Ya ha pasado todo y ver la carita de Marieta hace que se olvide lo malo. Si embargo, lo cierto es que María Amores (44 años), la mujer de Ion Aramendi (45), tuvo un parto muy complicado, del que se está recuperando favorablemente, aunque hubo momentos en los que su estado revistió gravedad.
Ella misma ha contado algunos detalles a sus fieles seguidores, que la han acompañado durante todo el embarazo. En este tiempo, los stories de la periodista narrando su día a día en clave de humor y con total naturalidad ha han convertido en un auténtico fenómeno en Instagram, donde ya supera los 10.000 followers.
La tercera hija del presentador de Supervivientes y su esposa nacía el pasado 30 de julio, aunque las cosas no fueron fáciles. María estuvo de parto inducido durante 24 horas, pero la pequeña no lograba salir, ya que era demasiado grande. Se intentó parto instrumental, pero tampoco funcionó, así que finalmente el equipo médico decidió hacerle una cesárea. Ella misma ha revelado cómo fue: "La cosa se complicó mucho, pero mucho...".
Fue el principio de un vía crucis de más de 30 horas, durante las cuales tuvo que estar separada de su hija. Así se expresaba la feliz mamá cuando al fin pudo tener a Marieta en sus brazos: "Después de dos días en reanimación sin comer, ni beber, con mil vías, transfusiones, oxígeno, un globo en el útero, medias compresoras y enmorfinada viva, estamos juntas. Ella sana como una manzana con sus más de cuatro kilos y yo, in love total".
Ahora que está en proceso de recuperación, María ha hablado sin tapujos de cómo lo vivió y cómo se encuentra. Según sus propias palabras, no quiere decir que estuvo a punto de morir para que no la tacharan de exagerada, o utilicen esto como crítica, pero lo cierto es que ha sido muy duro. "Lo he pasado mal. Tenía un presentimiento y mucho miedo con este parto, así que hay que creer en el instinto. Dentro de las circunstancias que se dieron, he tenido suerte porque estoy aquí y me estoy recuperando de cine".
La mujer de Aramendi había decidido dar a luz en el hospital público de La Paz (Madrid) y cree que no pudo haber decisión más acertada. "Si me llega a pasar esto en una clínica pequeña, igual... Doy gracias a Dios y a todo el equipo del hospital porque la niña está de maravilla", asegura. Pese a los momentos complicados que ha vivido, no pierde la sonrisa y asegura que Marieta es un ángel: "Es muy tranquila, porque me ha dado tanta guerra para nacer, que se porta fenomenal".
El hecho de que, por razones médicas, María no pudiera encargarse de la niña durante sus primeras horas de vida, hizo que fuera su marido, Ion Aramendi, quien estuviera al pie del cañón en solitario. María Amores le ha querido rendir homenaje con un precioso texto en sus redes sociales y una tierna imagen.
"Lactancia paterna. En la vida las circunstancias mandan y esta vez las cosas han ido de tal manera que su padre ha tenido que encargarse 100% de esta niña desde su primer segundo de vida. Y ha sido ejemplar. No lo digo yo, es un hecho. Noto un vínculo especial entre ellos y, lejos de ponerme celosa, me hace sentir muy afortunada y agradecida a la vida por cruzarme con este señor. Total, que abandono la idea de lactancia materna, no estoy aún demasiado bien y es una opción respetable y válida para el desarrollo del bebé. Además, no soy yo quién para inmiscuirme en la relación de Marieta y su aita. Ion se basta y se sobra, es un padre Cum Laude", escribe.
Pese a que ha respondido bastante bien tras la cesárea, María aún debe estar ingresada unos días hasta que se recupere completamente. Mientras, tanto Ion como sus dos hijos mayores cuentan las horas para tenerla a ella y a la benjamina del clan en casa.