Llega el final del mes de agosto y es el momento de ser conscientes de que un nuevo curso está a punto de comenzar. Eso es lo que le está ocurriendo a Joseba (37), el hijo más mediático de Karlos Arguiñano (73). El joven cocinero, especializado en repostería -como su tía Eva (62)-, está viviendo la cuenta atrás de sus vacaciones, aunque lejos de agobiarse, aprovecha el tiempo al máximo con los suyos lejos del bullicio de la ciudad y del estrés diario de su trabajo.
Así lo ha hecho saber en sus redes sociales. Joseba emplea su Instagram para compartir sus recetas y sus platos más especiales, pero puntualmente también muestra algún detalle de su vida privada. Como en su última publicación, compartida este mismo martes, 23 de agosto, por la mañana: "Egun on! Disfrutando por León de los últimos días de vacaciones con la familia y unos amigos que no han querido perderse estos planazos: baños en las pozas, paseos por el campo, buenas comilonas… En breve… ¡volvemos a la rutina!".
El joven chef ha posteado una imagen tomada en una poza leonesa en la que aparece en primer plano junto a un amigo y otros dos acompañantes que posan desde el interior del agua. Joseba parece dispuesto a tirarse al agua en cuanto deje el móvil, y es que las piscinas naturales como esta son una máxima en todos sus viajes.
Hace exactamente un año, el 23 de agosto de 2021, el joven también compartía un vídeo en un lugar muy parecido al que muestra ahora. Un escenario rocoso, en mitad de la naturaleza, con pequeñas cascadas y a sus pies una poza natural. Segundos después se lanzaba al agua y salpicaba a la cámara.
Perderse en rincones recónditos de la naturaleza es una de las pasiones del joven Arguiñano. Y además es aficionado a los deportes de adrenalina, como el esquí, el surf y las prácticas acuáticas. Estas últimas las lleva a cabo en la playa de Zarauz, en Guipúzcoa, su localidad natal.
[El cambio físico de Joseba, hijo de Karlos Arguiñano, desde que se convirtió en rostro mediático]
Precisamente en el territorio vasco ha estado su padre, Karlos Arguiñano, mientras Joseba exploraba la meseta española en busca de aventuras. Aunque el calor se cebó durante un tiempo de todo el país, la realidad es que enseguida llegaron las lluvias a Euskadi, y prueba de ello ha dado el cocinero en sus redes sociales.
"Egun on, buenos días,… que llueva, que llueva, la virgen de la cueva, los pajarillos cantan, las nubes se levantan… Ya ha bajado la temperatura. Día perfecto para echarse el jersey al hombro ¡qué gozada! Igual caen una pochas para comer al mediodía, juas!! Os deseo un buen día a todos", compartía el chef hace una semana en su Instagram.
El patriarca de la familia ha estado muy atento al cultivo de su huerto, sus terrenos y sus viñedos durante estos días de cambios bruscos de temperatura. Sin embargo, su hijo más famoso pronto vuelve al trabajo para ayudarle, y cuenta también con la labor del resto de sus hijos, que han heredado su pasión por el mundo gastronómico.
Los 7 hijos de Karlos y Luisi
El mayor legado de Karlos y Luisi son sus hijos y el talento que han mostrado la mayoría de ellos para continuar con el imperio culinario familiar. Son sus siete vástagos, Eneko, María, Zigor, Txarli, Martín, Joseba y Amaia, los que mantienen vivo el ilustre apellido.
Karlos Arguiñano y su mujer, Luisi, en Zarauz, en una imagen compartida en sus redes.
La labor de Joseba es la más conocida ya que está inmerso en el medio televisivo junto a su padre en el programa Cocina abierta, y tiene su propio negocio repostero por la provincia guipuzcoana. Sus hermanos mayores, sin embargo, están más ligados al principal sustento familiar, el hotel-restaurante de Zarautz. Eneko es el jefe de sala del citado local y Zigor es el jefe de cocina, con quien trabaja la benjamina del clan, María, a quien Luisi y Karlos adoptaron en la década de los noventa. Martín, por su parte, se encarga del área administrativa del alojamiento.
Los dos hijos más alejados del mundo culinario son Amaia y Karlos -al que llaman Txarli para diferenciarlo de su progenitor-. Ella, pese a que es ingeniera, trabaja actualmente en la Bodega K5, propiedad de los Arguiñano en Aia; y él se dedica al mundo audiovisual y posee en su currículum varias labores reseñables en la industria del séptimo arte.