La vida de Máximo Huerta (52 años) hace tiempo que se escribe en su pueblo natal, Buñol, en Valencia, donde ha creado su propio negocio -la primera librería de la localidad-, al tiempo que cuida a su madre, Clara Hernández, después de que en 2020 se le diagnosticara un tumor y los baches de salud se acrecentaran.
Desde entonces, su mundo se paró y su progenitora es la mayor preocupación y ocupación del escritor y presentador. No se separa de su vera, máxime desde que el 31 de octubre de 2022 fuera intervenida en el hospital La Fe de Valencia. "Le han extirpado buena parte de un tumor que ha vuelto a crecer. (...) Precisa ha sido también la reconstrucción de los párpados y precisos serán los cuidados de ahora", explicó el exministro hace un tiempo.
"Está muy mal, como muchas personas en este país. Por las mañanas soy su hermano, por las tardes soy su hijo", le aseguró hace unos días a Pablo Motos (57). En esa entrevista, el ex ministro de Cultura y Deportes desveló los problemas que padece su adorada madre: tumores, cáncer y demencia.
Ahora, el abnegado hijo Máximo ha vuelto a informar del estado de su madre a través de su red social Twitter. Clara Hernández ha ingresado de nuevo.
En su último post, Huerta ha publicado una reveladora y emotiva imagen en la que se le ve sentado en un sillón, al pie de la cama de un hospital con dos libros, en primer plano, en sus manos. La fotografía está acompañada del siguiente texto: "Cuando el silencio es color azul hospital. El cuidador lee, escribe y atiende".
Las reacciones a la publicación no se han hecho esperar y sus seguidores le han deseado mucho ánimo y una pronta recuperación: "Mucho ánimo", "La soledad y el miedo del cuidador en el hospital... Mucho ánimo, todos en algún momento lo hemos sido y alguien lo tendrá que hacer luego por nosotros. El jodido ciclo de la vida", "Cuántos relatos nos enseñan estos días de acompañante, cuántas formas de querer (o no) vemos pasar a nuestro lado".
El pasado mes de diciembre, el escritor también se hizo eco en las redes sociales de la demencia que su madre padece y que le impide recordar, pensar o tomar decisiones. En su perfil de Twitter, Máximo confesó: "Los días que mi madre no me reconoce es como si no tuviera patria".
El que fuera ministro de Cultura es hijo único y se ha volcado en su madre para darle mayor alegría el tiempo que el destino lo permita. "Me fui a vivir a Buñol para cuidarla y sobre todo para no tener una pena de futuro. Quiero morirme tranquilo y que ella haga el viaje feliz", comentó Máximo, que ahora, como cuidador, también sufre las consecuencias de las enfermedades de su madre.
"Envejecer es una auténtica putada para el que envejece y para el que lo ve alrededor", reflexionó. "Envejecer es acostumbrarse a perder. Pierdes amigos, pierdes vista, pierdes la talla... Perder es sólo para valientes. Yo no sé si soy tan valiente como me creo. No por mí, por los demás. Me cuesta ser lo suficientemente fuerte para cuidar", añadió el escritor, cuya visita a El Hormiguero estuvo centrada en la promoción de su último libro, Adiós, pequeño, que ha alcanzado su quinta edición.
Fue en la Navidad de 2020 cuando Máximo Huerta habló por primera vez de la salud de su madre. "Ha estado en una burbuja en la que he estado cuidándola", explicó entonces al hacer balance sobre su último año. En ese momento también aprovechó para pedir un para el 2021: "Que el tumor vaya bien, que no sea nada malo... No le pido nada más, me da igual todo".
Desde entonces, Máximo ha estado junto a ella en todo momento, convirtiéndose en su mejor apoyo. De hecho, cuando la situación lo ha requerido, ha cancelado toda su agenda para estar a su lado. Así sucedió en febrero del año pasado, cuando Clara Hernández sufrió una caída y se rompió la cadera. Ocho meses después, en octubre, la madre del escritor fue intervenida en el hospital La Fe de Valencia del tumor que le diagnosticaron en 2020.