La ruptura sentimental entre Isabel Preysler (71 años) y el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa (86) continúa dando mucho de qué hablar, y ocupa horas y horas de televisión. Si bien hace unos días, el escritor y político, a su llegada a Madrid procedente de un viaje relámpago a París, desmintió ante los micrófonos que el motivo de esta separación fueran los celos -como esgrime Preysler en su revista de cabecera-, en las últimas horas este extremo ha cobrado fundamento.
Según las informaciones que se están vertiendo en los programas de televisión, el Nobel protagonizó, a lo largo de los ochos años que duró la relación entre la socialité Isabel Preysler y él, diversas escenas de celos prolongadas en el tiempo. Así lo sostuvo hace unos días la periodista Paloma García Pelayo, en El programa de Ana Rosa, y lo ha refrendado Kiko Matamoros (66) en su espacio de Sálvame.
Matamoros sostiene, sin género de duda, que Preysler fue demasiado "indulgente" en su comunicado oficial de ruptura. Siempre según su versión, los celos de Vargas Llosa se manifestaron desde el inicio de la relación. "Cuando dijo Isabel Preysler, en el comunicado de ¡HOLA!, que la culpa de la ruptura eran los celos, yo dije que estaba siendo muy indulgente y que las escenas en el tiempo se repetían con muchísima frecuencia. Y delante de muchos testigos", comienza a explicar el aguerrido colaborador.
Y añade: "Como hay muchos testigos, voy a contar unas pocas de las escenas que ha protagonizado este señor en este sentido. Al principio de la relación, durante el primer año, no habían hecho casi un año, en Nueva York, son invitados a una cena donde había gente de la jet, gente importante del mundo de las finanzas. En esa cena, Isabel recibe una llamada a su teléfono de un armador griego, amigo suyo".
En ese punto de la velada, Kiko explica cómo Vargas Llosa se percata de la llamada e interrumpe la cena: "Él ve la llamada perdida, que se queda como perdida en la móvil. En ese momento, alega que está indispuesto y que no tiene ganas de comer. Se van de la cena, la saca de la cena, y cuando llegan al hotel él le monta un número que Isabel se queda horrorizada. Pegando unos gritos que provocan que los señores que estaban en la habitación de al lado llaman a recepción para ver qué pasa".
La versión de Isabel
De acuerdo con la información que maneja la periodista Paloma García Pelayo, la socialité Isabel Preysler se encuentra "decepcionada" con el Premio Nobel. "Con las mentiras que se están diciendo... Isabel se pregunta el motivo por el que Mario no para todo lo que se está diciendo", ha añadido la periodista de AR.
Según la colaboradora, la filipina no alcanza a comprender por qué Mario permite que se dé a entender que era ella quien quería casarse, y acusa a los hijos del escritor de difundir las habladurías: "Entiende que sus hijos o la familia estarían alimentando que se ha roto porque no se casaban".
Sobre el ya famoso mensaje con el que Preysler rompió con el peruano, García Pelayo matiza lo que sigue: "No es un mensaje, sino una carta donde le reprocha esa actitud de celos. Le dice que su casa no es un hotel. Patricia -la exmujer de Vargas Llosa- sabe que él es así, pero ella no lo iba a aguantar. Le prohíbe volver a su casa". Y subraya: "Los celos no son de una noche ni de un día. (...) Una actitud que mantiene durante mucho tiempo en diferentes episodios o escenas, y que ella ha ido pasando por alto".