Si algo caracteriza a Noemí Salazar (30 años) desde sus primeras apariciones televisivas es, sin duda, el desparpajo. Esa cualidad quedó de sobra demostrada en sus intervenciones en Los Gipsy Kings, en lo que fue la antesala de su paso por la séptima (y última hasta la fecha) edición de GH VIP, concurso en el que llegó hasta la final.
Esa experiencia televisiva ha alimentado aún más la fama de Noemí Salazar en las redes sociales. Actualmente cuenta con más de 917.000 seguidores en Instagram, una ventana en la que no solo aprovecha para mostrar algunos de sus productos cosméticos, sino que, además, utiliza para sincerarse con sus followers sobre diversas cuestiones, aunque estas estén relacionadas con un aspecto tan íntimo como el de la salud.
Recientemente, subía una fotografía recién salida del quirófano acompañada por el siguiente texto: "Ha salido todo bien. Ahora, a recuperarme. Gracias, gracias por todos vuestros mensajes". Dicho y hecho. Pocos minutos después, la propia Noemí Salazar publicaba varios vídeos dando más detalles sobre los motivos de esa operación. "Me han metido en quirófano sobre las 8:30, y la operación ha durado mucho, como cinco horas. Me han quitado dos kilos de pecho, uno por cada pecho. Una barbaridad, imaginaos".
Esas explicaciones también venían motivadas por algunos comentarios que recibió previamente. "Había personas que me decían que no me hacía falta. Lo disimulaba, usando reductores y otras cosas para que no se marcara mucho", exponía.
Problemas derivados
Apelando al terreno médico, el problema que padecía Noemí Salazar se conoce como gigantomastia y se refiere, básicamente, al desarrollo excesivo del tejido graso de los senos. Según los especialistas se trata de una afección poco frecuente, pero que tiene una incidencia directa sobre la salud, especialmente a través de consecuencias como dolores de cuello y espalda, tal y como aseguró la propia Salazar en uno de sus vídeos.
Otros problemas relacionados son la adopción de malas posturas en las cervicales y en la cintura, generación de eccemas o problemas para dormir. El otro ámbito donde tiene una incidencia importante la gigantomastia es el aspecto psicológico, ya que las mujeres afectadas pueden desarrollar una baja autoestima y un sentimiento de vergüenza a la hora de hacer deporte o de ponerse un bañador para ir a la playa o a la piscina.
Por tanto, quedan pocas dudas de que esta operación no tiene solo fines estéticos, sino que los argumentos médicos tienen un mayor peso si cabe. En el caso de Noemí Salazar ha reconocido que es la segunda vez que pasa por el quirófano por esta cuestión, ya que la gigantomastia la obligó a usar sujetadores con copa F.
Otro aspecto importante a destacar sobre este problema de salud es que se habla de varios tipos: en función de si afecta a un solo pecho (unilateral) o a ambos (bilateral); y en relación al momento vital, ya sea durante la pubertad (juvenil) o en el periodo de embarazo (gestacional).
Las causas de esta afección son congénitas, aunque no se deben perder de vista las razones hormonales, especialmente durante el embarazo. A veces, una menopausia precoz o un aumento de peso pueden apuntar a este mismo diagnóstico.
Fuentes de una clínica de cirugía estética apuntan que la operación consiste en "reducir la grasa, la glándula mamaria y la piel sobrante consiguiendo una forma y una elevación apropiada, con una areola reducida y proporcional al volumen mamario". Con todo, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los médicos es el de aplicar una técnica adecuada para minimizar las cicatrices.
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