Miércoles 28 de diciembre de 2022. Día marcado en rojo en la historia de la crónica social española, y no se trata de una inocentada. La reina de corazones por excelencia, Isabel Preysler (71 años), anuncia, vía exclusiva, en su revista de cabecera, ¡HOLA!, la noticia más inesperada del papel couché a las puertas de Fin de Año: su ruptura sentimental del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa (86) tras casi ocho años de aparente idílico romance.
"Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente. No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión", rezaba la escueta y educada confirmación de ruptura de la propia Preysler. En concreto, 32 palabras que daban al traste con un romance que zarandeó los cimientos del mundo del corazón y de la literatura allá por el año 2015.
Fue en febrero de ese año cuando la noticia estalló como una bomba en los medios de comunicación españoles y allende los mares: el escritor, Premio Nobel de Literatura y político Vargas Llosa -recientemente separado de su mujer y madre de sus tres hijos, Patricia Llosa- iniciaba un sorpresivo romance con la socialité Isabel Preysler. Las crónicas de entonces aseguraron que ambos cayeron enamorados como dos adolescentes y, en efecto, el material gráfico así lo atestiguaba.
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Siempre en apariencia, no había ni una sola fisura entre ellos, de tan fortalecida como estaba su historia de amor. Dos personas tan socialmente distintas, de mundos e intereses tan opuestos, se habían encontrado y casaban a la perfección. Eso sí, hoy la realidad es otra. Hace unos meses ya se habló de que ambos vivían separados: crónica de una ruptura que acabó confirmándose.
La versión que arroja la citada revista -gran amiga y afín a Preysler- es que el Premio Nobel protagonizó algunas escenas de "celos infundados" durante la relación y que sus espantadas de la casa de Isabel eran frecuentes. Frente a esta teoría, sólo se conoce lo que opina el entorno del escritor, pues éste guarda hermético silencio.
"Eran incompatibles. A él le interesa la cultura y a ella el espectáculo. Hay un abismo entre ambos. (...) Él ya parecía sentirse incómodo viendo su imagen convertida en un adorno, en un reclamo para fiestas, eventos y hasta para el documental de la hija de Isabel, Tamara Falcó (41)", confían personas próximas al Nobel en El País.
Una incompatibilidad e incomodidad en la que EL ESPAÑOL ha querido ahondar pormenorizadamente. Esas 10 ocasiones en las que el prestigioso escritor se ha sentido fuera de lugar, lejos de su zona de confort y con una vida íntima y personal demasiado expuesta a la opinión pública. Un peaje que Mario Vargas Llosa pagó por amor, hasta que parece que ese sentimiento se agotó.
1. El día que se oficializó su amor
Pese a que los primeros chispazos de amor surgieron en febrero de 2015, no fue hasta junio de ese año cuando la revista ¡HOLA! informó en su portada sobre la incipiente relación. "Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, fotografiados juntos en un almuerzo para dos en Madrid", titulaba el semanario. Una cita que acontecía después de un viaje de ambos a Londres, como invitados del por entonces príncipe Carlos de Inglaterra (74) a una cena de Porcelanosa.
Entonces, Mario comenzó a pagar su primer peaje: verse por primera vez en las almidonadas páginas del papel couché. Ver cómo su vida privada quedaba expuesta. Y de esa vida privada formaban parte su exmujer, Patricia Llosa, y sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana.
"Lo llevo estupendamente", respondió Patricia Llosa al ser interpelada sobre el romance del momento. Pronto se comenzó a especular con el hecho de que los hijos del escritor se posicionaron al lado de su madre. En esos días, Mario se vio sobrepasado y sólo habló ante la prensa para aclarar que él era un hombre "separado".
2. "Nuestra relación va muy bien"
En julio de 2015, Mario Vargas Llosa habla para la revista de cabecera de su pareja. Comienza así a fortalecer unos lazos de amistad con una de las revistas de corazón más importantes del país. Un Premio Nobel codeándose con la flor y nata del panorama nacional. "Nuestra relación va muy bien", aseguró durante un viaje romántico a Lisboa con Preysler. Tras esto, vendrían más viajes y reportajes. Entre ellos, a Nueva York, sufragados por la firma Porcelanosa.
3. Mario concede su primera entrevista
En septiembre de 2015, Mario Vargas Llosa realiza su primer posado oficial para ¡HOLA! junto a Isabel Preysler. Tiene lugar en Nueva York, en la gran fiesta que organiza Porcelanosa. "Presentan su relación con un excepcional reportaje", reza la portada. "Es verdad que nos hemos hecho inseparables y no queremos perder ni un minuto", añade la pareja, arrobada de amor. "Estamos muy seguros de lo que hemos hecho", apostilla Isabel.
4. "¡HOLA! es un fenómeno cultural"
Las entrevistas de Vargas Llosa en el papel couché se suceden en 2016. En febrero, el prestigioso escritor asegura, en otro excepcional reportaje, lo que sigue: "El divorcio está casi resuelto y de manera amistosa, felizmente". En agosto de ese año, los enamorados son captados en unas exóticas vacaciones. Por aquellos años, Mario manifestó: "¡HOLA! es un fenómeno cultural". Esta declaración aconteció días después de que sostuviera: "Preferiría salir en revistas literarias que en el ¡HOLA!".
