Nicolás Vallejo-Nágera (50 años), conocido popularmente como Colate, es uno de los rostros patrios que lleva décadas acaparando titulares en medios de comunicación no solo por su profesión de empresario, sino especialmente sus asuntos del corazón. Entre ellos destaca su fracasada relación con Paulina Rubio (50), con quien mantuvo una historia de amor que duró siete años y de la cual nació su hijo, Andrea Nicolás (11).
Sin embargo, pese a que su nombre haya protagonizado infinitas noticias, pocas personas conocen cómo es él realmente. Eso va a cambiar gracias a la publicación de Colate, por Nicolás. La historia que nunca creí que contaría, un libro en el que hace un extenso repaso de su vida.
A lo largo de sus más de 200 páginas no solo reflexiona sobre los detalles más conocidos de su existencia, también sobre los que durante años ha preferido mantener ocultos.
Colate comienza el libro por su niñez. Una infancia que recuerda "feliz" pero que, sin embargo, estuvo marcada por la relación con su padre. Las desavenencias entre ambos llegaron en una etapa complicada, la adolescencia, en la que pasó "de tener la mejor relación a la peor", llegando a estar bastante tiempo sin hablarle.
"La última vez que vi cara a cara a mi padre fue para decirle que no lo invitaba a mi boda", comienza escribiendo en la introducción, resumiendo una relación muy difícil en la que había un tercer actor, la segunda esposa de su progenitor, María del Mar Adán Galdeano. Una mujer cuyo nombre no menciona en ningún momento y con la que empezó con mal pie, pues esta le echó de casa al poco de casarse con padre. Pese al paso de los años, nunca llegó a entenderse con ella.
"Tomé la decisión de decirle a mi padre que no viniera a mi boda con Paulina Rubio, porque lo que tenía claro es que no quería que ella (su mujer) estuviera, no quería compartir ese día con una persona que me había hecho daño cuando comencé a ponerme rebelde con el mundo", relata Colate en el capítulo.
Y aunque reconoce que hubo intentos por arreglar las cosas, la presencia de su mujer le "costaba" mucho, ya que no quería verla. "Me da pena no habernos llevado mejor durante esos veinte años. Pero también sé que hice todo lo que estaba en mi mano", escribe para sentenciar el tema.
Relación tortuosa
Y si la mala relación con su padre marcó su infancia y juventud, la que tuvo con Paulina Rubio lo hizo con su edad adulta. A la 'chica dorada' le dedica varias páginas del ejemplar, pues es una de las mujeres que más han marcado su vida, en el sentido más amplio de la palabra.
Sobre ella escribe sobre lo bueno, recordando, por ejemplo, su boda en el Caribe para la cual fletó un avión para sus más allegados de España. Un vuelo que, sin embargo, compartieron con 18 personas ajenas al enlace que terminaron denunciando a sus compañeros de avión. "De ese avión me han contado de todo, lo que me dio rabia fue no estar en él", se puede leer en el libro, en el que además desvela que fue necesaria la intervención de la Policía porque "se les fue de las manos".
Pero también repasa lo malo, un adjetivo que, sin duda, pesa mucho más en el recorrido de su relación con la cantante. A Rubio la define como "una persona con muchas aristas" a la que quiso querer y entender pese a que luego protagonizaron un divorcio "interminable". "Toda la vida me he sentido atraído por la gente con problemas, vengo de una familia de psiquiatras", dice para referirse a ella a modo de resumen.
Estuvieron casados desde el año 2007 hasta 2012 y en 2010 tuvieron a su hijo. Como es conocido, su separación no fue fácil y para Vallejo-Nágera ha sido de lo más complicado a lo que se ha enfrentado en la vida.
Sobre todo en lo que se refiere a la parte legal, pues cuenta que mientras que Paulina estaba acostumbrada a los juicios y se podía pagar los mejores abogados, él se encontraba en el punto contrario: "No pude tener un buen abogado porque económicamente no lo podía permitir; es más, llegó un momento en el que decidí prescindir de él porque me di cuenta de que en Estados Unidos o tienes a los mejores o te crujen directamente".
Tardaron diez años en ponerse de acuerdo y, cuando llegó el día, Nicolás consiguió ser un poco más libre a pesar de que en el camino dejó una gran angustia, incertidumbre y parte de su fortuna. "Me ofreció un tercio de mi dinero (200.000 de 600.000 dólares) y acepté porque lo único que quería era cerrar el tema y seguir con mi vida. Estaba agotado del proceso y de todo lo que estaba viviendo. No podía más. Ofreció, además, pagármelo a plazos. Los abogados redactaron el contrato y ese modelo de pagar a plazos se puso como si fuera una pensión".
En todo momento, pese a las complicaciones, tenía claro que quería estar con su hijo, aunque eso supuso dejar atrás su vida en España. "Tenía claro que no quería renunciar a mi hijo. Necesitaba empezar una nueva vida en Miami, que dista mucho de ser fácil y barata. No quería volver a España, porque eso suponía renunciar a mi paternidad", confiesa. Un esfuerzo que, sin duda, le ha merecido la pena pues no se ha perdido ni un solo minuto de la infancia del menor.
El no tabú de las drogas
En Colate, por Nicolás el madrileño le quita el tabú a un tema que siempre ha sido muy polémico, el de las drogas. De hecho, le dedica varias páginas en las que no tiene problema en confesar su consumo: "He probado de todo", dice en una parte, haciendo énfasis en que lo hacía "con bastante cabeza".
"He tomado drogas de diseño y todo lo que había en ese momento. No lo niego, pero como digo, con control. Nunca me he sometido a ellas y de eso me siento orgulloso", confiesa Colate, que detalla además que en su caso las tomaba para que su cuerpo aguantara más horas de trabajo, no con fines lúdicos.
Al menos fue así hasta que en la peor etapa de su vida, tras su divorcio con Paulina Rubio, decidió probar suerte "a la desesperada" con la ayahuasca, buscando "soluciones a su vida". La experiencia, sin embargo, no fue lo que se esperaba y terminó en mitad de un campo junto a un chamán de una iglesia brasileña. "Me daba mucho miedo, sin embargo, mi vida estaba en caída libre (...) así que me animé a realizar el ritual". Pese al miedo que sintió, reconoce que fue entonces, tras tocar fondo, cuando "mi vida volvió a subir" para comenzar una etapa más serena.
[Más información: Nuevo conflicto entre Paulina Rubio y Nicolás Vallejo-Nágera por su hijo: todos los detalles]