Hace 14 meses que Arianna Aragón (23 años) dejó de salir por televisión. Su experiencia en la pequeña pantalla duró 30 días, periodo que estuvo en emisión el concurso El precio justo. El programa estaba presentado por el marido de su madre, Carlos Sobera (61), y la joven -entonces estudiante de Derecho y a día de hoy ya graduada en la carrera- ejercía de azafata, mostrando los obsequios que podían ganar los participantes. Recuperar el formato que triunfó en la década de los 80 fue un fracaso, duró un mes en la parrilla televisiva y desapareció con absoluta indiferencia.
Así fue el frustrado debut de la bella joven en el mundo mediático. Pero en ese breve espacio de tiempo, Arianna aumentó en varios miles su número de seguidores en Instagram, admiradores que aún perduran en su cuenta, y que crearon incluso clubs de fans oficiales. Este interés por la hijastra del comunicador se debe a que protagonizó anécdotas durante el programa que se hicieron virales. La gran parte de estos episodios eran instantes en los que Sobera y ella demostraban su estrecha y cómplice relación familiar, desvelando secretos personales y lanzándose dardos (sin maldad) ante la audiencia.
Esa cercanía que mostraban, pese a no ser padre e hija biológicamente hablando, se ganó el aplauso del público, y quedó patente que pese a las bajas audiencias, ese tándem que formaban sí funcionaba. Y eso ha quedado más claro que nunca en el 'nuevo' trabajo de Arianna.
La joven ha debutado como actriz esta misma semana y lo ha hecho en un enclave privilegiado para cualquier profesional que se dedica al mundo de la interpretación. Arianna se ha subido al emblemático escenario del Teatro Romano de Mérida en mitad de su conocido festival internacional. La recién graduada en Derecho forma parte del elenco de Miles Glorious,una obra teatral protagonizada por Carlos Sobera y en la que comparte diálogos con actores y actrices de renombre como Elena Ballesteros (41), Elisa Matilla (56) o Ángel Pardo (65).
La veinteañera ha tenido un debut por todo lo alto, no solo por el lugar en el que lo ha hecho, sino porque además, han agotado todas las localidades en todas sus funciones y porque en su último pase en Mérida el equipo de actores recibió una ovación del público que duró 4:52 minutos.
Un éxito arrollador. De ahí que la joven no tuviera palabras para describir lo que sentía, pero intentó dejarlo claro en su última publicación de Instagram: "Primera vez sobre un escenario, primera vez actuando y voy y debuto en el festival de Mérida, en el mismísimo Teatro Romano… pura historia, figuras pasando por aquí, con su importancia y su valor. Pues sí, ha pasado", expresaba emocionada.
A lo que añadía: "Es la experiencia más maravillosa, bonita y fuerte que he vivido y voy a vivir jamás, de esta manera, y rodeada de esta gente tan especial a la que admiro. He disfrutado más que una niña pequeña, me he reído, he llorado y sigo sin aterrizar. Desde el primer día que llegue y pise esas piedras hasta que me he ido, he sido la más feliz y agradecida". Tal y como recalca, esta experiencia permanece en su retina para siempre: "Jamás pensé que podría ser capaz de subirme a un escenario delante de más de 3.000 personas y prometo que ha sido lo más bonito y especial que he hecho nunca. Adrenalina. Ahora con un poquito de resaquita emocional, ¡¡gracias!! Gracias a cada personita que hace posible el Festival de Mérida y al festival por habernos cuidado mejor imposible".
Testigo de todo ello ha sido su madre, Patricia Santamarina, que es una de las productoras que ha puesto en marcha esta obra, en la que participan dos de los amores de su vida -su hija mayor (pues tiene una pequeña llamada Natalia) y su marido-.
No es de extrañar que a Arianna le haya 'picado el gusanillo' del arte dramático y del mundo artístico, ya que en casa está rodeada de personalidades que se dedican a él. No solo porque su padrastro, Carlos Sobera, sea actor, sino también por su padre biológico. El gen interpretativo corre por las venas de la joven porque su progenitor es ni más ni menos que Rody Aragón (63).
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El conocido payaso y humorista es el primer fan de su hija, al igual que ella lo es de él. De hecho, son muchas las ocasiones en las que Arianna acude a ver los espectáculos circenses de su padre. Y de la misma manera ha ocurrido esta vez. Rody no ha dudado en estar al lado de su hija en su debut como actriz y ha celebrado con ella sus éxitos. En estos momentos, padre e hija se encuentran en Marbella brindando por el nuevo camino profesional que ha tomado la joven.