color crudo. Lo luce precisamente en algunas de las fotos promocionales de los nuevos capítulos y en muchos momentos de la narración. Ha sido Cristiano quien le ha contagiado su pasión por este accesorio y tiene varios Rolex: "El primero que tuve lo conservo como oro en paño". Su colección tiene un valor incalculable y la estrellla es un modelo de medio millón de euros.