Josele Román (75 años) sigue siendo recordada como una de las eternas secundarias del cine español. Allá por los 70, la carismática actriz y cantante fue encadenando un proyecto tras otro gracias a su desparpajo y esa vis cómica tan particular. Vicente Escrivá llegó a definirla como "la mejor actriz española".
Ya en los 80, cansada de encarnar habitualmente a prostitutas y sirvientas graciosas, la valenciana se fue alejando de los sets de rodaje para intentar triunfar en la música. Desde entonces, se han alternado en su vida épocas de relativa bonanza económica con otras de ausencia de ofertas de trabajo y agobio por las deudas.
Aprovechando que lleva unas semanas enfrascada en los ensayos del musical flamenco The Beaufitul Dream of Life, con coreografía de Rafael Amargo (47), EL ESPAÑOL ha charlado con ella sobre la actual situación de este proyecto, la precariedad laboral de muchos compañeros de profesión y sus anhelos y sueños.
Muchos se quedaron boquiabiertos al saber que The Beautiful Dream of Life se cancelaba, de forma inesperada, el mismo día de su estreno en el Teatro Marquina según adelantó en primicia este periódico. ¿Qué ha ocurrido realmente?
Lo que yo sé es lo que me han contado. Que el director de la obra, Nico [Nicolás Pérez Costa], tuvo una discusión con el gerente del teatro. Rafa [Amargo] ni lo sabía, porque él estaba ensayando. Yo vi que el director no estaba presente en el ensayo general y eso a mí me extrañó. El otro día estuve hablando con la novia de Rafa, Luciana, y ella me explicó que Nico se había ido tras discutir con el gerente, pero yo no sé por qué asunto sería. Según Nico, la parte técnica, el decorado, no estaba lista para estrenar, o algo así. Nosotros íbamos a estrenar el jueves 4 de agosto, pero luego nos dijeron que estrenábamos el viernes por un problema que había. Pero tampoco se estrenó ese día, como ya se sabe. Para mí que el director no lo veía listo todo para estrenar. Normal, si algo sale mal luego es el director quien se la carga. Cuando salió la noticia, me quedé KO, como cuando te dicen que se ha muerto alguien pero tú no te lo crees. Cuando hablé con Luciana me explicó lo que pasaba y lo he comprendido, aunque a mí esto es algo que no me había sucedido nunca, y, menos aún, a un día del estreno.
¿Ha llegado a hablar del asunto con el director de la obra?
No, yo no he hablado con Nico. Él puso un mensaje en el grupo de WhatsApp de toda la compañía y dijo: 'Lo siento mucho, pero he tenido que dejar los ensayos. Vosotros sabéis que he trabajado al máximo y que he hecho todo lo que he podido'. Es verdad, él ha trabajado mucho, machacando todo con Rafa, que ha montado las coreografías.
De momento, las entradas están retiradas de la venta. ¿Se estrenará finalmente la obra?
De momento a mí me han dicho que sobre el día 18 teníamos que hacer un ensayo y que sí que vamos a estrenarla a finales de mes. Que Nico no estaba ya enfadado e iba a volver, y que ya estaba todo hablado. Pero, vuelva él o no vuelva, la obra está montada. Lo que queda por hacer es ensayar un poquito y que quede todo perfecto
¿Cómo llevaba lo de ensayar a diario con este calor asfixiante que azota a España?
Todo se puede, si no tienes más remedio que hacerlo. Si lo pensara, no podría hacer lo que hago, que es coger un autobús hasta Móstoles, allí coger otro hasta Príncipe Pío, luego el metro hasta el Banco de España, y luego ir por Cibeles, en medio de este calor. Pero hay que ir a ensayar. Yo vivo en una urbanización a las afueras de Móstoles, y ensayamos de 10 de la mañana a dos de la tarde. Bueno, a mí me dejaban ir a las 11, porque yo tampoco estoy en todos los números musicales. Hay mucho baile flamenco y mucho baile moderno, es un poco de mezcla. La obra va sobre el pintor Domingo Zapata y yo interpreto a una doctora corrupta que le droga.
[Rafael Amargo cancela 'in extremis' su obra de teatro por "disputas internas" con el director]
La obra habla sobre el éxito y las adicciones. ¿Ha tenido muchos vicios?
