Los seguidores de Amaia Montero (46 años) están en vilo con la situación que atraviesa su ídolo y a la que nadie encuentra explicación. El extraño comportamiento de la cantante en redes sociales durante este viernes 14 de octubre ha desatado todas las alarmas, especialmente tras subir una imagen en blanco y negro donde aparece completamente demacrada, sin maquillaje y sin peinar, con ojeras y rostro cansado.
En un principio, la mayoría de la gente no le dio demasiada importancia, pero tan solo una hora después volvía a utilizar la misma foto para enviar el siguiente mensaje encriptado: "Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, ¿de que me sirve la vida?".
La inquietud empezó a quedar patente en los comentarios publicados en su muro, donde muchos le preguntaban si se encontraba bien y qué le estaba sucediendo. También le mandaban ánimos para superar ese bache que parece estar atravesando. Pero los posts inquietantes se han ido sucediendo de manera inconexa.
La que fuera líder de La Oreja de Van Gogh ha mantenido un comportamiento inusual desde la misma madrugada del viernes 14, haciendo publicaciones en sus stories de Instagram a deshoras que luego borraba. Una de ellas es un vídeo donde se quejaba amargamente del trato recibido en el Hotel du Palais, de Biarritz (Francia) donde se alojaba. Se trataba de una grabación en negro con un audio en el que decía: "El hotel tiene cinco estrellas, pero sabéis qué, que te hacen sentir como una absoluta y verdadera mierda, como una caca". No sólo eso, también había enviado al establecimiento un mensaje con dos emoticonos escatológicos mostrando su descontento.
El monólogo continuaba diciendo: "¿Recordáis Los abrazos rotos junto a mi queridísimo amigo Álex Ubago? ¿Recordáis el libro de Glamour en mi primer disco en solitario? ¿Recordáis mi I love Biarritz? Pues increíblemente ya no love Biarritz. Y solamente gracias al hotel de cinco estrellas donde elegí imágenes, canciones y también momentos de mi vida". Aunque lo eliminó enseguida, luego escribió otro stories donde aseguraba: "Mucho más allá de todo maravillosas personas cuando viajamos ya sea por placer o por trabajo como es mi caso solamente necesitamos amabilidad cariño y que nos hagan sentir como en casa".
Ahí no acaba todo, también compartió dos imágenes extrañas en las que ha etiquetado a la Policía Nacional y a la Ertzaintza, lo que provocaba una alarma generalizada. Como en el caso anterior, también las eliminó. En una de ellas se veía la cubierta de un barco con varios enseres, en la otra una captura con la llamada y el teléfono del productor y músico argentino Marcelo Vaccaro, que la acompañó durante su última gira por Latinoamérica en 2019. Todo a altas horas de la madrugada y sin explicar el nexo entre esas fotos y la alusión a los cuerpos de seguridad.
Por el momento, nadie sabe qué le ha podido pasar a Amaia Montero, más cuando se supone que estaba tranquila e ilusionada con el lanzamiento de su nuevo trabajo musical. Siempre radiante en sus fotos de Instagram, con mensajes positivos, reflejando que había superado sus momentos duros del pasado y presumiendo de su espectacular cambio físico.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL por fuentes cercanas, la cantante había pasado los últimos días en Irún con su familia, feliz por el regreso a la música, haciendo meditación y yoga. "Está muy centrada y con ganas de lanzar el disco", dicen. Revelaciones que hacen que su estado actual sorprenda aún más.