Nacho Palau (51 años), la expareja sentimental de Miguel Bosé (65), se encuentra concursando en Supervivientes, el exitoso programa selvático de Telecinco, desde el pasado 21 de abril de 2022, jueves.
El escultor valenciano saltaba del helicóptero con mensaje especial a su familia, sus hijos y amigos. También debutó en el mundo catódico con el primer 'dardo envenenado' a su célebre expareja. Tan sólo el primero de, se entiende, muchos a lo largo de tres meses.
De hecho, en las últimas horas Nacho ha hablado, al borde de la emoción, de la relación que lo unía al cantante: "Cuando lo conocí, él tenía 37 años y yo 19. Yo me fui de casa en ese momento y he estado 20 años con él, por lo que he estado más con él que con mi propia familia".
Y añade: "Las cosas pasan y ya está, yo me vi desprotegido, estaba muy asustado, no entendía nada". Hace un tiempo, EL ESPAÑOL pudo conocer la estrategia de Palau ante este paso al frente a nivel televisivo: "Contar su historia con Miguel, hablar de su vida y de sus vivencias. Le falta hablar a él y que el público valore quién dice la verdad. No quiere hacer daño, sólo que se sepa su verdad".
Los dos libran una batalla en los juzgados desde que se produjo su ruptura sentimental. El motivo: sus cuatro hijos.
Palau quiere que los cuatro menores sean reconocidos legalmente como hermanos, como proyecto de vida de sus padres, pese a que los dos mayores -Diego y Tadeo- sean hijos biológicos de Miguel Bosé; y los dos menores -Ivo y Telmo-, de Palau.
En medio de esta contienda -trasladada a la Audiencia Provincial y, de perdurar, se acudirá al Tribunal Supremo-, este medio ha podido conocer que la expareja, a través de sus respectivos letrados, pues ellos no mantienen comunicación directa alguna, llegaron a un acuerdo hace unas semanas.
Esta suerte de entente cordiale entre ellos tuvo que ver con el "contacto presencial" que sus hijos están obligados a mantener. Según se confía a este medio, antes de su partida a Honduras, Palau "quiso hacer llegar a Miguel su disposición para que los niños se vieran" durante su ausencia.
Un reencuentro que se suma a los estipulados legalmente: "Cada determinados meses los chicos se ven, bien en México o en España". Más allá de sus evidentes diferencias, desliza a este medio una fuente bien informada que Nacho y Miguel están de acuerdo en lo principal que concierne a los menores.
Sobre todo, "los cuatro son felices y cuando se ven parece que no ha pasado el tiempo". Además, se hace constar: "Se ven cada semana por videollamada". De este modo, los 9.000 kilómetros que los separan se hacen más llevaderos.
En lo que respecta a la situación sentimental de Nacho Palau, este periódico ya informó hace unos días que el escultor está ilusionado. Así lo corroboró una buena fuente a este medio. Existe una persona que ha provocado que Palau "vuelva a sonreír por primera vez en mucho tiempo". Un dulce momento perfectamente compatible con su condición de hombre libre y sin compromiso.
No se deslizan mayores detalles de la identidad de esta persona, sólo que vive en Valencia y "comparten los mismos gustos". El informante se mostró prudente, pero sostuvo: "Hombre, Nacho es un tío joven, atractivo y que llama la atención. Normal que se le acerquen". Ahora, este medio ha podido conocer que ambos comparten "su gusto por la cerámica", y este hombre que le ha devuelto la ilusión al valenciano está "muy metido ya en la familia de Nacho".
Palau ha pasado años difíciles, convulsos, duros, en los que ha sufrido "lo indecible" con respecto al tema de sus hijos. Ha tenido que rehacerse desde cero, buscar trabajo y sacar adelante a los suyos, con la ayuda inestimable de su madre, Lola Medina.
Mientras que la situación judicial con Miguel Bosé continúa su curso, Nacho va dejando atrás lo peor, la negritud, y se abre paso una etapa de esperanza. Está "en uno de sus mejores momentos". Reflexiona alguien que lo aprecia mucho: "Lo mejor que le puede pasar en este momento es que el amor llegue a su vida y lo trate como se merece".
En lo que respecta a su contencioso con Miguel Bosé, se desliza que el cantante ha pedido a su abogado que siga de cerca el concurso de Palau, por si en sus manifestaciones existe alguna lesión a su honor e imagen.
"Es una medida lógica dada la tensa situación que viven. A Miguel le da lo mismo lo que haga Nacho, pero quiere asegurarse que no se diga nada que no es porque se da por hecho que hablará, ¿no? Si no, ¿de qué?", informa alguien próximo al intérprete de Amante bandido.
Su "sí" a 'Supervivientes'
EL ESPAÑOL conoció hace unas semanas detalles de cómo se orquestó la negociación para que Palau se lanzase del helicóptero desde Honduras. No es la primera edición que lo tientan, pero sí la única en la que se ha visto "con fuerza, ilusión y seguridad", como explicó a este medio alguien que lo conoce bien.
No fueron conversaciones sencillas, tampoco las condiciones y las dudas que planteó Nacho. Al ser una persona inexperta en el mundo de la televisión y los realities, Nacho quiso cerrar un contrato "con la letra pequeña bien leída". Obviamente, consultó la oferta, se explica, con su madre Lola en primer lugar.
Como en otras ediciones, ella lo animó a vivir la aventura. El informante con el que se contactó hace unos días explicó que ha sido clave en su "sí" el hecho de que su guerra con Bosé esté "en un punto más tranquilo", en cuanto a su tratamiento en los medios de comunicación.
Ellos y sólo ellos, los hijos, son el motivo único por el que Nacho Palau se enrola en esta aventura: ha dicho que sí a Supervivientes "para asegurar un poco más el futuro de sus hijos, Ivo y Telmo". Todo lo que gane irá destinado a ellos.
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