Yo no, yo soy una persona muy sana. Siempre digo que eso de 'Hosanna en el cielo' lo dicen por mí. Cuando era muy jovencita, empezando en el cine, como todos se tomaban un whisky, yo hacía como hacen los chavales hoy día, que se van de botellón y beben porque parece que ponerse pedo es lo más importante del mundo. Me tomaba dos vasos de whisky para hacerme la chula y me iba a mi casa, porque me daban ganas de vomitar. Normalmente, me sentaba mal el alcohol. Si tomaba algo, me encontraba luego mal. Llegó un momento en que pensé: '¿y voy a tomarme yo esto para ponerme enferma?'. Todo lo que me hace daño, lo aparto de mi vida. Uno tiene que cuidar de sí mismo, y lo mejor es aprender a rechazar las cosas que te hacen daño. Una cosa es el uso, y otra el abuso. Hace muchísimo que no bebo ni una copa. Ahora solo bebo Coca-Cola.
¿Qué opina de la campaña de desprestigio de la que se siente víctima Rafael Amargo?
No soy adivina y no sé lo que ha hecho Rafael, pero creo que no es tan grave. Hay mucha gente que es desconocida y de la que no se sabe lo que hace, pero, cualquier cosa que haga una persona famosa, se agrava y se hace más grande. Cuanto más grande es la fama, más grande es todo, como pasó con la Pantoja. Hay muchos políticos corruptos que han blanqueado dinero y han hecho de todo, pero de ella se supo mucho más, porque es muy famosa.
Comparte cartel con Carla Vigo, de quien se dice que llegó a un acuerdo de confidencialidad con su tía la reina Letizia. ¿Qué opina al respecto?
Eso es, en parte, lógico, porque una chavala tan jovencita como ella puede decir algo que a lo mejor… Y no es porque Carla (21) no sepa lo que hace. Ella es una chica inteligente, que sabe lo que quiere en la vida y está luchando por ello. A mí me cae muy bien. Es calladita pero luego, cuando habla, tú dices: 'Oye, pues sabe muy bien lo que dice'. Sabe también escuchar, y no es necesario que una persona esté hablando todo el rato. Por otro lado, yo voy a comer todos los fines de semana con mis sobrinas, que también se quedaron mal cuando murió mi hermana. Carla es hija de la hermana de Letizia (49) y, por lo tanto, es su sobrina. Lo que pasa es que Letizia es Reina de España y los Reyes están ocupadísimos y tienen todos los días líos. El protocolo es un poco frío, porque yo creo que Letizia no puede ir a buscar a Carla y comer con ella los sábados.
Lleva un tiempo quejándose de las precarias ofertas que recibe para actuar en películas...
Yo y todos mis compañeros [risas]. Esta profesión es así. Esto es un sube y baja y, cuando bajas, hay que aprovechar para cargar gasolina. En el cine ha salido la moda de decir 'esto es una película de bajo presupuesto'. A mí no me han llamado ahora de ninguna película sobre la que no me hayan dicho eso. Eso es para pagarte el mínimo que establece la Unión de Actores. El mínimo que pagan en teatro a un protagonista son 200 y pico euros al día, y para un actor de reparto son unos 150 ó 160, cuando antes te decían 'te puedo dar esto', pero tú luego podías discutirlo y, conforme ibas trabajando, te iban pagando ya un poquito más.
Ahora mismo, tanto en televisión como en el cine, te pagan lo mismo, y es el mínimo. Vamos, mi mánager no se lleva comisión del teatro, porque dice que, como ahí nos pagan tan poco, ella no quiere nada. Yo iba a hacer una película y, de primeras, me ofrecieron mil euros por sesión, y tenía una semana de rodaje en Jaén. Me llamó el director y me preguntó si quería hacerla, porque decía que el papel lo escribía para mí. Yo le dije que sí y, cuando ya iba a hacer la película, llamó a mi mánager y le dijo que no había dinero. Ella pidió que, al menos, me dieran la mitad de lo hablado. Al final, la película se va a hacer con bajo presupuesto, pero ellos dicen ya que pasan de mí porque no pueden pagarme nada. Yo he hecho películas sin cobrar con gente como mi amigo Fernando Simarro, con quien rodé Cosmética terror. Pero Fernando es amigo mío, él me ha hecho favores y por eso yo le hago el favor de hacer tres sesiones en una película suya.
