Sasha Obama, que cumple este viernes, 10 de junio, 21 años, ya es toda una mujer. Poco o nada queda ya de aquella adolescente inquieta y de sonrisa nerviosa que posaba junto a su padre, Barack Obama (60), en la escalinata de la Casa Blanca hace cinco años. Fue en 2017 cuando se inmortalizaron las últimas fotografías de la familia entre las columnas inmaculadas de la vivienda más majestuosa de Washington.
En la actualidad, hay que recurrir a las redes sociales para conocer cómo han crecido las hijas de Michelle Obama (58). Y en estos momentos la más joven de ellas está revolucionando el mundo virtual con su impresionante transformación física. Atrás han quedado los jerséis sencillos y los vaqueros holgados que lucía en la etapa de presidente de su padre. Sasha apuesta ahora por un look totalmente llamativo, luciendo sus curvas y su tonificado vientre con crop tops y shorts en colores chillones. Además, es muy fan de los accesorios, como las gorras, la bisutería corporal y los maxibolsos.
La joven no solo reivindica su nueva personalidad a través de su ropa y su actitud, el entorno de Sasha ha filtrado que la pequeña de los Obama defiende al máximo su libertad. Y en esa misma línea, busca impulsar este derecho en todas las mujeres afroamericanas de su edad sea cual sea su estatus social.
Gracias a esa forma de expresarse, Sasha ha aparecido en una de las publicaciones más seguidas por los jóvenes en Estados Unidos. Grown Magazine es una "revista digital para las mágicas chicas negras sin filtro", según reza su descripción. En su perfil oficial de las redes sociales han compartido una fotografía actual de Sasha, en la que posa de manera llamativa, exuberante y poderosa.
La publicación ha erigido a la menor de los Obama como abanderada de la Generación Z, convirtiéndola así en uno de los referentes de ese sector social en Estados Unidos. Además, como buena musa para ese público, la joven también arrasa en TikTok, donde demuestra sus dotes para el baile y su gusto por la música urbana.
Precisamente, en la citada red social de los vídeos virales Sasha protagonizó un polémico suceso en plena pandemia por la Covid-19. En diciembre de 2020, la joven compartió unas imágenes en su cuenta de TikTok en las que aparecía con un grupo de amigos de la universidad canturreando y bailando despreocupadamente ante la cámara. El contenido se censuró tras recibir una avalancha de críticas por aparecer sin mascarilla y sin respetar las medidas sanitarias.
La propia hija de los Obama, al ser consciente de la irresponsabilidad que estaba cometiendo, mandó eliminar el vídeo de forma inmediata; sin embargo, fueron muchos usuarios los que lograron guardárselo antes de que desapareciera. A día de hoy ya no queda constancia -al menos visible- de esas imágenes en los rincones más públicos de internet.
Su hermana, seguida por los paparazzi
Malia Obama (23) tampoco se libra del ojo mediático. La hija mayor del 44º presidente de Estados Unidos y su esposa ya acaparó sonados titulares justo después de que su padre abandonara la Casa Blanca en enero de 2017.
Apenas pasaron unos meses desde que la familia se mudó de la flamante vivienda ubicada en la Avenida Pennsylvania, cuando se hicieron virales unas imágenes de la joven fumando tabaco en un cuarto de baño. Se trataba de un vídeo de pocos segundos que no paró de circular sin cesar por las redes sociales. En él se podía ver a Malia haciendo el juego de crear círculos con el humo del cigarrillo. La persona que compartió el vídeo lo borró al de pocos minutos, pero ese tiempo fue suficiente para que terceros lo capturaran y lo compartieran en diversas plataformas de internet.
La primogénita del expresidente estadounidense hace su vida como cualquier joven de su edad, pero sus pasos quedan registrados en la red y dejan, a menudo, de pertenecer a su área personal. Así ocurrió, en ese mismo año 2017 cuando una cámara captaba el momento en el que se besaba apasionadamente con un compañero de Harvard en una fiesta deportiva.
Él era Rory Farquharson, un joven de la misma edad que la exinquilina de la Casa Blanca y cursaba también Derecho, aunque un curso por encima de ella. Desde pequeño fue al prestigioso colegio Rugby School -de cerca de 40.000 euros al año-, donde destacó de forma sobresaliente. Pero no solo estaba en el primer puesto del ranking de los más aplicados en las áreas generales, sino que también formó parte del club de química de la institución y abanderó la insignia de su colegio en el campeonato de golf.
Ha pasado ya un lustro desde aquellas noticias, y ahora Malia es una mujer independiente que hace su vida en Los Ángeles. Al igual que ocurre con su hermana pequeña, su estilo a la hora de vestir ha evolucionado mucho desde su estancia en la Casa Blanca. La joven es una veinteañera de cuerpo esbelto, atlético y con una altura envidiable, heredada de sus dos progenitores.
En los últimos meses se ha vuelto a convertir en uno de los objetivos más buscados de los paparazzi de California. Sus constantes salidas con su grupo de amigos y su preferencia por los restaurantes de comida latina y española -este fin de semana acudía a un local de gastronomía manchega- han hecho que el interés por Malia aumente en el continente latinoamericano y en nuestro territorio español.
[Más información: El vídeo impresentable de Sasha, la hija de Obama, en Tik Tok que ha retirado por un aluvión de críticas]