En las próximas horas se va a cumplir un mes desde que el nombre de la celebérrima artista Amaia Montero (46 años) se convirtiera en noticia, pero por una cuestión que nada tiene que ver con su exitosa y memorable carrera musical.
A punto de lanzar su último disco, la de Guipúzcoa publicaba unas preocupantes fotografías en sus redes sociales -algunas de ellas, a horas intempestivas y trasnochadas- y mostraba un comportamiento un tanto extraño que alarmó a sus casi 515.000 seguidores.
No obstante, la instantánea que más hizo preocupar a sus fans fue en la que Amaia Montero aparecía completamente demacrada, sin maquillaje y sin peinar, con ojeras y un rostro cansado. No sólo su estética, también llamó poderosamente la atención una frase de la cantante que dejaría entrever el delicado momento por el que atravesó: "Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida?".
En su momento, EL ESPAÑOL pudo conocer, a través del entorno más próximo a Montero, que estaba atravesando un momento "complicado", arropada por su familia -su madre, Pilar Saldías, y su hermana, Idoia-, y por un "ejército de amigas" que la miman y protegen. Desde entonces, nada más se ha sabido de Amaia en cuanto a su actividad en la red se refiere. En Instagram, su última publicación data del 14 de octubre, el día de marras, cuando promocionó una de sus últimas canciones, La boca del lobo.
En la red Tik Tok sí ha publicado actualizaciones. Eso sí, todas ellas centradas en su vertiente musical, recuperando algunos de sus grandes éxitos sobre el escenario. Cuando hace un mes creció la preocupación por el estado de Amaia Montero, se deslizó que podría la cantante romper su silencio para aclarar cómo se encontraba a nivel anímico, pero ese extremo no sucedió. De acuerdo a los datos que baraja este medio, no se producirá.
Montero desea retomar su actividad profesional cuanto antes, así como su rutina en la red sin dar mayor repercusión pública o magnitud a lo acontecido hace unas semanas. Siempre quiso Montero marcar, subrayar y delimitar bien la línea entre su vida personal y su faceta artística. "Va mejor y está bien", reporta, escueto, el informante con el que se contacta.
La única preocupación de las hermanas Montero es que la madre de ambas, Pilar Saldías, viva lo más protegida y aislada de las informaciones que se publican sobre la emblemática cantante. Para terminar, se reitera que Montero está deseando que se publique su último trabajo: "Es su mayor ilusión y está volcada en el curro y en que todo salga bien".
Su hermana mayor, Idoia, fue quien dio la cara a nivel mediático hace unas semanas. Eso sí, al igual que al programa Espejo Público, a este periódico también se dejó claro que Idoia no es la representante de su hermana ni lo ha sido nunca. Explicó entonces quien bien la conoce que la intérprete de temas como Deseos de cosas imposibles o Muñeca de trapo es alguien "muy sensible, y no lo ha pasado nada bien en algunos momentos. No sólo por las críticas de las redes y el físico y demás, sino por la muerte de su padre".
La fuente con la que se contactó fijó este fallecimiento en un punto de inflexión clave en la vida de Amaia. Un dolor que, a día de hoy, no ha superado del todo, como ha reconocido en varias entrevistas. Tras este golpe vital, la artista descubrió un dolor "que no sabía que existía". Una sensación que ha mantenido hasta hoy y con la que lidia. Un dolor insondable y difícil de digerir.
Fue en febrero de 2009 cuando José Montero perdía la vida tras dos largos años batallando contra una enfermedad. Fue la etapa más dura para Amaia, pues coincidió en el tiempo con su separación profesional de La Oreja de Van Gogh. Amaia nunca creyó en aquel desenlace.
Desde ese día, sus canciones más importantes han llevado el sello familiar y le ha dedicado algunos temas tanto a su padre como a su madre, Pilar. Ella es la mayor preocupación en estos momentos para las hermanas Montero.
En lo que respecta a la hermana menos conocida, Idoia, cabe destacar que es artista, diseñadora y pintora de óleos. En 2019, Idoia publicó su primer libro de poemas, En pleno baile, y habló de su hermana para Woman: "Mi hermana Amaia y yo juntas somos como dos gallos en el mismo corral, muy intensas".
Y reconoció las diferencias que existen entre ellas: "Nos queremos muchísimo pero también hay épocas, cuando hay mucho contacto, en las que tenemos nuestros roces. Como todos los hermanos. Y de la misma manera que tenemos roces, el respeto y el amor que nos tenemos es igual de intenso y grande".
En aquella entrevista, la mayor de las hermanas Montero habló así de su padre, José, al que le dedicó su obra: "Mi padre tenía un taller de fontanería. Venía de una familia numerosa y no tuvo muchas oportunidades, así que empezó a trabajar de jovencito, a los 12 o 13 años ya estaba trabajando. Le fue muy bien con el taller, era muy emprendedor y llegó a dar clases. La verdad es que fue un ejemplo de superación".
En lo tocante al amor, EL ESPAÑOL ha podido conocer lo que sigue: "Contrariamente a lo que se dice, ella ha tenido mucha suerte en el amor. Ha tenido grandes amores que no se han conocido, pero se empeñan en titular siempre por Gonzalo Miró (41)". Eso sí, a día de hoy, Amaia está "soltera".
Por el momento, nadie sabe qué le ha podido pasar a ciencia cierta a Amaia Montero, más cuando se supone que estaba tranquila e ilusionada con el lanzamiento de su nuevo trabajo musical. Siempre radiante en sus fotos de Instagram, con mensajes positivos, reflejando que había superado sus momentos duros del pasado y presumiendo de su espectacular cambio físico.