Dice que invirtió lo que había ganado en el cine en intentar abrirse un hueco en la música. ¿Le salió bien la jugada?
Mira, yo iba a tocar con mis grupos y pagaba siempre todo. Pagaba los locales de ensayo y hasta los viajes en avión a dos chicas que eran catalanas, porque había muy pocas chicas que supieran tocar el bajo, la guitarra..., y hasta las tenía en mi casa. He luchado y he invertido mucho dinero en la música, pero no se me ha hecho mucho caso. El que haga música sabrá lo que cuesta un estudio y lo que cuesta grabar un tema. No hay ni un solo grupo de música dura de tías que haya funcionado. A nosotras nos rechazaban un poco. A mí en la discográfica me escuchaban y me decían '¿pero esto es rock? Esto es muy heavy', y yo entonces pensaba: 'pero bueno, ¡y qué pasa! ¿Es que nosotras no podemos hacer rock duro?'. Ahora que vemos que cada día matan a una mujer, o a dos, podríamos salir ahí un grupo de tías a poner un poquito de orden y a decir 'al loro'. Ahora solo hay moñas que cantan canciones de desamor, y de 'qué pena'. ¿Pena de qué? Tía, si te ha dejado, coge y búscate a otro, ¡que el mundo está lleno de tíos!
Le encanta hacer reír a la gente. ¿Se puede hacer humor de todo?
Creo que lo importante es hacer crítica de las cosas sobre las que hay que hacerla. Que la gente se entere de lo que le están haciendo, para que esté alerta. Todo eso se puede conseguir tanto con humor como sin humor. Tú puedes criticar o contar una cosa que hay que saber con sarcasmo, y hasta con humor negro. Si puede ser con humor, es mejor, porque así no le hace daño a la gente y no le asusta tanto.
Oí que podría encarnar a Úrsula en el próximo musical La Sirenita.
Sí, creo que me quieren hacer una prueba. Un amigo mío dice que ha hablado con alguien de Disney, pero no he vuelto a saber nada más. El papel de Úrsula me va muy bien. También me llamaron para hacer de hechicera en la obra Yerma, pero de momento, no lo vamos a hacer.
Dice que ha estado con chicas, y que su primer novio "resultó ser gay".
Mi primer novio era gay, pero le dio por estar conmigo. Era de aquí de Madrid, y luego ya tuvo un novio de Londres. Cuando era muy jovencita, tuve un par de experiencias con chicas, pero no funcionaron. No he tenido muchas parejas, no he llegado a casarme, ni tengo hijos ni nietos. Sigo siendo solo hija, y también tengo sobrinas.
¿Cómo vive hoy día el tema del amor de pareja? ¿Tiene el corazón contento y lleno de alegría?
A veces me gusta alguien pero, ahora mismo, no tengo pareja ni tengo ninguna historia. No he tenido mucha suerte en el amor. Siempre pienso que, como mujer, he fracasado. Como artista, aunque tenga poco trabajo, sí estoy satisfecha con lo que he hecho. Un novio que tuve me dijo: 'es que tú no eres ni un hombre ni una mujer. Eres una cosa rara', y no sé yo qué cosa rara soy [risas]. No sé si es que los chicos me han tenido un poco de miedo, pero no me han entrado, y yo tampoco tengo ganas de ir detrás de nadie. Como mujer, soy muy tímida y no me atrevo a pasarme ni un pelo. Si no me daban el mínimo pie, no me metía en nada. Yo veo a chicas por ahí y pienso en qué fácil lo tienen, porque se atreven a todo, y la verdad es que hacen bien. Un periodista me definió muy bien, porque en el titular puso: 'Josele Román, una ingenuidad sin apariencias'. Eso es lo que me ha pasado en el cine, donde nunca he hecho de dama joven o de ingenua. Será porque tengo esta voz o esta cara que me hace parecer una mujer muy dura. Lo mío es una coraza o una capa externa. Como yo digo, soy como una croqueta, dura por fuera y blanda por dentro. Me gusta parecer dura, pero soy muy sensible.