El pasado 25 de junio, Gabriel Rufián (40 años) dio el 'sí, quiero' a Marta Pagola en una íntima ceremonia celebrada en Irún, ciudad natal de la novia. El portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputados y la responsable de Comunicación del Partido Nacionalista Vasco se conocieron en los pasillos de la Cámara Baja a finales de 2018, momento en el que el político ya estaba separado de su primera mujer, Mireia Varela (38). De hecho, tras la ruptura, la filóloga compartió mensajes desgarradores en sus redes que revelaban el difícil momento que estaba atravesando después de perder "al hombre de su vida", se tatuó el pecho con la fórmula del amor y se mostró devastada ante sus seguidores. Pero hace un año dejó atrás el pasado y decidió salir adelante con un nuevo rumbo, aunque los obstáculos parecen continuar para ella en la actualidad.
Tras un intenso año con el corazón roto por el final de su relación con el político y padre de su hijo Biel (10), Mireia recibió una gran noticia en el mes de febrero de 2021. Meses antes había comenzado una búsqueda activa de trabajo, y al fin llegó su puesto "soñado", según sus palabras. Logró añadir a su currículum un hito muy relevante para su carrera: convertirse en profesora de Lengua y Literatura Española en Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Precisamente en este centro fue donde ella se graduó de la misma especialización, y también cuenta con un máster en Lengua Española, Literatura Hispánica y Español como Lengua Extranjera impartido por la misma universidad catalana.
La ex de Rufián estuvo acudiendo a su puesto de trabajo en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras; sin embargo, 16 meses después, la doctoranda asegura que está de nuevo buscando trabajo. Lo cierto es que Mireia Varela Rodríguez aparece aún en el listado de profesorado de la UAB, pero la joven manifiesta en sus redes estos días su fracaso a la hora de encontrar un puesto laboral.
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Según ella misma ha confesado, está realizando entrevistas de trabajo que terminan de manera infructuosa. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención es la clase de preguntas que le han hecho en estos encuentros con las diferentes empresas y entidades. Mireia desvela algunas de las cuestiones que tratan con ella en su búsqueda de trabajo. Algunas de ámbito privado que están, de hecho, consideradas ilegales: "¿Tiene hijos u otras cargas familiares?" y "¿Tiene pensado ampliar la familia?", son dos preguntas a las que ha tenido que contestar Varela estos días.
Y en cuanto a los términos laborales, también recibió varias sorpresas desagradables. Las frases que más le repitieron o le impactaron de sus últimas entrevistas fueron: "Ya la llamaremos", "Le haríamos un contrato de formación de tres horas, pero trabajaría ocho", "Para incorporarse debe hacerse autónoma primero", "Tiene mucha experiencia, pero buscábamos a alguien más joven", "Tiene demasiada formación para este puesto" y "Las horas extra se cobran como horas normales".
La filóloga ha mostrado públicamente su repulsa por tener que enfrentarse a situaciones como estas, que no deberían suceder en una correcta entrevista laboral. De esta forma, la búsqueda de empleo se le está haciendo cuesta arriba a la expareja de Gabriel Rufián, que tras un largo tiempo sumida en la tristeza por la ruptura con el político, al fin ha dejado atrás su historia de amor.
Una buena muestra de que ha recuperado la autoestima y su fortaleza interior es la reacción que tuvo tras la boda de Rufián y Marta Pagola. Solo horas después del enlace de su ex en Irún, Mireia compartió varios Stories de Instagram en los que enviaba un mensaje claro al que un día fue el "gran amor de su vida". Lo hizo a través de un vídeo de un concierto de Karol G, en el que podía verse a la artista colombiana citando algunas de sus frases más rotundas contra sus exparejas, y en concreto hacía énfasis en una de ellas: "Recuerda que no te cambian por algo mejor, y ni siquiera por algo más rico".
Así de segura de sí misma se deja ver ahora Varela, quien no cesa en su lucha diaria por encontrar un trabajo digno y acorde a sus estudios superiores para centrarse en continuar con su vida y poder ofrecer su mejor versión a su hijo, que es su más preciada debilidad.