5. Invitado a los Goya
Febrero de 2016. Por primera vez en su trayectoria, Mario Vargas Llosa se convierte en la sensación del momento al acudir, del brazo de Isabel Preysler, a la gala de los Premios Goya 2016. En ese novedoso enclave para él, Mario se mostró distendido y amable, y aseguró sentirse "contento y con curiosidad" con su presencia por primera vez en los premios, en los que entregó los galardones a mejor guion original y mejor guion adaptado. "No me atrevo a decir de esta agua no beberé, pero lo veo difícil", manifestó Vargas Llosa al ser preguntado si querría dedicarse al cine.
6. Su presencia en el Museo de Cera
Otro hito en la vida de Mario Vargas Llosa se hizo realidad en la Plaza de Colón de Madrid. En octubre de 2018, la reina de las revistas patrias del corazón, Isabel Preysler, inauguró su réplica en el Museo de Cera. La figura de la filipina se ubicó en la galería de ilustres personajes reproducidos en cera junto a la de su actual pareja, Mario Vargas Llosa. Un escenario este, qué duda cabe, alejado del carácter regio que se le presupone a un Premio Nobel de Literatura.
7. Isabel y los hijos de Mario
En noviembre de 2017, Mario vive otro momento de gran incomodidad en su vida: cuando se hace pública la presunta mala relación entre Isabel y sus tres hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo. Estos siempre se han posicionado al lado de su madre, Patricia Llosa, y la relación que han librado con Preysler nunca ha sido especialmente fluida.
De hecho, Gonzalo, el hijo mediano del escritor, declaró abiertamente que la relación de su padre e Isabel fue "fruto de una infidelidad", y que la filipina fue el motivo del fin del matrimonio de sus padres. Ruptura que se produjo cinco días después de celebrar sus bodas de oro, y en plena recuperación de Isabel por la muerte de Miguel Boyer. Así pues, tal y como han contado ahora personas de la familia del hispanoperuano a Semana, "los hijos nunca han tragado a Preysler. La relación con ella ha sido la justa y obligada".
8. Su entrevista en 'Vanity Fair'
En marzo de 2018, Tamara Falcó ejerce por unas horas de periodista y entrevista a Mario Vargas Llosa para la revista Vanity Fair. Lo hace en la biblioteca de la casa de Isabel de Puerta de Hierro. Con su característica forma de hablar, Tamara rompe el hielo: "Mario, te quiero dar las gracias por concederte esta entrevista, ya sé que soy una enchufada".
Entre las memorables preguntas que formula Falcó, destaca la siguiente: "¿Cómo de liberal eras de joven?". A lo que Mario respondió: "Yo no era liberal de joven. Yo de joven era comunista, era marxista…". Añadió Llosa que tenía entonces una "muy mala idea del liberalismo" por culpa de la izquierda.
9. La docuserie La Marquesa
Su presencia parecía casi obligada en la serie que Tamara Falcó grabó para Netflix. En el segundo episodio, Nueva York en familia, el escritor cobra cierto protagonismo. Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler viajan a la ciudad de los rascacielos para acompañar a la marquesa al desfile de Carolina Herrera (83).
En un momento dado, se produce una escena curiosa en un salón del hotel donde se alojan. Charla la pareja de forma relajada. "Aquí en la Quinta Avenida había varias librerías", comenta Mario. En ese punto, Isabel da su opinión: "Hay mucha gente que ya no compra libros. Yo ya tengo varias amigas que leen en el ordenador. Tiene el sistema este de que el libro te lo van contando mientras vas en el coche". Vargas Llosa zanja: "Es horrible", y ríen ambos, cómplices.
10. Las preguntas sobre Íñigo Onieva
Desde el año 2020, cuando se hizo pública la relación amorosa entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva (33), hasta que se produjo la polémica y mediática ruptura entre ambos, Mario Vargas Llosa se ha visto obligado, en ocasiones muy a su pesar, a sortear preguntas sobre las aventuras y desventuras sentimentales de la marquesa de Griñón.
De este modo, Vargas Llosa ha tenido que encajar que los reporteros lo hayan seguido por la calle para interpelarle cuestiones que nada tienen que ver con su profesión, sino más bien con la vida privada de la que hasta ahora ha sido la hija de su pareja, Isabel. "¿Cree usted que Íñigo Onieva está yendo a misa como estrategia para recuperar a Tamara?", ha sido una de las últimas preguntas que el Premio Nobel ha contestado, con amabilidad y exquisita educación.
A modo de conclusión, qué duda cabe de que a lo largo de ocho años Mario Vargas Llosa se ha visto abocado a vivir y presenciar situaciones que lo han dejado en un lugar incómodo o, al menos, no acorde con su prestigio profesional como literato. Todo ello, por amor. "Al principio, a Mario incluso le divirtió desde un punto de vista antropológico, aunque nunca estuvo cómodo en ese ámbito", reconoce su entorno.