Almudena Cid (41 años), la exgimnasta olímpica, está atravesando una de las etapas más complicadas de su vida tras su separación de Christian Gálvez (41), y el estallido de amor de éste con la presentadora Patricia Pardo (38).
Demasiados acontecimientos dolorosos y arduos de digerir en tan poco tiempo. Sus sentimientos iban a otro ritmo de los de Gálvez y Cid ha quedado "hecha polvo".
Su entorno más cercano sostiene que el mítico conductor de Pasapalabra no ha hecho las cosas como debía, y hay quienes se atreven a aseverar que inició una nueva historia amorosa estando aún en relaciones con Almudena. Una ruptura y dos versiones de la misma.
Sea como fuere, EL ESPAÑOL informó hace unas horas que el exmatrimonio rubricará un divorcio "sencillo", ya que no compartía nada en común -ni empresas ni propiedades-, se unieron en régimen de separación de bienes y la casa que fue conyugal pertenece a Christian Gálvez.
Quienes conocen bien a Almudena sostienen a este periódico que hay dos anclajes que están siendo fundamentales en su vida actual, de cambios y reubicación emocional: el trabajo y los amigos. No obstante, la vertiente laboral no le está dando las alegrías que ella esperaba. Su obra de teatro, Una historia de amor, está cosechando un éxito menos incontestable de lo que se presuponía.
No se están vendiendo en el teatro Infanta Isabel de Madrid tantas localidades como era de esperar. De hecho, este medio ha podido confirmar que la mayoría de las entradas -cuyo precio oscila entre los 20 y 24 euros- para este fin de semana continúan disponibles. Tanto en el patio de butacas como en el palco y anfiteatro todavía están disponibles demasiados huecos.
No se alcanza, algunos días, no el 50 por ciento de ocupación. Un extremo que preocupa mucho a Almudena, siempre tan profesional y competitiva. "Ella es una competidora olímpica y no te imaginas cómo le está afectando ver la grada tan vacía, entre semana y a veces en el finde", opina y confía quien puede hacerlo.
Un nuevo revés, qué duda cabe, que se suma a su maltrecha situación amorosa. Su ánimo no está en su mejor momento. "Me estoy cuidando", aseguró hace unos días a las puertas del teatro. Tiene un entorno que cierra filas con ella. En concreto, tres amigos que hacen las veces de escuderos. Férreos apoyos que están ahí mañana, tarde y noche: la pareja formada por Daniel Muriel (44) y Candela Serrat (35), y la actriz Melani Olivares (49).
Hace unos días, Muriel y Serrat, en evento público, sostuvieron que, a pesar de que pudiera parecer lo contrario por el hecho de haber rehecho ya su vida amorosa, para Christian también está siendo un momento complicado. "Como amigos, lo único que se puede hacer cuando a un amigo le pasan cosas en la vida es sentarse, escuchar, quererlos mucho, apoyarlos y que sigan adelante", explicó Candela.
Además, aseguró que Almudena está "en un momento muy valiente y, gracias a Dios, ahora tiene una función maravillosa de teatro en la que cada noche puede vivir lo que lleva tiempo luchando, ser actriz; cambiar de una profesión súper competitiva en la que ella era la mejor a la mejor cura de humildad empezando de cero".
"Ellos se han querido mucho y todo se colocará", confía Daniel, reconociendo que le sorprende que Almudena "a pesar de ser una figura pública, tenga que dar explicaciones cuando está pasando por un mal momento". Reflexiona su pareja, y madre de su hija Mérida, que a veces los sentimientos van más lentos que los acontecimientos: "Hay veces que todavía no se sabe lo que está pasando y ellos tienen que explicarlo al mundo cuando no sabes lo que te pasa a ti mismo".
No olvida Serrat que existen cosas peores en la vida, y que de todo se sale: "Hay cosas peores en la vida, las cosas duelen, cuestan, pero nadie se ha muerto de esto". "Tanto Almudena como Christian son dos seres humanos excepcionales, lo único que cuando se acaba el amor es duro, cada uno lleva sus tempos y ya está. Los dos estarán bien seguro en muy poco tiempo. Para ninguno de los dos es fácil y hay mucha diferencia de lo que se ve por fuera y lo que se siente por dentro".
"Él se puede apoyar en alguien más rápidamente y Almu nos tiene a nosotros para eso, y el teatro, que lo que hace mi amiga sobre el escenario es maravilloso. Hace un trabajo muy duro, está contando una historia de amor cuando ella está atravesando la suya, es para decir bravo", aseveró la pareja.
Una tensa ruptura
Confirma quien bien lo sabe que existe tensión entre Christian y Almudena. Tanto, que llevan días "sin comunicarse". Son sus allegados quienes intentan tender puentes entre ellos.
Ella está profundamente dolida por cómo ha actuado él. Cierto es que cuando saltó la noticia del amor entre Gálvez y Patricia Pardo el matrimonio "ya estaba roto" desde hacía meses, pero el entorno de la expareja entiende que todo ha sido demasiado "precipitado".
Mención aparte se merecen las palabras de amor que le ha dedicado él a Pardo en su programa de radio. "No ha tenido ninguna sensibilidad ni decoro", sentencian. Por su parte, Christian "no sale de su asombro" ante las declaraciones que ha hecho la familia de Almudena en prensa. Por duras y, sobre todo, por injustas palabras que, según los que rodean al comunicador, no se ajustan del todo a la verdad.
En los sentimientos de cada persona nadie manda, pero se insiste muy mucho en que "las cosas se hicieron con la mejor de las intenciones y sin engañar". Los tiempos "no son los contados", y todo se hizo, según el entorno de él, como se debía, teniendo en cuenta lo delicado de la situación cuando "una de las partes deja de sentir".
Por último, sostienen fuentes de total solvencia que Almudena "no aprobó que su familia hablara", y habría tenido una conversación con algunos familiares: "No quiere dar pena ni lástima por nada". Ella hubiera preferido el silencio y que sólo los actos hablasen. Ahora, sólo desea Cid que el tiempo escampe y que la tranquilidad y el anonimato vuelvan a su vida.
[Más información: El divorcio de Christian Gálvez y Almudena Cid: su régimen de separación y la desconocida versión de él]