Jorge Javier Vázquez (51 años) bajaba el telón de su obra Desmontando a Séneca este domingo 13 de marzo en Madrid. El Teatro Reina Victoria de la capital ha acogido la función desde principios de enero, tiempo durante el que el presentador ha mostrado a su público -entre los que han pasado muchos rostros conocidos de la televisión, la interpretación e incluso la política- su talento sobre las tablas. Pero este fin de semana ha cerrado esa etapa artística con gran pena, pero también con ganas de retomar su vida más personal.

El de Badalona quiere descansar, pues embarcarse en el mundo del teatro ha sido una experiencia "increíble", pero agotadora. Tras dos años sin tener un fin de semana libre debido a las actuaciones, ahora solo piensa en recuperar su tiempo de ocio, sin hacer planes de futuro pero sin pensar tampoco en retirarse del universo teatral.

Su adiós -al menos momentáneo- de las tablas ha hecho que el discurso de despedida de su última función sonara muy emotivo, aunque con el toque de humor que siempre intenta poner el presentador. Jorge Javier ha querido tener unas palabras de agradecimiento no solo para el público que le acompañaba esa noche, sino también para los trabajadores que le han acompañado en su periplo teatral. "Quiero dar las gracias al personal del teatro que durante estos dos meses que hemos estado nos han acogido con un cariño extraordinario, muchísimas gracias a todos y cada uno de vosotros, os vamos a echar muchísimo de menos", ha comenzado destacando.

En sus palabras de despedida también ha hecho un repaso resumido de lo que le ha ocurrido todo este tiempo, desde los buenos a los malos momentos, pero todos han contribuido a hacer especial su aventura artística: "Ha sido una experiencia maravillosa, una gira que no nos han podido pasar más cosas, estamos vivos de milagro, pero eso es lo que podemos decir, ¿verdad? Que al menos nos pasan cosas, ¿no? Y no todas buenas, pero hemos sobrevivido".

Su última frase ha sido rotunda y dejando claro que no quiere cerrar su etapa en el teatro de cara a un futuro: "Muchísimas gracias. Ahora sí, ¡hasta siempre!", ha finalizado antes de esconderse tras el telón del teatro.

Este adiós llegaba justo un día después de que Concha Velasco (82) acudiera a ver su obra el sábado 12 de marzo. La actriz, que vive desde hace más de un mes en la residencia Santa Matilde, en el centro de Madrid, no quiso perderse la actuación de Jorge Javier antes de que cerrara su etapa teatral. Asistió acompañada por su hijo Manuel, que permanece muy atenta a ella desde que decidieron que sus problemas de salud requerían una ayuda más especializada que no podían darle en casa.

Concha Velasco se mostró muy cariñosa y cercana con Jorge Javier, quien salió a recibirla a la calle una hora antes de su función, y después, al finalizar la obra, anunció ante el público que la veterana actriz se encontraba en una de las butacas. La reacción de los espectadores fue instantánea: levantarse y ovacionarla como solo ella se merece.

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