No hay ninguna duda de que Lara Álvarez (36 años) se encuentra en uno de los momentos más dulces de su vida. A través de sus redes sociales, donde aparece, por cierto, luciendo un radical cambio de look por su nuevo corte de pelo, ella misma ha confesado sentir una profunda ilusión por el reto laboral al que se enfrenta en breve.
"Ilusión: sentimiento de alegría y satisfacción que produce la realización o la esperanza de conseguir algo que se desea intensamente", ha escrito junto a los hashtags #NuevosProyectos #MuyPronto.
El grupo Mediaset España ha confiado en Lara Álvarez para ponerse al frente de la gran apuesta de la cadena para este otoño, el reality Pesadilla en el paraíso. En cambio, para poder dar el "sí" a tan ambicioso proyecto, la asturiana ha planteado sus condiciones, según ha podido saber EL ESPAÑOL.
La primera de todas y más llamativa es que le dispongan una casa con jardín, piscina y todas las comodidades donde poder vivir ella sola con la única compañía de sus dos perros, Lúa y Noah. Pesadilla en el paraíso se emitirá desde una especie de granja ubicada en uno de los escenarios más verdes y bonitos de España, el municipio gaditano de Jimena de la Frontera.
Al grabarse fuera de la Comunidad de Madrid, donde Álvarez reside y tiene dos casas en propiedad, es lógico que la presentadora, que estará al frente de las galas principales -Carlos Sobera (62) se encargará de los debates-, solicite un lugar acorde a sus necesidades.
Lara Álvarez está más que acostumbrada a trabajar fuera de su casa, pues cada año, desde 2015, pasa aproximadamente cuatro meses como cronista en Honduras para el programa Supervivientes. Desde el otro lado del mundo, la asturiana extraña sobremanera no sólo a su familia, su gran debilidad, a los que está muy unida, sino también a sus perros, a los que adora por encima de todo.
Los seguidores de Lara desde hace tiempo conocían a su primer can, Choco, al que exhibía constantemente en su cuenta de Instagram y con quien tenía un vínculo más que especial. El pasado mes de marzo, momentos antes de embarcarse en la aventura extrema de Superviviente 2022, la comunicadora informaba en sus redes sociales de que después de 12 años junto a él, Choco, al que llamaba "amor eterno", había muerto.
Desde el fallecimiento de Choco, Noah y Lúa, los perros que viajarán con ella a Jimena de la Frontera hasta que el reality termine en diciembre, se han convertido en sus mejores aliados. El pasado mes de julio, Lara publicaba un emotivo vídeo donde reflejaba el reencuentro con sus dos mascotas después de pasar cuatro meses en los Cayos Cochinos.
Tal y como ella misma apuntó, aquello fue un sentimiento "indescriptible". Tanto Noah como Lúa se lanzaron eufóricos a saludar a su dueña, que no dudó en tirarse al suelo con ellos para besarlos y abrazos tras más de 100 días separados.
Lara y el amor
A pesar de que Lara Álvarez no suele pronunciarse nunca en público sobre los hombres a los que ama, los medios de comunicación se encargan de inmortalizar momentos en los que aparece natural, paseando o besándose con sus parejas en instantes de intimidad.
El último romance conocido fue el que mantuvo con Davide Rey, un hombre de origen italiano afincado en España y que lleva trabajando más de 10 años en la producción del programa Supervivientes.
Fue la revista ¡HOLA! la que publicó en febrero un reportaje fotográfico en el que se afirmaba que Lara comenzaba el año de nuevo enamorada. La misma publicación, tres meses más tarde, en mayo, confirmaba que lo suyo se había roto.