Anne Igartiburu (53 años) e Igor Yebra (47) pusieron el punto final a su matrimonio en el año 2006. Sin embargo, aún en la actualidad y para siempre estarán unidos por una de las razones más importantes de su vida: Noa. La joven, que ahora tiene 21 años, llegó a sus vidas en el momento álgido de su relación tras tomar la decisión de ampliar la familia y de hacerlo optando por la adopción. Convivieron los tres juntos algo más de dos años, y después de la ruptura de la presentadora y el bailarín ninguno descuidó el fuerte vínculo con la menor.
Noa tenía tres años cuando llegó al hogar de los Yebra Igartiburu, pero de eso hace ya casi dos décadas. La veinteañera es ya toda una mujer que ha tomado su propio camino, arropada a cada paso por Anne e Igor. Precisamente ellos eran ya conocedores del gran talento de la joven para la pintura y las Bellas Artes, pero era un dato que públicamente se desconocía.
Fue EL ESPAÑOL el que descubrió esta sorprendente faceta de Noa. Este medio desveló que la hija mayor de la querida comunicadora de TVE poseía un perfil oculto en las redes sociales en el que daba a conocer su talento con la pintura. Con esta cuenta encontró la forma de dar a conocer su don para el dibujo sin tener que exponerse y sin que nadie pudiera identificarla ni vincularla a su afamada madre.
[Descubrimos la faceta más desconocida de Noa, la hija mayor de Anne Igartiburu e Igor Yebra]
Sin embargo, después de que este periódico hablara de su habilidad con los pinceles, Noa ha dado un paso al frente y ha querido que todo aquel que esté interesado en conocer su faceta artística pueda hacerlo. De esta forma, demuestra que ha perdido el 'miedo' a ser reconocida como la hija de Anne Igartiburu y lo ha hecho de una manera muy simple pero eficaz. La joven ha decidido en los últimos días dejar en la biografía de su cuenta personal de Instagram el link directo a su perfil artístico, algo que hasta hace unos días se negaba a hacer.
Noa comenzó a compartir sus pinturas, bocetos y creaciones en la mencionada red social el 14 de abril de 2020, justo al inicio de la pandemia por la Covid-19. Pero mantenía este perfil oculto, sin definirlo como suyo, y utilizándolo solamente como mero expositor de sus obras para aquellos usuarios que 'cayeran' en él de forma casual.
Nada que ver con el reciente movimiento que ha hecho. Ahora sus 106 obras pictóricas son más visibles que nunca, pues tras dos años y dos meses manteniendo su perfil de Instagram escondido a la luz pública, ya es más accesible para los seguidores. Allí muestra su amplio don con el uso de un simple lápiz, con carboncillos, bolígrafos o rotuladores de colores en papel, pero también con pinturas acrílicas y acuarelas en lienzos.
De hecho, en las últimas horas ha multiplicado su producción de obras de arte y de ello ha dado muestras en sus Stories, donde ha compartido varias fotografías de su proceso de creación con varias espectaculares pinturas de una mujer de tez morena, y también con un retrato de un hombre de rostro similar al David de Miguel Ángel.
La adopción de sus hijas
Anne Igartiburu siempre quiso ser madre, y su instinto afloró de forma intensa cuando asentó su relación con el bailarín Igor Yebra. Así que decidieron crear una familia por la vía de la adopción.
En el año 2001, la presentadora decidió, en consenso con su entonces pareja adoptar una niña de la India. La menor -Noa, su actual hija mayor- llegó al hogar cuando ya tenía 3 años, justamente en el 2004, coincidiendo con el año de la boda de Igartiburu y Yebra. La pequeña aterrizó en España y completó la felicidad del reciente matrimonio.
Después llegó Carmen (11), su hija mediana, a la que adoptó en Vietman. Y es que al tiempo, Anne desveló en una entrevista que las adopciones de sus dos niñas las hizo en solitario: "Adoptar como madre soltera es una aventura y más en países con India o Vietnam, donde la ley cambia todo el rato. Una mujer sola en esos países así es duro", confesó.
[Noa, la hija veinteañera de Anne Igartiburu que presume de su madre en la intimidad]
Tras vivir la experiencia de la maternidad de la mano de sus dos hijas, en el año 2016 dio a luz a su primer hijo biológico, Nicolás (6), fruto de su matrimonio con Pablo Heras-Casado (44). La presentadora y el director de orquesta finalizaron su relación en febrero de 2021.