La actriz Antonia San Juan (60 años) está viviendo un excelso momento profesional, y no desea ocultarlo. Triunfa sobre las tablas en la obra de teatro La gran depresión -que protagoniza con Nuria Roca (49)-, y su personaje Estela Reynolds en la ficción La que se avecina sigue dándole alegrías en la pequeña pantalla.
Eso sí, no siempre el éxito la acompañó. De hecho, este martes 15 de marzo la actriz se ha sincerado en el programa Corazón, de TVE, sobre sus complicados inicios en la interpretación cuando probó suerte en Madrid.
Una emotiva y sincera entrevista que San Juan le ha concedido a su gran amiga y compañera de profesión, Vanesa Romero (43). Episodios difíciles de su vida los que ha desvelado la actriz.
Pero, con el permiso del resto, el más traumático y doloroso es aquel que casi acaba con su vida, y que tiene como coprotagonista a la que fue su amiga Verónica Forqué. Antonia estuvo a punto de morir, y gracias a los consejos, y las incesantes visitas, de la malograda Forqué pudo salvar su existencia.
Así lo ha desvelado en el ente público: "Yo vivía en un segundo, creo, no te lo puedo decir con exactitud, y Verónica vivía en un tercero. Venía todos los días a preguntar. Me decía '¿cómo estás?' Tienes que ir al médico. Tú no puedes estar así'. Se había abierto el intestino y tenía una infección en los órganos".
Una peligrosa infección que la llevó a operarse de apendicitis con carácter urgente: "Entré en la UCI y allí estuve casi un mes. Mis padres vinieron directamente a despedirse, a decirme adiós, porque me moría".
Si bien es cierto que este pasaje con Forqué nunca antes lo había desvelado Antonia, cuando la actriz perdió la vida el pasado 13 de diciembre de 2021 le dedicó unas emotivas palabras en su Instagram: "Cojo esta foto de @ana_risueno_ para homenajear a una de las mejores actrices de este país. Aunque nunca coincidí en lo laboral, siempre que nos veíamos era toda bondad".
En otro orden de cosas, Antonia San Juan ha abordado los arduos momentos de su llegada a Madrid, donde el trabajo escaseaba y las facturas se acumulaban: "No era fácil encontrar trabajo en esa época. Robar para comer, un casero que te tocaba a la puerta para que le pagaras... Pero siempre mi deseo ha podido más que las circunstancias".
Amor y relaciones
También ha reflexionado la intérprete con su amiga Vanesa Romero sobre la desventura del amor: "Si a mí mañana me dicen que el amor y el trabajo están donde estén, yo me voy. Después de mi separación, entré en una etapa de investigación, pero tampoco ha aparecido el compañero de viaje. Evidentemente, lo que tampoco busco son relaciones esporádicas y encuentros, porque tampoco me apetece".
Y añade, confiando en la vida y el devenir: "Lo bueno que tengo de la vida es que no estoy maleada. He sufrido y lo he pasado mal, pero eso no me ha convertido en una persona escéptica. Sé lo que es el amor, sé lo que es que me quieran, que me deseen. Que me llamen a las cuatro de la mañana y que me digan 'baja a la calle, que quiero verte'. Soy feliz y tengo amigos. Tengo mucha gente alrededor y algunos familiares. Se está bien".
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